Rosario Vera Peñaloza

Tu oficio, quÉ lindo oficio... Maestra de la Patria

Lic. María Claudia Pettinari (*)

Así fue nombrada por sus colegas y quienes la conocieron. Rosario Vera Peñaloza fue protagonista activa de una educación de avanzada para su época. Nacida el día de Navidad de 1873, en el pueblito de Atiles, en los llanos riojanos, huérfana desde muy pequeña, alumna de la Escuela Normal de La Rioja, institución a cargo de dos de las maestra norteamericanas que trajo Sarmiento a la Argentina a finales del siglo XIX. Allí hizo sus estudios secundarios, egresando en 1888 como “Maestra Normalista”.

Se destacó por sus talentos y la firmeza de sus principios. Atenta a la importancia de la educación en la primera infancia se traslada a la ciudad de Paraná y estudia en la Escuela Normal de Profesores, siendo alumna de Sara Eccleston, maestra norteamericana, pionera en la educación Inicial en la Argentina.

En 1898, con el título de “enseñanza superior”, Rosarito vuelve a La Rioja para ejercer la docencia. En 1900, con 26 años, funda el primer Jardín de Infantes, en su provincia natal, desempeñándose también como profesora de castellano y trabajo manual en virtud de que poseía los títulos y conocimientos de Ejercicios Físicos, Dibujo, Trabajos manuales, Artes decorativas, Corte y confección, Grabado, Tejidos en telares, Modelado, etc. Esta maestra no solo se preocupó por fundar Jardines de Infantes en Córdoba, Buenos Aires y Paraná, sino que, desde su pasión por emplear las técnicas aprendidas en su proceso de formación hizo realidad su sueño de amor a la patria y la perfección del individuo.

Nombrada Inspectora de Escuelas Municipales, comenzó a estudiar planes y elaborar programas de educación, dictó cátedras de pedagogía y matemáticas. Su brillante trayectoria la llevó a ocupar vicedirecciones y direcciones, en Escuelas Normales de La Rioja, Córdoba y Capital Federal, llegando a ser Directora de la Escuela Normal Nº01 de la ciudad de Buenos Aires entre 1912 y 1917. Cuando tomó la dirección, tenía una matrícula de 220 alumnas. Al dejar el cargo, contaba con más de 1.500.

La tarea no fue fácil, a lo largo de su intensa vida y arduo trabajo por la educación pública muchas veces fue obligada a presentar su renuncia por mezquinos intereses políticos del momento. En junio de 1915, elaboró un estudio comparativo de los sistemas Froebeliano y Montessori, donde difunde sus principales postulados: propiciar en las salas la actividad creadora, el uso de las manos como herramientas esenciales, valorando la agudización de los sentidos y la importancia del juego y la exploración para el conocimiento, así como la expresión oral a través de la narración creativa de los niños y de la literatura infantil.

Sin dudas la lucha más dura la tuvo que dar contra los sectores que no reconocían el valor de la educación inicial y atacaban su trabajo, sobre todo por ser mujer. Nada la detuvo: recorrió el país impulsando la enseñanza popular, dictando conferencias y cursos para transmitir la aplicación de pedagogías novedosas, así como el uso de técnicas apropiadas para el desarrollo pleno de la primera infancia. Luchadora convencida de la importancia del Nivel Inicial propició la formación de bibliotecas especializadas en la profesionalización docente.

En 1931, el Consejo Nacional de Educación le encargó la formación del Primer Museo Argentino para la Escuela Primaria, en el “Instituto Félix F. Bernasconi”. Rosario, incansable, agregó a las salas del Museo existente elementos regionales como preparación de dulces, trenzados, danzas folklóricas, instrumentos musicales autóctonos. Hoy el Museo, se halla organizado en 12 salas, en el primer piso del Instituto Bernasconi, se exponen materiales creados y elaborados personalmente por ella. Esta maestra sarmientina dedico más de 17 años a esta tarea en forma totalmente desinteresada, trabajó sin cobrar un peso...

Falleció el 28 de mayo de 1950, a los 77 años. En esa fecha, en su homenaje, se celebra el Día de los Jardines de Infantes y de los Docente del Nivel Inicial. “Maestra de la Patria”, luchadora, valiente que nos dejó su ejemplo de trabajo, de docencia y decencia, que tanto necesitamos.

(*) Presidenta Asociación Civil Instituto Sarmientino de Santa Fe