En una semana

Violentos robos contra cadena de panaderías

  • Los blancos fueron tres locales de la empresa Balear. Hay temor entre las empleadas de los locales.
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Los asaltos provocan pánico entre las empleadas de las panaderías. Foto: Captura de video

 

Redacción El Litoral

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Tres locales de la cadena de panaderías Balear fueron asaltados en los últimos siete días. Al menos dos de los golpes fueron perpetrados por el mismo delincuente, según puede observarse en los videos captados por las cámaras de vigilancia de los negocios.

El primero de la seguidilla ocurrió el lunes de la semana pasada, en horas de la noche, en la sucursal ubicada en la esquina que forman las calles las calles Vélez Sarsfield y Ángel Cassanello. “Eran cerca de las 21 y las empleadas ya se estaban preparando para terminar la jornada. Cierran la puerta y cuando van a buscar la llave se les mete este tipo, que estaba encapuchado y tenía un arma de fuego en sus manos. Las llevó a las chicas hasta atrás y las arrinconó contra una esquina. Les quitó los teléfonos celulares y también el dinero de la caja registradora”, recordó Alicia Tabernig, encargada de la firma.

El sábado pasado por la tarde, el mismo u otro sujeto irrumpió cerca de las 18.30 en el local de Urquiza y Salvador Caputto. “En este caso, el ladrón no mostró el arma, pero amenazó a la mujer que atendía y la obligó a meterse en el baño. Entonces le robó los teléfonos y toda la plata de la recaudación. Se paseó por el lugar muy ‘pancho’. Hasta tuvo tiempo para mandar un mensaje de voz desde su celular, por lo que se ve en las imágenes. También se puede observar que le contesta algo a un transeúnte que le hace una consulta. Es un muchacho de aproximadamente 25 años, morocho, de pelo cortito y con colita atrás. Estaba vestido con una calza negra con detalles amarillos”, señaló Tabernig.

El mismo sujeto, con la misma ropa, volvió a atacar la cadena este lunes, en horas de la siesta. Esta vez el blanco fue el local de San Jerónimo y Tucumán, en pleno centro de la ciudad. “Entró, le pidió a la empleada algo de mercadería y cuando ella le quiso cobrar se pasó atrás del mostrador y a empujones la metió en el baño. Salió después con la mochila de la chica, sus pertenencias, los celulares. Con mucha caradurez, después agarró una factura y se fue comiéndola muy tranquilo”, relató la encargada.

“Hemos tenido casos en los que las empleadas se resistieron a los robos y eso es peligroso. Nosotros les indicamos que en esos casos se queden tranquilas y que les entreguen todo lo que les pidan. Estamos cubiertos con un seguro por lo material, pero el tema es el miedo que genera esto en las chicas. Muchas de ellas terminan con licencias por la angustia que les provoca una situación tan violenta”, puntualizó Alicia Tabernig.