Rige un aumento del 10 por ciento

En el centro el kilo de pan cuesta casi el doble que en los barrios

En la ciudad hay unas 250 industrias elaboradoras. Los precios son dispares, y oscilan entre los $ 44 y los $ 95 el kilo de pan. “No hubo cierres ni baja de personal”, señaló el presidente de Cipasfe.

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Contraste. El mismo producto cuesta mucho más en el centro y la recoleta, que en los barrios.

Foto: El Litoral

 

Redacción El Litoral

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Desde la semana pasada rige en Santa Fe un incremento del precio del pan que ronda el 10 por ciento. Con las nuevas tarifas, el kilo de pan común en panaderías del centro y la zona residencial alcanzó los $ 85 y el especial, $ 95; mientras que en los barrios más alejados el precio disminuye considerablemente, y se puede conseguir casi a la mitad de precio, a $ 44.

En una recorrida por distintas panaderías de la ciudad, El Litoral pudo comprobar que existe una abismal diferencia en el precio del pan en Santa Fe. Una panadería de barrio Candioti Sur, por ejemplo, ofrecía este martes el kilo de pan común a $ 85 y el especial a $ 95. Otra industria panaderil de barrio Constituyentes lo tenía a $ 65. A ese mismo precio lo ofrecía una panadería de Santa Rosa de Lima, en el oeste de la ciudad, mientras que el mejor precio lo tenía otra, de Aguado al 2400, donde se ofrecía a $ 44 el pan común y $ 50 el milonguita.

¿A qué se atribuye esta gran diferencia de precios entre una y otra panadería? Entre los factores que se pueden enumerar sobresalen, por un lado, el elevado precio de los alquileres de los locales comerciales en el centro, y en la otra punta del ovillo, la imposibilidad que tienen algunos consumidores en algunos barrios de poder pagar lo que realmente le cuesta producirlo al panadero. “Si lo aumento $ 5 pesos no vendo nada”, sintetizó un panadero que tiene su fábrica detrás del Hospital de Niños.

Además, “en el centro de la ciudad ya no se vende tanto pan como en la periferia”, describió el presidente del Centro de Industriales Panaderos de Santa Fe (Cipasfe), Jorge Spasitch. “Esto se atribuye a un cambio de hábitos de consumo de los últimos años”.

Sube el precio

El precio del kilo de pan estuvo en boca de todos la semana pasada cuando en Capital Federal en algunos casos superó la barrera de los $ 100. Según el último relevamiento del Indice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) que mide el Gobierno porteño, el precio promedio del pan francés tipo flauta por kilo fue de $ 86,22 durante el mes de abril pasado.

En Santa Fe, rige un aumento del 10 por ciento desde la semana pasada, según lo anunciado por el Cipasfe, que nuclea a las alrededor de 250 industrias panaderiles de la ciudad. La razón de este último aumento reside en que “en los últimos cuatro meses tuvimos un aumento del 21 por ciento en el precio de la harina, un 16 por ciento en la levadura, un 35 por ciento en el gas, y cerramos la paritaria con un 28 por ciento de aumento salarial para los trabajadores, de mayo a octubre”, detalló el presidente de la asociación, el panadero Jorge Spasitch, al tiempo que advirtió “un desfasaje del 10 por ciento, que es lo que se trasladó a los precios”.

Según la información suministrada por la Cipasfe, el kilo de pan común en Santa Fe cuesta un promedio de entre $ 65 y $ 67 pesos, mientras que el especial asciende a $ 80. Pese a estos nuevos precios “no mermó la venta, porque comenzó el frío y la gente lo consume igual”, señaló Spasitch. “Además, los aumentos no fueron en particular para este producto, sino también se aplican en el resto de lo que la gente consume”, analizó.

No hubo cierres

El presidente del Centro de Panaderos negó el cierre de panaderías y la reducción de personal, aunque se mostró preocupado por un problema que consideró “histórico: el 50 por ciento de los trabajadores del sector no están registrados en la Cipasfe, trabajan en la clandestinidad”.

Cabe mencionar que días atrás cerró sus puertas la histórica industria panaderil 9 de Julio debido a una decisión empresarial de sus propietarios. “Sin embargo, en paralelo se abrieron otras nuevas panaderías, como la de Bulevar Pellegrini y Urquiza”, resaltó Spasitch, “por lo que podemos afirmar que no existe un cierre masivo de panaderías como ocurrió en Buenos Aires”, y finalizó: “Los panaderos estamos en la misma situación económica que el resto del país, pero no es alarmante, porque el pan todavía se consume. Acá seguimos luchándola”.

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