Una de las figuras doradas

Gaich, de más a más

Adolfo Gaich, delantero del Seleccionado argentino Sub 23, destacó los méritos realizados por el plantel de Fernando Batista para quedarse con la medalla dorada en los Panamericanos de Lima.

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De oro. Adolfo Gaich muerde la medalla que consiguió con el Sub 23 en Lima. El delantero de San Lorenzo asoma como una de las estrellas del futuro.

Foto: Gentileza La Voz del Interior

 

Redacción de El Litoral

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Télam

Entre los varios nombres propios relevantes en la Selección juvenil Sub 23 ganadora del oro panamericano, el del cordobés Adolfo Gaich tiene de específico el plus de corresponderse con un rol que cotiza alto en la bolsa de valores. Cordobés de Bengolea para más datos, departamento de Juárez Celman, ciudadano ilustre y número 9 de los que algunos sabios de la tribu suponen en extinción: el del grandote que hace del área su hábito fecundo.

Claro que hasta donde se sabe, puesto que hablamos de alguien de 20 años y un puñado de partidos en Primera, en el caso de Gaich la corpulencia viene acompañada de movimientos que sin ser un canto a la sutileza tampoco merecen constar en el casillero de la tosquedad.

No será casual, pues, que sus fuentes de emulación sean dos espigados de técnica depurada: el sueco Zlatan Ibrahimovic y el alemán Robert Lewandowski. Admite, el Tanque Gaich, que todavía no cabecea tan bien como quisiera, lo cual está lejos de representar un obstáculo insalvable.

En el Panamericano que concluyó con medalla dorada argentina y que lo tuvo como goleador absoluto se mostró evolucionado en unos cuantos indicadores, sobremanera en la gestión del pivote en la zona de los centrales oponentes y como eventual colaborador del juego por las bandas. En términos de números lo suyo ofrece toda la cara de un presente fantástico y de un futuro poblado de buenas promesas: tres goles en 13 partidos en San Lorenzo y 15 en 22 con los representativos nacionales juveniles.

También destacó en las divisiones formativas del club de Boedo (goleador en Sexta con 22 anotaciones), aunque tal parece no estará mucho tiempo más en esa geografía que supo aceptarlo, arroparlo y reconocerlo como no lo fue ni en River, ni en Lanús, ni en Newell’s ni en Belgrano de Córdoba.

El entrenador Juan Antonio Pizzi fue sugestivamente medido a la hora de evaluarlo en público y en su plantel continúa Nicolás Blandi y acaba de llegar el paraguayo Adam Bareiro, pero antes que eso, o de forma paralela, sucede que reúne el perfil del juvenil vendible y codiciado.

Lazio de Italia, Everton de Inglaterra y Benfica de Portugal son algunos de los clubes europeos que han puesto los ojos en Gaich, aunque a la hora de ser escritas estas líneas el destino del orgullo de Bengolea se avizora en Rotterdam, Holanda, donde lo esperaría el prestigioso Feyenoord.

Hincha de San Lorenzo, apasionado del juego en general y persistente en afinar sus virtudes, dueño de una aureola de buen compañero, de los humildes y cordiales que hacen querer en todo grupo que se precie de tal, entusiasta del tenis de mesa, el pibe Gaich se propone llegar tan lejos como pueda. En ese contexto el tiempo será testigo: los más osados pronosticadores sugieren que más tarde o más temprano será el socio ideal de Lautaro Martínez en la mismísima selección argentina de mayores.

  • Este grupo se lo merecía y estamos contentos de haber traído esta medalla para el país. Pudimos demostrar de lo que éramos capaces. Un preolímpico es importantísimo porque ponerse la camiseta de la Selección es algo impagable para el que lo hace”.

Adolfo Gaich

Delantero de la Sub 23