Mirada desde el sur

El sur está cambiando

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Rosario. Sin fecha de fundación ni fundador. Ni la prosapia, ni la dinastía, ni la antigüedad de Córdoba, Santa Fe de la Vera Cruz o Buenos Aires.

Foto: archivo

Raúl Emilio Acosta

Una charla con Diego Cabot, ilustre visitante al programa de radio que conduzco diariamente, trajo una frase a la conversación. Le interesaba Rosario, el movimiento cultural, el musical, los bares y sostenía una pregunta: nunca un líder político nacional.

El contingente de ayudantes memoriosos remitió a Lisandro De la Torre y “La Liga del Sur”; pero los atropelló Horacio Daniel Usandizaga.

Antes, de algún modo difuso, Osella Muñoz, “Tito” Rodenas, Agustín Rodríguez Araya y el pluripartidario Carlos Sylvestre Begnis poniendo la vara muy alta y sosteniendo, con las dos orillas en su formación, que la ruptura que define el Río Salado puede ser fantasía. Al menos en su caso. Esos los nombres con repercusión pasando Arroyo del Medio.

Nada de eso servía para la charla con un periodista que, más allá de cuanto suceda con su vida y su investigación, plantó un mojón inatajable. Los empresarios se declararon culpables. Caramba. Permítanme repetirlo: caramba.

Su pregunta me acicateó porque no hay respuestas obvias. Hay que escudriñar, investigar la razón profunda de un rancherío, una capillita, una “villa del Rosario” que termina, desde el curita Alzugaray y aquella crucecita de palo, en este aluvión que es la Región Rosario donde, por población y economía, se define la provincia. Sin fecha de fundación ni fundador. Aluvión. Ni la prosapia, ni la dinastía, ni la antigüedad de Córdoba, Santa Fe de la Vera Cruz o Buenos Aires.

UNA IDEA QUE SE APAGA

Después de la renuncia de Usandizaga, que había sido plebiscitado en la ciudad que todos creían peronista y en el 1983 no lo fue, aparece el socialismo de la mano de Héctor Cavallero. Pongamos una fecha: 1990. La ciudad le dijo que no a Alberto Joaquín (PJ) y votó para intendente un concejal socialista, que era más el resabio de una estudiantina que integrante de un gran partido de masas. Sobre Héctor Cavallero llegó Hermes Binner, ejecutor de políticas públicas del siglo XX. Ese nombre y sus ideas sobre la función pública, según criterios de 1980, configuraron el perfil de Rosario. El socialismo nunca la imaginó Región Rosario. Nunca imaginó el Siglo XXI.

El contador José María Vernet (1983/1987) fue un digno Gobernador sureño que guapeó y capeó los temporales del traspaso del Partido Militar a una democracia teñida de radicalismo. Tiempos de Raúl Alfonsín.

Le siguió Víctor Félix Reviglio (1987/ 1991), natural de San Francisco y radicado en Santa Fe, y la ciudad de Rosario no tuvo, en aquel vice gobernador que lo acompañó, otra cosa que un suicidio de cuadros, ninguna flor. Sólo la diáspora después de Vanrell. Ni siquiera es su culpa. Somos hombres y circunstancias. Rosario fue maldecida para las candidaturas y los perfiles.

El mandato de la dupla Reuteman / Obeid sumó 16 años de la política santafesina (1991/1995/1999/2003/ 2007). Los vicegobernadores no fueron otra cosa que generosas, dignas, eficientes o normales “comparsas” de aquellos gobernadores santafesinos. Excepto María Eugenia Bielsa. Con ella el sur tuvo su oportunidad pero, táctica y estrategia de la guerra: Sun Tzu sostiene que, si uno elige el enemigo, gana la guerra. Hubo yerros. La arquitecta por cuestiones de principios, conocimientos, empecinamientos, terquedades, amores o lo fundamental, su modo de ver las cosas de todos los días, que incidieron sobre la realidad del país, la provincia y la ciudad, no pudo ser gobernadora y la dejaron en un sitio de reserva desde donde aún puede esperarse algo de su impronta. Ojalá. En este año, yendo a una interna partidaria y comportándose como una honrosa perdedora, ayudó mucho. Se verá qué hace el sur desde 2019 en adelante.

Después de 12 años de socialismo el peronismo y el radicalismo vuelven a la provincia y el socialismo, por su parte, se reduce a la mínima expresión. Algunos concejales, algunos diputados y algunos intendentes y presidentes comunales. Para una idea universal muy poco. El síndrome de abstinencia del cargo es un drama en estos días.

Desde los organismos internacionales de difusión y sostenimiento del socialismo mucho se ayudó a la generación que tomó el poder político en la ciudad de Rosario y la provincia después.

La misma gente, el mismo conocimiento, poca especialización internacional, poco armado de cuadros, poco estudio, mucho afán por ejercer la burocracia como un acto político.

Aquel grupo orgulloso sobre los ‘90 tiene, hoy, muchos de aquellos nombres. Apareció el cansancio. Sostengo dos ejes. Poca especialización y mirada al horizonte. Demasiado afán por los cargos públicos. Eran pocos y ocuparon mucho. No lo hicieron mal. Solo que el recambio generacional, el Siglo XXI, los encontró con herramientas vencidas. Para volver hay que estudiar y comprender este fenómeno: el Siglo XXI.

UNA LUZ QUE SE ENCIENDE

En el día que Franco Bartolacci se hizo cargo del rectorado de la UNR fue necesario mirar a los presentes. Fue en la semana anterior. Perotti y Rodenas, esto es, la fórmula triunfante. Un Lifschitz cansado. Un Javkin exultante. Muchos peronistas y radicales. Muchos en verdad.

El rector habló de su origen inmigrante y algún pueblo de la provincia donde comenzó su sueño. Habló de la escuela pública y de abrir las aulas a lo que el pueblo necesite. Música que Perotti entendía y que el hijo de Mirta Guelman, hija, a su vez, de un inmigrante / militante atravesado por la hambruna y la esperanza, también entendía. Los abuelos de Javkin lucharon desde menos que cero, desde el subsuelo de la sociedad.

Digresión: la doctora Mirta Guelman me lo contó públicamente en un reportaje de una hora que recomiendo mirar, está en las redes.

Perotti entendía. “El Tito” Rodenas tuvo cárcel y cadenas, torturas muchas y esperanza siempre. Es el padre de la vicegobernadora. La Rodenas entendía. El Rector se encontró con un auditorio que tal vez pensó (ojalá) pero que sucedió. Siglo XXI. El poder político y el claustro unificados.

Los votos dicen cosas y los gestos de los dirigentes también. Perotti está cómodo en Rosario. Es un gringo. No cometo una infidencia si aclaro que tiene familia de estudiantes por estos pagos. Entiende el sur.

El presupuesto de la Municipalidad, el de la UNR, el del PAMI y el de la provincia volcando esfuerzos a la región (Universidad, PAMI y Municipio “son” Región Rosario) dan un volumen de dinero y sustento a una idea comunitaria que estaba herrumbrada o arrumbada. Que tendía a desaparecer. Que resurge. Que puede cambiar el sur.

Falta, claro está, que las cuestiones humanas, los nombres, las miserias, egoísmos y generosidades resuelvan el tema ¿Es posible?... sí, claro.

Peronistas y radicales. La idea de los gobernantes provinciales es abordar el Siglo XXI. La de Javkin también. Historia sin olvidos, agradecer servicios prestados, usar lo bueno que se ha hecho en algunos ministerios y mirar el ayer como lo que es: El siglo que se fue.