Diagnóstico educativo de los últimos veinte años

Robustez y desigualdad

El Observatorio Argentinos por la Educación presentó nuevamente su informe anual con datos oficiales, gráficos y análisis de especialistas del sistema educativo nacional. Se advierte un crecimiento de la matrícula y docentes, pero los resultados siguen marcados por la diferencia de ingresos.

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Presentación. Los autores advirtieron que los avances en el acceso e inversión educativa contrastan con los desafíos pendientes para garantizar las trayectorias y resultados de los estudiantes.

Foto: Gentileza ArgxEdu

Mauro L. Muñoz

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Frente a la complejidad que encarna el vasto sistema educativo nacional, en conjunto con las particularidades provinciales, procesar y analizar su información recae en una tarea más que necesaria para la construcción del debate público sobre la enseñanza en nuestro país. Con el objetivo de aportar a este propósito, el Observatorio Argentinos por la Educación elaboró por segundo año consecutivo su informe anual, partiendo de los datos cosechados por la Dirección Nacional de Planeamiento de Políticas y la Secretaría de Evaluación educativas, donde se establecieron avances logrados y desafíos pendientes en los últimos 20 años de la educación argentina.

La presentación del estudio “El estado de la educación en la Argentina”, elaborado por Víctor Volman, Axel Mccallum y Nicolás Buchbinder, transcurrió durante la última semana en el Centro Cultural Kirchner y contó con la asistencia de distintos referentes del área, medios de comunicación, representantes de la sociedad civil y autoridades gubernamentales. Al igual que en la anterior ocasión, de la invitación también se hizo parte a la ministra de Educación de Santa Fe, Claudia Balagué .

El encuentro se inició con un video en donde distintos profesionales expusieron una serie de planteos, dando paso al intercambio de miradas sobre la realidad del sector. Luego, se detalló el informe central del organismo, que analizó la evolución de cinco dimensiones de la educación nacional: acceso, trayectoria escolar, resultados de aprendizaje, recursos humanos y recursos financieros.

Entre las principales conclusiones, se indicó que pese al crecimiento de la inversión educativa y el aumento en la cantidad de docentes todavía se evidencian ciertos contrastes con los aprendizajes de los estudiantes. Como ejemplo se registró que entre 1996 y 2018 se registró un aumento del 23,0% de estudiantes, aunque solo 6 de cada 10 alumnos llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado.

Un sistema más robusto

El informe cuenta con unas 120 páginas de datos, gráficos explicativos y comentarios de especialistas al final de cada capítulo: Guillermina Tiramonti de Flacso; Irene Kit de la Asociación Civil Educación para Todos; Carlos Torrendell de la UCA; Marcelo Rabossi de la Utdt y Silvia Montoya del Instituto de Estadísticas de Unesco. Y de su repaso se desprenden dos ideas centrales: Hay más alumnos y docentes, pero persisten algunos problemas en trayectorias y resultados.

Entre sus conclusiones, Tiramonti explica que el incremento en volumen del sistema, si bien no tuvo un “movimiento uniforme en todos los niveles, dependencias y jurisdicciones”, “no tiene períodos de retroceso o estancamiento”. En total, la matrícula del sistema educativo subió en estos 20 años en 1.958.415, es decir, 23%. Mientras el jardín de infantes sumó 735.973 alumnos (un crecimiento de 20 puntos porcentuales), la secundaria incorporó 1.096.050 estudiantes (un aumento de 15 puntos porcentuales). Y en el sector privado subió 47,3%, mientras que la estatal creció 15,2%.

Asimismo, Torrendell señala que es clave “reforzar la presencia docente en aulas”, y que el panorama promedio de aumento en la Argentina “permitió disminuir en todos los niveles la cantidad de alumnos por docente durante los últimos 20 años”.

Sin embargo, en la dimensión de eficiencia interna se acentúa que, si bien el indicador mejoró, todavía en la Argentina un estudiante abandona su recorrido cada 10 minutos. “Aún con mejoras relativas, en 2017 la matrícula con desfasaje entre grado y edad alcanza, en educación primaria, a casi medio millón, y en secundaria, a 1,2 millones de estudiantes”, advierte Kit en su nota explicativa.

Inversión con desigualdad

En cuanto a la inversión educativa hubo un incremento a nivel nacional desde un 4,0% del PBI en 2005, hasta alcanzar un pico del 6,0% en 2015 y luego disminuir hasta la actualidad, incumpliendo lo que marca la Ley de Educación. Mientras, en algunas jurisdicciones la inversión educativa por alumno equivale a 6,1 canastas básicas anuales, otras provincias invierten el triple: 17,8 canastas básicas.

Para Rabossi, “Argentina se ubica inclusive por encima del gasto internacional promedio destinado al sector”, aunque sugiere “reflexionar en qué y cómo gastamos los recursos públicos” para “lograr una mayor eficiencia en la utilización de los mismos”.

A la luz de los resultados de aprendizaje de las pruebas estandarizadas como ONE y Aprender, las lecturas indican que casi 7 de cada 10 estudiantes de secundaria no alcanza desempeños satisfactorios en Matemática, pero en Lengua hay una tendencia positiva desde 2013.

A lo largo del período analizado, éstos resultados arrojan como dato alarmante y destacado a la desigualdad: a menor nivel socioeconómico de los estudiantes, los rendimientos son más bajos. Este ítem es uno de los que identifica Montoya en su apartado: “El origen del problema no reside en las diferencias de resultados: si la desigualdad de ingresos es elevada, ¿por qué esperar algo diferente en términos de logros de aprendizajes? Los estudiantes más pobres cuya escolaridad reviste otras complejidades que las de sus pares de clases medias y altas exigen esfuerzos adicionales para la mejora por parte del sistema educativo”.

Apartado Santa Fe

Otro de los determinantes en el informe es la disparidad entre las distintas provincias. Además de la asignación de recursos -que hoy se encuentra gravemente comprometida por la crisis económica y la falta de una paritaria nacional-, también complejizan el diagnóstico las diferencias entre líneas locales de planificación pedagógica y las distintas regulaciones provinciales (Santa Fe aún espera del Congreso su Ley de Educación).

En ese contexto, la presencia en el encuentro por segunda vez de la ministra Balagué habla del compromiso de la gestión saliente con el seguimiento áulico. La funcionaria recibió elogios por el sistema de información. Incluso, el organismo proyectó un video en el que se detalló el funcionamiento del programa Vuelvo a Estudiar, de reinserción escolar personalizada, por medio del relato de un egresado en primera persona.

No obstante, nuestra provincia también figura destacada en distintos segmentos del informe. Por ejemplo, Santa Fe figura en el podio de quienes hasta 2017 destinan mayor porcentaje de sus fondos a transferencias al sector privado con el 19,6%, superada por Córdoba (21,6%) y seguida por Misiones (17,7%). Aunque se aclara que si bien “no hay una relación directa con la magnitud de la inversión por alumno del mismo sector, sí se observa una relación con la presencia del sector privado en la matrícula”. Ilustración de este punto se percibe en el Nivel Inicial, donde Santa Fe muestra una desproporción entre el alto porcentaje de matrícula en el sector privado, pero un bajo índice en cantidad de alumnos en el sector rural, cuando estos números están relacionados directamente con la cantidad de población en áreas rurales en cada provincia.

Por otro lado, Santa Fe es de las que mayor cantidad de alumnos por cargo docente en el nivel secundario: Misiones (30,3), Salta (27,8) y Santa Fe (27,8). Aún así, en cuanto a resultados, en general se muestra a Santa Fe entre los desempeños más destacados (Aprender 2017: 11va en Lengua 64% satisfactorio y avanzado, 4ta en Matemática 37%). Mientras que provincias como Chaco, Formosa, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja tienen homogeneidad entre los niveles de desempeño más bajos.

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Adelante. La ministra Balagué fue felicitada por las autoridades de la ONG debido al sistema de información provincial.

Foto: Twitter

Pedido

A lo largo del encuentro, se insistió en la necesidad de fortalecer la recopilación y difusión de datos sobre las trayectorias educativas para que sirvan a la información pública.

Sobre este punto, Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del Observatorio Argentinos por la Educación, sostuvo: “Este informe representa un nuevo aporte para fortalecer la cultura de la evidencia en el ámbito educativo. Los sistemas con los que contamos y los niveles de transparencia actuales deben considerarse como una línea de base, no un punto de llegada. En este sentido, es prioritario que a nivel federal haya avances determinantes en la implementación de la Ley de Cédula Escolar Nacional”.