Lo hizo el Concejo tras aprobar un proyecto del bloque PJ

Rodrigo Pretto

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Atendiendo las necesidades básicas y los reclamos que se fueron replicando a lo largo y ancho de toda la localidad de San Genaro -departamento San Jerónimo-, el Concejo Municipal declaró la emergencia alimentaria pública por dos años tras aprobar una iniciativa que bajó del espacio justicialista.

Fueron cuatro los ediles que se mostraron a favor y dos abstenciones para terminar de promulgar la iniciativa. La estructura de la misma se basa en cuatro puntos clave: fortalecer la asistencia de alimentos a familias, la creación de nuevos programas apuntados a la ayuda social, la dotación de herramientas para que el Ejecutivo amplíe partidas presupuestarias a dependencias destinadas a colaborar con los más necesitados, y la conformación de un equipo de profesionales que elaboren informes estadísticos sobre la nutrición de jóvenes de entre 0 y 14 años.

Las dificultades se venían advirtiendo desde 2018. Por eso el Concejo Municipal declaró la emergencia alimentaria pública para morigerar el impacto de la crisis económica que atraviesa el país. “Hoy a la gente se le hace difícil llegar a la canasta básica para alimentar a los niños. Esto ya lo veníamos evidenciando desde el año pasado. En ese momento presentamos este mismo proyecto pero no pudimos convencer a nuestros pares opositores. Hoy podemos decir que logramos sumar el apoyo de la mayoría”, explicó el concejal del PJ Pablo Noriega, autor de la iniciativa junto con su compañera de banca Viviana Cappelletti.

Más recursos

Con el proyecto aprobado y la declaración de emergencia alimentaria en vigencia, el municipio ahora podrá destinar mayores recursos presupuestarios a Desarrollo Social para atender situaciones básicas de la comunidad cuando esta lo requiera. Por otro lado, esa misma secretaría junto con el hospital local deberá llevar periódicamente un control estadístico de niños de entre 0 y 14 años de los niveles de nutrición.

“Para trabajar sobre la mala alimentación debemos tener datos, entonces pedimos que se conforme un equipo técnico”, deslizó el concejal. Además, se solicitó que el Ejecutivo fortalezca la asistencia económica y alimentaria. De acuerdo a lo que explicó Martín Bianchini, edil del Frente Progresista, el sentido de la declaración de la emergencia alimentaria es visibilizar la situación.

“Es una herramienta que se le ofrece al municipio local para que pueda ir con este proyecto del Concejo a la Provincia o la Nación a solicitar más fondos. Hoy el gran problema es que los recursos que se coparticipan para comedores son siempre los mismos. Desde principios de 2016 a la fecha los ingresos para estos conceptos no se modificaron. Y en estos momentos para dar respuesta a esta situación es muy poco dinero”.

Por su parte, Noriega indicó que no existe dato alguno sobre la situación alimentaria de los jóvenes. La realidad marca que se han proliferado los comedores y marca signos de que el momento económico está pegando en el bolsillo de la población. “Hay dos iglesias que dan de comer. Hay otro centro que lo hace tres veces por semana y realiza 50 viandas diarias. Esto está encendiendo una alarma. Los chicos comenzaron a ir con más frecuencia a los merenderos”, sostuvo el concejal.

En la misma línea, desde el Frente Progresista apuntaron que a lo largo de este 2019 la demanda fue más exponencial y, como consecuencia de la crisis económica, comenzaron a surgir diferentes centros de asistencia en diversos puntos del ejido urbano. “Fue algo espontáneo, donde vecinos indignados por la situación comenzaron a organizarse para dar una mano. La gente actualmente tiene necesidades que hace un tiempo atrás estaban cubiertas. Viven esta coyuntura y quienes más lo padecen son las clases más carenciadas”, destacó Bianchini.

El edil justicialista autor del proyecto explicó que el municipio “necesita trabajar seriamente en la cuestión” y, por eso, con la declaración de emergencia se busca hacer fuerza para que “el intendente obre inmediatamente en la situación”.

De acuerdo a la iniciativa, la emergencia alimentaria pública implica una faz positiva mediante la cual el cuerpo legislativo intenta dotar de herramientas al Ejecutivo para que del Presupuesto pueda cambiar partidas y direccionar una mayor parte de recursos a Desarrollo Social. “En este último tiempo se han acrecentado los pedidos de asistencia básica como alimentos o cuestiones esenciales como el gas, por ejemplo. La idea es que se atiendan esos problemas que está atravesando la población”, indicaron.

En tal sentido, Bianchini recordó que al asumir la actual gestión al municipio, a fines de 2015, le tocó ser parte de la cartera de Desarrollo Social hasta 2017 donde se observaba un acercamiento de la ciudadanía a solicitar empleo o materias primas para desarrollar sus productos manufacturados. “Cuando se trabaja en el día a día con las personas de menores recursos uno nota como exponencialmente crecen las necesidades de la población. Hay mucha demanda para con el Municipio. Hoy en día la gente se acerca con facturas de luz o agua porque no llega a pagar impuestos”.

Con el proyecto aprobado y la declaración de emergencia alimentaria en vigencia, el municipio ahora podrá destinar mayores recursos presupuestarios a Desarrollo Social para atender situaciones básicas de la comunidad cuando esta lo requiera. Por otro lado, esa misma secretaría junto con el hospital local deberá llevar periódicamente un control estadístico de niños de entre 0 y 14 años de los niveles de nutrición.