El resultado del clásico tuvo distintos corolarios para cada uno...

Uno de los más merecidos, uno de los menos dolorosos

El rendimiento colectivo e individual de Unión fue claramente superior al de Colón y por eso la victoria fue justa. Si bien perder el derby santafesino duele, el plantel y la gente sabalera se refugia en la final por la Copa Sudamericana.

Alberto “Nene” Sánchez

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Ya pasó el clásico ciudadano. El partido más esperado por los hinchas de la capital de Santa Fe. Y quedó para Unión, que gracias al tanto de Nicolás Mazzola a los nueve minutos del segundo tiempo, pudo otorgarle una alegría muy esperada, y necesaria también, por la irregularidad que venía mostrando el equipo de Leonardo Madelón, aunque venía de obtener una muy buena victoria en Mar del Plata frente a Aldosivi.

Indudablemente, el 1 a 0 fue muy merecido, no sólo por la actitud mostrada por todos y cada uno de los jugadores rojiblancos, sino por lo plasmado táctica y estratégicamente desde afuera por el cuerpo técnico liderado por Leo. A excepción de dos jugadas claras que tuvo Colón en todo el partido, una en la que la “Pulga” Rodríguez remató muy por arriba del travesaño desde el punto penal, y otra en la que Morelo convirtió pero desde una posición prohibida, todo fue para el local.

Desde el inicio, Unión se mostró más “intenso”, más “enérgico”, más “hambriento”. Ya a los 5 minutos, Bonifacio apareció sólo, pero su disparo de media vuelta con el pie derecho se fue por arriba del travesaño. Pero no todo quedó ahí, dos minutos más tarde, Damián Martínez desbordó por derecha y su centro no pudo ser conectado por Mazzola, que entró como una “tromba” anticipando a su marcador en el primer palo.

Esas dos jugadas, a poco tiempo de empezar el encuentro, cuando lo normal en todo clásico es “estudiar” lo que hace el adversario, marcaron lo que fue una costumbre en casi todo el enfrentamiento. A la intensidad que Unión le quería dar al partido, Colón pretendía tratar de hacer posesión del balón en la mitad de la cancha, pero se quedaba en la intención, porque lo hacía lateralmente y en posiciones muy defensivas, algo que favorecía al elenco tatengue.

Es verdad que habiéndose cumplido la media hora de juego el partido se “cayó”, pero eso se debió a que Unión comenzó a regular sus energías, a hacer un partido “largo” sabiendo que su adversario no lastimaba, que ofensivamente no “pesaba”, y que la “Pulga” Rodríguez y Morelo estaban “desconectados” del resto de sus compañeros.

Claro que eso tenía un motivo más que valedero, el mediocampo rojinegro estaba “ocupado” en tratar de contener a Carabajal, Bonifacio y Elías, más las subidas de Martínez por derecha y de Corvalán por izquierda. Así se les hacía muy difícil, tanto a Estigarribia como a Aliendro, de tratar de avanzar en el campo de juego.

El saldo de la primera parte fue claro. El 0 a 0 era favorable a Colón desde todo punto de vista, por la actitud propuesta por Unión y por la mezquindad de Colón.

Tarde, pero llegó

El complemento fue una continuidad del primer período. Lo único que pasó fue que a los ocho minutos, en una muy buena jugada por derecha, Vigo llegó hasta la línea de fondo y le sirvió el balón a la “Pulga” Rodríguez, quien en el punto penal le pegó de primera, pero extrañamente su remate se fue muy por encima del horizontal.

Pero una de las tantas “máximas” que tiene el fútbol dice: “Gol errado, gol en contra”. Y así sucedió. Sacó desde su arco Moyano y comenzó a hilvanarse la jugada que terminó en lo que merecía Unión: el gol. Que ciertamente nació en un error de Vigo a 10 metros del semicírculo, la pelota le quedó a Acevedo, quien lo vio a Mazzola por derecha, su pase le rebotó a Escobar en el camino, pero igual le quedó al delantero, que resolvió de la única manera que podía, anticipándolo a Burián que salió desesperadamente a cortar, pero al “picar” el balón, no le dejó chance alguna de ahogarle el grito ni al atacante ni a los 25.000 hinchas que colmaron el 15 de Abril.

Luego del 1-0, por unos minutos, todos continuó del mismo modo, hasta parecía que Unión estaba más cerca del segundo que Colón del descuento. Pero los cambios realizados por cada entrenador fueron enfriando las acciones. Los de Madelón comenzaron a sentir el agotamiento físico y los de Lavallén no tenían armas ni individuales ni colectivas para llegar a la igualdad.

El final llegó sin que Colón pudiera siquiera inquietar a Moyano, en cambio Burián debió intervenir ante Jalil Elías primero y Walter Bou después.

La victoria rojiblanca fue totalmente merecida, por ganas, por actitud, por hambre y por energía; de las más merecidas que se recuerde.

La derrota rojinegra fue porque no se animó a mostrar ni un mínimo porcentaje de lo que venía haciendo; de todas maneras, dado lo que tiene en mente para el mes que viene, seguramente será la caída menos dolorosa.

Síntesis

Unión 1

Colón 0

Unión: Sebastián Moyano; Damián Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Jonathan Bottinelli y Claudio Corvalán; Ezequiel Bonifacio, Jalil Elías, Nelson Acevedo y Gabriel Carabajal; Walter Bou y Nicolás Mazzola.

DT: Leonardo Madelón.

Suplentes: Marcos Peano, Brian Blasi, Maximiliano Cuadra y Franco Troyansky.

Colón: Leonardo Burián; Alex Vigo, Guillermo Ortiz, Emmanuel Olivera y Gonzalo Escobar; Fernando Zuqui, Rodrigo Aliendro, Federico Lértora y Marcelo Estigarribia; Wilson Morelo y Luis Rodríguez.

DT: Pablo Lavallén.

Suplentes: Ignacio Chicco, Lucas Acevedo, Gastón Díaz y Matías Fritzler.

Gol: en el segundo tiempo, a los 9 min., Mazzola (U).

Cambios: en el segundo tiempoa los 13 min., Christian Bernardi por Escobar (C), a los 19 min., Javier Méndez por Bonifacio (U), a los 24 min., Gabriel Esparza por Vigo (C), a los 30 min., Gastón Comas por Elías (U), a los 34 min., Federico Milo por Acevedo (U), a los 35 min., Tomás Chancalay por Aliendro (C).

Amonestados: Acevedo (U); Escobar, Zuqui, Vigo y Esparza (C).

Árbitro: Patricio Loustau.

Cancha: Unión.

Tres por uno. Mazzola (autor del gol), Corvalán (de buen partido) y Bou expectantes en una jugada en la cual rodean a un jugador de Colón; así fue durante casi todo el encuentro.

Foto: Manuel Fabatía