70 % del PBI

“La deuda no es impagable”

  • El ministro de Hacienda dijo que “no hay que salir corriendo” a renegociarla. El funcionario se subió al clima de campaña y se quejó del “sálvese quien pueda” de sindicalistas o intendentes.
3-HERNANLACUNZA.jpg

El ministro se quejó del “sálvese quien pueda, de tironear del mantel para ver quién se lleva la porción más grande” en medio de la crisis.

Foto: NA

 

Redacción de El Litoral

[email protected]

Télam

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, afirmó que la deuda externa “no es impagable”, y aseguró que “no hay que salir corriendo a renegociarla en los próximos dos meses”. Aclaró, sin embargo, que “no hay tiempo que perder” y que habrá un panorama favorable en ésa y otras cuestiones si en las elecciones del domingo próximo gana el presidente Mauricio Macri.

Además, sostuvo que cualquiera sea el partido que venza en los comicios hay que impulsar una “coalición proexportadora”, con el fin de afrontar “esta crisis de crecimiento recurrente” y para lo cual “hay que generar divisas de manera constante”.

En declaraciones al canal TN, el ministro sostuvo también que son necesarios cambios estructurales que “todos queremos”, pero advirtió que cuando llega el momento de determinar “quién empieza el cambio, comenzamos a jugar al Don Pirulero y que ‘empiece el otro’ ”, en referencia a “Antón Pirulero”, la canción infantil que dice “cada cual que atienda a su juego”.

“Hay sindicatos que dicen ‘no cambiemos la regulación laboral’; algunos empresarios piden ‘que todos compitan menos yo’, y hay políticos que dicen ‘hay que bajar impuestos pero no me afecten recursos’ ”, explicó Lacunza.

Contó a modo de ejemplo que cuando fue ministro de Economía bonaerense, había “intendentes que nos decían que baje el costo de las tarifas, pero no querían que se sacaran las tasas municipales”.

Al respecto amplió que hay una idea del “sálvese quien pueda, de tironear del mantel para ver quién se lleva la porción más grande”, y eso ocurre porque, aseguró, “tenemos un estancamiento institucional en las reglas de juego”.

Lacunza resaltó que en todo este tiempo “estamos aprendiendo que no se debe gastar más de lo que ingresa” y remarcó que “en todas las plataformas (políticas), el equilibrio fiscal está en primer orden”.

“Para el próximo período presidencial tenemos que hacer un acuerdo explícito o implícito que vaya evolucionando hacia una coalición proexportadora, y una coalición proempleo, porque ése es el cohesionador social”, insistió.

Lacunza reconoció que “la desigualdad es un problema en la Argentina desde hace muchas décadas y viene creciendo desde los ‘90”, ante lo cual sostuvo que “lo importante es recuperar el crecimiento y poner el auto en la ruta y que ande, ande, y no que avance 20 metros y vuelva a la banquina”.

“Hay que tener el motor afinado”, amplió la metáfora, y sostuvo que “este gobierno logró un tipo de cambio competitivo e impuestos más bajos que hace cuatro años”, lo cual derivó, dijo, en que “el vehículo que está en la banquina retome un sendero de crecimiento parsimonioso, gradual, sin euforia, de forma de crecer todos los años un 3 %”.

Subió un 29 %

El funcionario explicó que la deuda del país creció en la actual gestión “70.000 millones de dólares, que es una suba del 29 %”, pero aclaró que ello no es sólo responsabilidad del gobierno, ya que, precisó, “la deuda se determina en la ley de presupuesto, en la relación con las provincias, incluso en los fallos judiciales” con incidencia económica. “Es fruto de una interacción colectiva de todos los poderes del Estado”, enfatizó.

Lacunza señaló que la deuda pública “es alrededor del 70 % del PBI, pero no es impagable. No hay que salir corriendo a renegociarla en los próximos dos meses, pero no hay tiempo que perder”.

Si gana...

“Si gana Macri va a bajar el riesgo país, va a estabilizarse el mercado de cambios y habrá un desembolso inmediato” de fondos del FMI, aseveró; pero alertó que si gana el Frente de Todos, el nuevo gobierno tendrá que “encarar una renegociación rápida” con el organismo de crédito. El ministro destacó que “la Argentina cumplió todos los compromisos que asumió” con el FMI, y dijo que la relación con ese ente “es institucional, no de un gobierno en particular, sino del país”, aunque admitió que esa vinculación “está atravesada por la situación política” derivada del proceso electoral.