EXCLUSIVO: EL LITORAL CON EL “LOCO” GONZÁLEZ

“Acá se reían cuando yo decía que venían 30.000 de Colón”

Sacó la entrada como un hincha más y estará alentando en La Nueva Olla el sábado 9. “Lo que hago por Colón no lo hago ni por Olimpia: al Defensores del Chaco no fui nunca más”, dijo el “Loco”. Mano a mano imperdible.

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Exclusivo: el “Loco”. En el Rooftop del Sheraton de Asunción, que desde el miércoles será el búnker de Colón para la Final Única contra Independiente del Valle, la charla íntima y exclusiva con Gabriel González. Sin dudas, será el Gran Embajador Sabalero en la capital guaraní. “Sacá mi entrada por la página como cualquier hincha de Colón. Les digo que la Copa se va para Santa Fe. Tienen que confiar”, dice el “Loco”. Una charla imperdible.

Foto: El Litoral

 

Darío Pignata

(ASUNCIÓN DEL PARAGUAY / Enviado Especial)

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No importan los años. El afecto y cariño de periodista/jugador se mantiene intacto. Es que, como el mismo “Loco” Gabriel González repetirá varias veces a lo largo de más de media hora de charla en el lujoso Rooftop del Sheraton Asunción, “eran otros tiempos”.

—¿Cómo estás viviendo estas horas?

—Esperando que llegue esa oportunidad para la gente de Colón de una vez por todas. Quiero que la gente se lleve el título para Santa Fe, que vengan el 9 a disfrutar de una fiesta. Para mí es un privilegio recibir a Colón aquí en Asunción.

—¿Tiene idea el paraguayo común de la movida del sábado 9?

—Mirá, yo sigo despuntando el vicio los sábados, jugando con “viejitos” de mi edad (se ríe...). Luego de jugar, nos quedamos hablando de fútbol, como en cualquier grupo o liga de los sábados. La verdad, acá la gente no me cree lo que les digo del “Fenómeno Colón de Santa Fe”.

—¿Será que a los “Locos” la gente no le cree?

—La gente acá no me cree. Les cuento que cuando jugamos la primera final del ascenso, en el año 1995, llevamos 10.000 personas a Tucumán. Ahora es la final de la Sudamericana y van a venir 30.000 personas. Se ríen...les digo que al estadio de “La Olla” lo llena solito Colón el sábado 9.

—¿Vas a hacer de guía turístico de tus amigos?

—Sí señor: el chaqueño Pedro Uliambre, mi compadre. Y mi amigo Sergio Villanueva.

—¿Viste el partido con Mineiro en Belo Horizonte?

—La realidad es que no lo vi... lo sufrí directamente... Es así, sufrí el partido en el Mineirao... ¡Sufrí igual que todos! El primer tiempo fue muy a favor de Mineiro. En el segundo tiempo, Colón iba y venía, con el partido abierto. Descontó, llegaron los penales y la metió el “Pulga”.

—¿Qué pensás de los penales?

— Yo tengo una idea: para mí, como siempre, los penales es suerte. Es pura suerte. Eso sí, estoy seguro de que con esa llegada, después de zafar como zafó en el Mineirao, Colón se lleva el título. Le digo a la gente de Colón que venga a disfrutar y que se lleven el título de Paraguay.

—¿Cómo maneja un jugador una Final Única con más de 30.000 personas propias, las de Colón, contra poquitos ecuatorianos?

—Acá hace rato sabíamos que vienen muy pocos ecuatorianos. Mirá, cuando empieza el partido, se escucha el silbato adentro de la cancha y se termina la ansiedad. Llega el partido y muchas veces hay que hacer las cosas lo más sencillo posible. Colón llegó a una instancia decisiva y difícil como Mineiro; sin embargo lo superó.

—Hace un rato nombraste al “Chaqueño” Uliambre y al “Sordo” Villanueva.

—Clarooo.

—¡Pero la realidad es que en Santa Fe el “Chueco” Miguel Robledo te sacó campeón con 50 años en la UNL de la Liga Santafesina!

—¡Es cierto, tenés mucha razón! Me acuerdo el esfuerzo que hacía; viajaba los jueves, descansaba los viernes y jugaba los sábados. Siempre le presté mucha atención al cuidado personal y fue un orgullo salir campeón a los 50 años con la Universidad.

—“Loco”... ¿sos de guardar camisetas de tu pasado como jugador?

—Casi nada. Es más te digo algo: de Colón tengo pero de Olimpia de Paraguay ninguna.

—¿Te gusta verte en la tele y recordar goles o partidos viejos?

—No, la verdad que no. Es más, no fui más a la cancha. Me cansé después de 40 años metido en el fútbol: fueron 20 como profesional y 20 para llegar. Ahora voy a pescar, juego al fútbol con amigos, recorro el país entero y hago muchas cosas a beneficio de la gente. Le pedí a Dios que me dé salud para ayudar a los que menos tienen.

—¿Dónde vas a ver la Final Única el 9 de noviembre?

—Ni me fijé, pero ¡tengo las entradas... saqué dos entradas por la página! Como cualquier hincha de Colón. Me puse mal porque no le pude sacar a los demás. Era un trámite personal con la cédula de identidad. Conseguí para mi sólo y un acompañante.

—¡Se te metió en serio Colón en la piel, “Loco”!

—Es que voy a ir a la cancha por la gente de Colón. Hace años que Olimpia de Paraguay me da pase libre, pero no voy nunca a verlo al Defensores del Chaco.

—¿Qué le dirías a la gente de Colón que se queda allá en Santa Fe y no puede venir acá para la Final en “La Nueva Olla”?

—Que aprovechen igual, no siempre se juega una final. Les deseo éxitos. Yo se cómo sufren, porque yo lo viví en carne propia. Yo ese día de la revancha con San Martín de Tucumán les veía las caras... Esa vez, en dos días se agotó todo en la cancha de Colón. Mis hermanos se sorprendieron: hacían la fila, había diez cuadras de cola. Cuando dijo que era mi hermano, se abrieron todos y lo hicieron pasar directo a la cancha. Yo les deseo éxitos a Colón y que ese título se vaya para Santa Fe. Vamos a salir campeones el 9.

—¿Imaginás que lo hará “a lo Colón”... sufriendo?

—Ojalá que sea holgado, pero les quiero decir algo: normalmente a una final uno la sufre. Pocas veces una final de Copa es fácil. Nunca es fácil una final.

—Y si hay penales, está Burián.

—Es pensante Burián, por eso ataja tantos penales. Encima ahora con este tema de uno de los pies apoyados sobre la línea, algo que es más difícil para los arqueros.

—Hablando de penales... ¿escuchaste esa “locura” en cuanto a que esa noche del 98 en el Defensores del Chaco, por la Copa Libertadores, no le quisiste hacer el gol a Colón?

—Mirá, eso fue así: atajó Burtovoy y fue mérito del arquero. Insisto: cuando los “monos” están atrás, se mueve todo. Los mejores jugadores del mundo fallaron penales.

—Avanza la charla y surgen los recuerdos.

—¿Por ejemplo?

—¡El “cachetazo” o “bife” al “Coco” Ameli en medio de un partido!

—(se agarra la cabeza).

—Al otro día me contó el “Buche” (N.de R.: Nelson Pedro Chabay, DT de ese equipo que ascendió en 1995) que a las dos horas apareciste en la cena y le pediste disculpas al “Coco” adelante de todo el plantel...

—El que no reconoce su culpa está complicado. En el fútbol hay mucho nervio adentro pero afuera somos todos tranquilos. Igual, lo que pasa en la cancha debe quedar en la cancha.

—¿De esos 14 goles en Colón con cuál te quedás?

—Uno a Unión, el de lejos, pegó en el palo y entró el día del 3 a 1. ¿Y las dos jugadas a Uliambre para que haga goles! También uno a San Martín de Tucumán, de lejos.

—A pesar de la rivalidad: ¿te sentiste respetado por la gente Unión en Santa Fe?

—Sí, claro. Voy a contar una anécdota: un tarde llamé un taxi para ir a la cancha a practicar. Cuando viene, el taxista era de Unión. ¿Cuánto le debo?, le pregunto. “Nada”, me dijo. “Es un privilegio traerte y no cobrarte”, me acuerdo como si fuera hoy. Para lograr eso hay que comportarse, ser respetuoso.

—¿Qué otra cosa recordás de ese año 1995?

—El clásico 2-1 en Unión con dos goles míos. Cuando salimos de la cancha de Unión, el bus hasta la cancha de Colón demoró más de dos horas en llegar. No podíamos avanzar por la cantidad de gente. ¡Lo cuento acá en Paraguay y no lo entienden!

—Pensar que hay gente que juega 20 años en un club y pasa sin pena ni gloria. A vos en un año te alcanzó para quedar en la historia y en la memoria popular del hincha de Colón...

—En Olimpia estuve más tiempo, gané más títulos, metí más goles, sumé más gloria. Fueron 10 años con Supercopa, Libertadores, Recopa, una Copa en India. Pero es distinto, acá somos mucho más fríos. En Argentina es distinto. Allá en Colón jugué un año y me idolatran. La gente de Paraguay va a Santa Fe, me nombran y le abren las puertas.

—¿Imaginás entrar caminando el sábado 9 a La Nueva Olla y que la gente de Colón te “descubra” antes de la Final?

—(hace un largo silencio, se emociona).

—¿Te puede dar un poco de vergüenza?

—No, al contrario. Ahora es cuando entiendo lo que fuimos. Cuando vos jugás al fútbol parecés intocable. Una sonrisa, la foto, una firma. La gente te aprecia y te quiere por lo que sos.

—Me quedé pensando en una frase tuya: “De los tablones a la Final de la Sudamericana, todo gracias a Vignatti”...

—Es todo de Vignatti. Bah, no sólo de Vignatti, también los que hicieron bien las cosas después las canchas, hotel, predio. El tema es que ahora queda Vignatti de vuelta. Este señor es un ganador y lo va a conseguir. Me llevo muy bien con José. Siempre nos dijimos las cosas de frente. Nunca fui “pedigüeño”. Vignatti mira muy bien el fútbol, te exige y tiene los pies sobre la tierra.

“Vignatti cambió la historia”

—Pensar que el club que juega la Final Única es el mismo que estaba anclado en la “B” sin poder salir a flote en 1995, “Loco”...

—¡Uff, cuántos recuerdos!

—De los tablones al estadio completo de cemento cerrado en el Cementerio de los Elefantes.

—Está hermoso el estadio de Colón, lo veía el otro día por televisión desde acá. En esos tiempos era muy complicado Colón, eran esos vestuarios tan chiquititos... prácticamente sin ropa en la utilería. Sólo los consagrados teníamos ropa; el resto complicadito cuando arrancamos.

—¿Por qué un club crece tanto así?... De la nada en la “B” a casi todo con esta Final Única de la Copa Sudamericana.

—Porque la mentalidad del dirigente, en este caso Vignatti, es lo que cambió todo en Colón. Si el dirigente pretende alto y apunta alto... el club cambia. Ahí está, Colón cambió y sólo faltaría este campeonato y esa estrella. El día que se consiga la primera, todo será más fácil. El día que se consiga uno será histórico. Y estamos tan cerca...!!!

—¡En su momento, cuando llegaste, era bravo José para ir a pelear los premios! ¿Cómo era aquel Vignatti del ‘95?

—Era complicado Vignatti, pero como era un empresario siempre tuvo todo muy claro. Pasa que no es fácil, no hay que dar lo que uno no tiene. Él siempre me decía: “¿De qué sirve ofrecer o prometer 20 si lo que tengo es 5?”. ¿Cómo voy a tirar la casa por la ventana si no tengo la plata en la mano? Hay que ir de a poco.

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Sigue jugando al fútbol. El Litoral encontró un Gabriel González impecable, que todos los sábados despunta el vicio y juega a la pelota. “Con los viejitos”, aclara entre sonrisas. Tiene toda su historia en Colón grabada en la memoria: “Me acuerdo como si fuera hoy de los 14 goles y las 28 asistencias”.

Foto: El Litoral

“Pulga es vivísimo y Bichi inalcanzable”

—El otro día, en una nota, le preguntaron a José Vignatti por los tres máximos ídolos: vos, el “Bichi” y ahora el “Pulga” Rodríguez. ¿Qué pensás?

—Siempre es la gente la que elige.

—Hablame del “Pulga”...

—Es muy vivo, muy práctico. El Pulga es vivísimo jugando al fútbol.

—¿El “Pulga” tiene cosas del “Loco” y aquel “Loco” tenía cosas del “Pulga”?

—(piensa, hace silencio, se ríe...).

—Es que en el Mineirao pateó un penal y se fue riendo casi al mismo tiempo que impactaba el balón.

—Lo pateó con mucha seriedad... y cuando vio que ya iba al arco, tranquilo, se empezó a reír... descargó todo con esa sonrisa. No creas que todo es fácil ahí adentro. En el fondo estaba complicado, no creo que sea fácil patear esos penales en el Mineirao con 50.000 personas en contra.

—¿Y el “Bichi”?

—Fuertes es un tipo inalcanzable para la historia de Colón. Hizo mucho por Colón de Santa Fe.

—Ahora contame algo del “Loco” González.

—Estuve muy poquito en Colón, apenas un año y nada más. Muy poquito. Hice un par de goles. Agradezco que me aprecien porque me quieren, me recuerdan, me idolatran. Hice mi partecita también.