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“Oceánica, poemas aparecidos”: desde la epifanía hasta navegar por nuevas aguas

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“Oceánica. Poemas aparecidos”, de Estanislao Giménez Corte, se presentará el próximo jueves 7 de noviembre a las 18:30 en el aula 1.28 de la Universidad Católica de Santa Fe, en una presentación que mezclará literatura y música.

Foto: Gentileza

Alejo Paris

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Una idea que se materializa en forma de revelación; esa, quizás, podría ser una aproximación a la noción de epifanía. Un concepto que, en la literatura, genera controversias. Habrá y, efectivamente, hay quienes afirmen que la narrativa no entiende de revelaciones, de epifanías que se le presenten como un acto de Harry Houdini al escritor de cuentos y/o novelas. Habrá quienes digan que, de existir un momento de revelación en el proceso creativo del artista creador de historias, solo será un pequeño eslabón de un proceso que tiene mucho más de labor intelectual que de revelación. En el ensayo libre, por otra parte, la epifanía parece poco probable. Imaginar que una revelación puede ser el origen de una obra que exhibe un ejercicio de esgrima argumentativa, fruto de un proceso racional, parece imposible. Pero, en la poesía, la cosa parece distinta. Por lo menos así lo manifiesta Estanislao Giménez Corte; Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Católica de Santa Fe), Magister en Diseños de Estrategias en Comunicación (Universidad Nacional de Rosario) y Doctor en Comunicación Social (Universidad Nacional de Rosario); que concibe a la poesía como una revelación.

Giménez Corte se desempeña como editor de las páginas de opinión del diario El Litoral, como docente en la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) y en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Pero, además, tiene un gran recorrido por el espectro literario. Lleva publicados tres libros: “Miscelánea breve” (un compendio de relatos y ensayos), publicado por la editorial de la UNL en 2014; “Borges periodista. Usos de la metáfora en textos para prensa” (una tesis de maestría), publicado por la editorial Biblos en 2016; “Conversación junto al fuego” (un compendio de ensayos), publicado por la editorial de la UNL en 2018; y ya palpita la presentación oficial de su último libro, titulado “Oceánica. Poemas aparecidos” (UCSF, 2019). La cita será el próximo jueves 7 de noviembre, a las 18:30 en el aula 1.28 de la UCSF. Giménez Corte —que en su faceta literaria se reconoce mayormente como ensayista— incursiona (en materia de publicación) por primera vez en la poesía. El subtítulo del libro, “Poemas aparecidos”, explica Giménez Corte, tiene una doble lectura: una es la de la epifanía; la otra es la de revisar el archivo de hace años y que hayan aparecido muchos de estos poemas.

“Nadie puede escribir poesía. La poesía aparece” rezan los primeros versos de “Manifiesto 1”, el poema que abre el libro. Giménez Corte ilustra con su pluma lo que expresa con su voz, la idea de que en la poesía sí existe la epifanía. Se puede pensar que, en cuestión de géneros, el ensayo y la poesía son antagónicos. En ese sentido, no deja de ser un gran paso en el recorrido literario de un autor —que se reconoce como ensayista— animarse a la poesía. Pero Estanislao advierte que “existe una conexión entre el ensayo y la poesía”, explica que “en el epicentro del ensayo convergen filosofía y poesía. Los textos de los grandes ensayístas —de Borges a Berger— expresan el pensamiento en un tono poético literario. Por eso, existe una vinculación. Además, toda persona que escribe regularmente ha escrito o se le ha caído una poesía”.

La presentación

Oceánica será presentado en un marco interdisciplinar, donde se fundirán una misma pieza artística letras y notas, literatura y música.

“Será un recital de poesía. Es algo que ha sido replicado en diferentes oportunidades: Borges con Pedro Aznar (en grabaciones), Borges con Piazzolla, Juan Gelman con Rodolfo Mederos, con las diferencias evidentes, entre otros”, explica Giménez Corte. En este caso, la melodía que acompañará el recitado de poesías estará a cargo del músico y pianista Daniel ‘Puchi’ Paloantonio. Entre el repertorio del músico habrá dos obras pensadas a partir del libro, que “generosamente Daniel escribió”. Susana Ibañez, Doctora en literatura inglesa y escritora (premio literario de Córdoba en 2017), escribió el prólogo a la obra y estará a cargo de la apertura de la presentación. Además de ser la autora del prólogo, Ibañez fue una fuente de consulta que el autor utilizó a la hora de corregir y revisar los materiales a partir de una lectura “no condescendiente”. Así lo manifestó el propio Giménez Corte, que destacó el excelente prólogo de Ibáñez.

Desafío y producción

El autor manifiesta que “esta publicación es algo inesperado. Tengo un respeto reverencial por la poesía, por eso nunca había pensado en publicar estos textos. Implica un trabajo muy arduo en un montón de aspectos que yo no he seguido de forma regular”. Además agrega que “al principio, por una cuestión de tiempo, me vi ante la duda si aceptar o no, porque fue todo muy rápido. Pero la editorial me puso una saludable presión, una favorable dead line, porque terminé escribiendo varios textos nuevos”.

Giménez Corte también expresa como es (y ha sido) su relación con la poesía: “Siempre lo he visto como algo lateral a mi labor central como ensayista, investigador o narrador. Pero también me he dado cuenta que es algo constante en mí a lo largo del tiempo; de manera vocacional, siempre escribí poesía”.

En consonancia con esto, Estanislao comenta cómo fue armar un libro de poemas que reúne letras de este tiempo y de otro más atrás: “Cuando la editorial de la universidad me convocó, empecé a buscar de mi archivo cosas que tenía escritas con formato poético desde los 20 años más o menos. Hice un trabajo de relectura y de reescritura de versos viejos, intentando eliminar lo accesorio, fue una especie de viaje en el tiempo”. Además, en relación a sus últimos poemas, explica que lo que hizo durante este año fue escribir textos nuevos. Sobre los temas abordados, comenta que son los temas de siempre, pero revisitados por su mirada: los hijos, las relaciones, el tiempo. “En este libro conviven versos escritos hace muchos años, revisitados por la actualidad, y poemas nuevos. Es una gran alegría porque es algo que yo no tenía contemplado ni publicar un libro este año y menos que sea de poemas. Quiero destacar el trabajo de Graciela Mancini (Directora de la editorial de la UCSF), como una editora ocupada y comprometida, que me incentivó para que este libro saliera a la luz; y el diseño de Mariel Mambretti, que logró un producto muy bello”, se sinceró el autor.

El estilo

El autor comentó que, en cuanto a las formas poéticas, las formas tradicionales como el soneto, el alejandrino, el terceto, el endecasílabo, etc, pueden pensarse como agotadas por los grandes poetas o quizás pertenecientes a otro momento. Además, agregó: “Por otro lado, más allá que yo nunca hice de la poesía una práctica profesional, uno se siente encorsetado y no se halla (en esas formas)”. Agrega que le parecen “alucinantes” los sonetos, pero que en él podrían verse como algo forzado. Explica que “en cuanto a la rima, a veces ocurre que se sacrifica el sentido por el sonido y el ritmo. Se pierde lo pulsional y lo espontáneo y es, quizás, meterse en un corset en el que no te hallas”.

“Yo hago verso libre, en textos sin signos de puntuación. Trato de generar una rítmica propia al interior del texto, una cadencia; pero por supuesto que no invento nada, esto ya lo hacia Girondo hace mucho (y otros). Hay ritmo y pausas que tienen que ver con las propias palabras y no con los signos de puntuación”, expresó. Pero también, en relación con lo mencionado antes respecto de las formas más clásicas, advirtió: “Puede ser que sea más cómodo el verso libre, que fluya de forma más espontánea”.

Giménez Corte expresó que la estética de sus poemas podría definirse como “una especie de realismo; es decir, una poesía no excesivamente ornamentada y que pretende ir directamente al hueso”. Se reconoce influenciado por el estilo de Charles Bukowski. Y entre sus poetas predilectos menciona, al pasar, en un racconto desordenado, a Baudelaire, Pizarnik, Borges, Georg Trakl, Rimbaud y otros.