Entrevista al secretario general de UPCN

Para Molina, la cláusula gatillo no se puede quitar

Subraya que la política salarial de 2019 no está en discusión. Asegura que los salarios van a seguir actualizándose según la inflación. Confía en la negociación con el próximo gobierno de Omar Perotti.

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Jorge Molina, secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación, sostiene que tras las Paso, el PJ “subestimó” la reacción de Cambiemos.

Foto: Flavio Raina

 

Luis Rodrigo

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—Hay declaraciones de funcionarios que cuestionan la cláusula gatillo y advertencias de que no se va a poder pagar.

—Como UPCN nos manifestamos en el marco de la intersindical de gremios estatales, y la totalidad de las entidades sindicales salimos a defender la cláusula gatillo, que está firmada, y a rechazar la posibilidad de que sea alterado el acuerdo salarial de este año. Más allá de cualquier expresión de un funcionario, lo que cuenta es la letra de lo que está firmado.

—¿Son expresiones que más tienen que ver con la transición, con las tensiones políticas de estos meses, o hay razones económicas?

—No tengo elementos para decir cuál fue el fundamento que lo llevó al ministro (Pablo) Farías a plantear este tema. Cada tanto, hay declaraciones de los funcionarios manifestando preocupación por los recursos provinciales, pero eso no debe afectar los compromisos asumidos por el Estado, en este caso por el Poder Ejecutivo que ha establecido la aplicación de la cláusula gatillo para el acuerdo salarial de 2019.

No sé si éste es un problema de la transición de un gobierno a otro, o si obedece a razones de otro orden. Con todo respeto, no nos importan, a los fines de la vigencia o no de lo que hemos firmado, las declaraciones de los funcionarios. Lo que está vigente es el acuerdo salarial que se viene cumpliendo. Los acuerdos deben cumplirse por la continuidad jurídica que tiene el Estado. No tenemos ninguna duda de la vigencia de la política salarial acordada para este año.

—Hay algunas expresiones desde quienes parece que van a integrar el próximo gobierno que también cuestionan la cláusula gatillo.

—A nosotros no nos consta que haya un planteo de la próxima gestión, en contra de los acuerdos alcanzados para las políticas salariales de los trabajadores. El gobierno provincial que se está yendo debe cumplir lo que hemos acordado, porque está vigente y en su momento hablaremos con las próximas autoridades.

El contador Perotti va a desplegar su gabinete luego del 11 de diciembre y será entonces cuando comencemos a conversar. Entonces podremos hablar, cuando asuman las nuevas autoridades. Recién ahí veremos qué piensan los próximos funcionarios, en el marco formal de las conversaciones paritarias.

—Ya hay, de todas formas, algunas señales claras desde los integrantes de la Comisión de Transición, que advierten que no van a poder sostener esa modalidad.

—Nosotros nos manejamos en el marco de una paritaria que está establecida por ley. Y en ese marco institucional conversaremos. La forman los gremios del sector y funcionarios provinciales y allí tendremos las discusiones salariales. Seguramente escucharemos, en esa instancia, las opiniones del próximo gobierno y las autoridades escucharán las nuestras.

—Además de un dirigente sindical Ud. es un dirigente político. ¿Cuál es su lectura de las elecciones en el país?

—Creo que en el sector que había ganado con comodidad las Paso hubo cierta subestimación de la capacidad de reacción del oficialismo, del gobierno nacional. Se dio por ganada la elección y no fue la misma la intensidad en la militancia para convencer a la comunidad que vote por el PJ. En cambio, sí la tuvo Juntos por el Cambio, que levantó ocho puntos.

Fernández mantuvo su voto, sin poner en juego su triunfo, pero eso permitió una recuperación del gobierno saliente, al que le había ido pésimamente en las primarias.

—¿Sorprende?

—Sí. Y habría que hacer un análisis mucho más profundo, porque si se revisan todas las variables económicas y sociales, los resultados de la gestión nacional son muy negativos: de la inflación al dólar, pasando por la desocupación y la pobreza. Macri no puede exhibir ni un solo indicador que esté mejor, que haya avanzado en algo, respecto de como recibió al país en 2015.

También hay que observar que hay franjas de la sociedad argentina que son irreductibles: una parte que nunca va a votar al peronismo y otra que jamás votará por los liberales.

—Los famosos núcleos duros. Por eso importan tanto los demás.

—Siempre existe una mayoría, que se compone por sectores medios y laburantes, que por ejemplo en 2015 se fueron con Macri y que ahora ha votado por Alberto Fernández.

—¿En Santa Fe pasó lo mismo que a nivel nacional? ¿Al peronismo le faltó intensidad?

—Sí. Entiendo que no hubo un gran activismo para la fórmula presidencial, y tampoco para diputados, y por eso no se pudo sostener a esos votos de los sectores medios que usualmente acompañan al peronismo. En Entre Ríos, hubo prácticamente un empate, pero aquí el resultado fue más claro en favor del macrismo.

—¿Y a la situación política provincial, cómo la ve?

—Esta es una transición inédita. En los últimos doce años, los cambios fueron de gobiernos socialistas a otro del mismo partido. Ahora hay un cambio de signo político y se han generado tensiones, rispideces. Eso no tiene por qué ser así y, definitivamente, eso no es bueno para la sociedad, para los santafesinos. No es bueno para la democracia, se generan preocupaciones en la gente, ruidos que hacen que se pierda el tiempo, que probablemente tenga que haber correcciones posteriores...

Sería mucho mejor que las cosas se acuerden, que haya un camino de diálogo y de razonabilidad entre el gobierno saliente y el entrante.

Por otro lado, también vemos algunas tensiones internas dentro de lo que es el peronismo, justamente -supongo yo- en la mirada de la conformación del futuro gabinete. Pero entendemos que la autoridad al respecto la tiene, claramente, el gobernador electo.

—¿Cuál es su mensaje para los afiliados a UPCN en este contexto?

—Nos preocupa que en algunos sectores del Estado provincial se están discontinuando contratos. Es un problema que hemos planteado desde hace años, el reclamo a planta permanente de los compañeros contratados. Pero lamentablemente no hemos llegado a una solución con este gobierno. Esperamos poder hacerlo con el próximo, pero en esta coyuntura nos preocupan sobre todo esos contratos.

Es un principio elemental del derecho laboral: por el mismo trabajo corresponde el mismo sueldo, les corresponde el mismo marco jurídico de beneficios y obligaciones para los trabajadores. Es siempre uno de los objetivos de la organización gremial que se regularicen estas situaciones. Realmente nos preocupan. Hay casos en Educación, también con horas cátedras que quieren cortar, y exhortamos al gobierno a no hacerlo. Vamos a insistir con el pase a planta de esos 1.500 ó 1.600 compañeros que, con regularidad, trabajan en el Estado.