Escenarios

Las declaraciones de un ruralista a favor de las retenciones disparó duros planteos del resto de las entidades nucleadas en CRA.

Federico Aguer

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Esta semana, Matías de Velasco encendió la mecha. En un programa periodístico de llegada nacional, el titular de CARBAP (Confederación de Rurales de Buenos Aires y La Pampa) manifestó que el sector “debía tener los pies sobre la tierra”, por lo que “no era momento para sacar las retenciones”. Si bien planteó que a futuro habría que “desarticularlas”, opinó que el campo “no es egoísta” y que el gravamen debería actualizarse por la devaluación.

Acto seguido, se generó una andanada de críticas y planteos por parte de las propias entidades “pares” de CARBAP, tales como CARTEZ (de Córdoba) o la misma CARSFE, de nuestra provincia.

En este sentido, la entidad santafesina expresó su “total rechazo ante versiones referidas a la continuidad de los derechos de exportación, que refiere a las retenciones a los productos agropecuarios”.

La entidad se hizo eco de las cifras elaboradas por la Bolsa de Comercio local, que estima que en los primeros seis meses de este año, a partir de la producción de los complejos de soja, girasol, maíz, trigo y biodiésel, la provincia tributó un monto superior a los $ 54 mil millones. “Cifra que se transfirió a las arcas nacionales, y que empobreció a la economía cotidiana del interior provincial”.

Y agregaron que el sector se encuentra sumido en una “profunda asfixia tributaria”, tanto sea a nivel nacional, provincial y municipal o comunal.

Lo cierto es que el tema se trató en la reunión de comisión de CRA en Buenos Aires. Allí, Dardo Chiesa (presidente de la confederación ruralista), negó haber recibido algún llamado para integrar el gabinete nacional, dejando de lado -al menos por ahora- los rumores que lo colocaban como reemplazante de Etchevehere.

Por otro lado, las entidades provinciales debatieron qué estrategia adoptar a partir del 10 de diciembre. En ese sentido, analizaron distintos escenarios, que dependerán de la definición de la interna de poder en el mismo gabinete, seguramente en los primeros 6 meses de gestión.

Lo cierto es que lo más angustiante pasa por el contexto económico, donde un desdoblamiento cambiario con retenciones a las exportaciones, se vislumbra como el peor escenario.