El peronismo según Fidanza

“Mucho realismo y plasticidad”

“Los desafíos hacen que Alberto Fernández tenga que mostrar capacidad política y de liderazgo”, dice el sociólogo. Disertó en el Paraninfo de la UNL invitado por la Federación de Centros Comerciales de Santa Fe.

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“Percibo en distintos actores de la política, oficialistas y opositores, una intención, a veces explícita a veces implícita, de aislar el kirchnerismo”

Foto: Flavio Raina

 

Gabriel Rossini

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Los resultados de las elecciones del 27 de octubre no soprendieron a Eduardo Fidanza. “Ocurrió lo esperable. Luego de un año y medio de una crisis económica muy severa era muy difícil pensar que Macri iba a ser reelecto”, dice, al tiempo que señala que la victoria de Alberto Fernández genera, entre otras cosas, incertidumbre porque “iniciará el gobierno en una situación económica crítica: por un lado Argentina no tiene financiamiento, moneda, ni capacidad de ahorro y tiene que mostrar hacia adentro y hacia afuera que tiene un programa de crecimiento que generará los superávits necesarios para afrontar sus compromisos; y por el otro lado deberá atender las demandas de los votantes con una economía familiar muy restringida donde cae el poder adquisitivo del salario y se pierden empleos. A ellos hay que darles una respuesta porque Fernández no llega al gobierno para prolongar el ajuste”, dice en una entrevista con El Litoral.

-El peronismo ha mostrado hasta ahora ser eficiente para adaptarse al contexto en el cual le ha tocado asumir.

-Gran plasticidad. El punto ahora es que no avizoro en los próximos meses que esa reactivación del mercado interno tenga lugar, que se le pueda poner inmediatamente plata en el bolsillo a los argentinos. Hay pendiente un programa económico que tiene que ser muy inteligente, con sintonía fina para atender a los sectores que necesitan sin demoras mejorar su situación, postergar a otros y obtener la legitimidad política suficiente para que la gente le de un crédito temporal al gobierno.

-Alberto Fernández no es un dirigente territorial; fue un buen armador político ¿Cuál es su fortaleza?

-El hecho de que Cristina Kirchner se haya asignado la vicepresidencia y le haya pedido que ocupe el cargo de presidente siendo que es un político con mucha capacidad pero sin territorio ni votantes, contradice el sentido común de la política y de alguna manera plantea la pregunta de si conducirá el que tiene el cargo más alto o el que tiene la jefatura política. Antes de llegar a este acuerdo ambos tuvieron disidencias muy profundas; tenemos elementos para pensar que hay probabilidades de que el conflicto escale y requiera en un plazo no demasiado largo de una resolución. Sería una combinación prometedora si los argentinos le dan a Fernández un crédito y si la ex presidenta tiene un perfil bajo.

-Hasta ahora Cristina lo ha tenido.

-Sí. Creo que no hay que hacer escenarios catastrofistas. El peronismo ha mostrado mucho realismo y plasticidad para adaptarse a las circunstancias. Hay gente a la que le cuesta entenderlo porque en Argentina hay no peronismo, que es legítimo, pero hay antiperonismo y su fase superior que es el gorilismo. Hay gente que considera que el peronismo es un error histórico y los peronistas un error genético. Esa es una posición insostenible. El peronismo ha tenido una cantidad de efectos históricos y responsabilidades muy severas pero a su vez ha demostrado una capacidad de adaptación muy grande y de interlocución de la sociedad argentina como es y no como deseamos que fuera. Esa capacidad de interlocución tal vez le permita administrar una crisis con mayor probabilidad de éxito que al no peronismo. Hoy la sociedad no tiene la ilusión y la frescura democrática que tenía por ejemplo en 1989 y además estamos en un contexto internacional y regional muy adverso, América Latina está estancada y es la región mas desigual del mundo, lo que ha generado protestas contra gobiernos de distinta orientación.

-En las anteriores dos crisis el peronismo asumió con contextos internacionales favorables. Hoy la economía mundial marcha hacia una recesión, hay una guerra comercial entre EE.UU. y China.

-Hay que ser capaces de tener una caracterización correcta de cuales son los procesos que están ocurriendo a nivel mundial y como repercuten en la región y en nuestro país. Cuando Macri y su equipo llegaron al gobierno en 2015 hicieron una apuesta al libre comercio cuando la economía mundial se estaba cerrando, le enviaron señales de amor y paz a Obama pero el presidente fue Trump. Se demostró que el diagnostico falló. Mi impresión es que este peronismo también tiene dificultades para captar los procesos mundiales y elaborar un programa de modernización racional, donde se pueda recapitular en que país estamos, cual es el momento histórico y económico, que es lo que es factible hacer y que no. Me parece muy importante que se pueda minimizar el debate ideológico e ir al de políticas publicas.

-Con Alberto Fernández parece que volverá a la cancha un equipo que estuvo ausente los 12 años de kirchnerismo y que es el de los gobernadores.

- No solamente Alberto Fernández podría tener eventualmente un conflicto con Cristina Kirchner sino que al interior de la coalición tiene que negociar con dirigentes políticos que tienen votos propios como Sergio Massa o además de votos territorio, como los gobernadores, que tampoco son un grupo homogéneo, pero es interesante la presencia de los gobernadores porque dan este tinte de pragmatismo, de administración, de razonabilidad, de saber que se puede hacer o no. Creo que tienen su propia interna con el kirchnerismo y percibo en distintos actores de la política, oficialistas y opositores, una intención, a veces explícita a veces implícita, de aislar el kirchnerismo. Cristina no es un desafío al sistema sino pertenece al sistema, ha respetado el resultado electoral, garantizó las libertades constitucionales y respetó el Congreso. Pero su interpretación de la democracia es lo que se llama “democracia radicalizada” que plantea una escisión entre el pueblo y sus enemigos y una lucha por la hegemonía.

-Probablemente ella lo sabe y por eso prefirió ocupar un segundo plano.

-Es muy importante el rol de Cristina porque ella tiene una capacidad de liderazgo y de imaginación política que no tiene ningún dirigente en Argentina. Veamos solamente su brillantez táctica para generar la formula con Alberto Fernández.

-Además tiene una gran influencia en un sector de la sociedad que va a ser muy difícil de contener que es el de la clase media empobrecida.

-Si uno analiza fríamente los resultados electorales, no han sido tan buenos para Alberto Fernández.

-¿Adhiere a la teoría de que el ganó perdió y a la inversa?

-Puede ser. El electorado argentino, que es una suma de voluntades, no una entidad, conformó una serie de equilibrios, más o menos estables entre oposición y oficialismo y al interior de las coaliciones. Una de las cosas que hay que ver es la coincidencia muy alta entre necesidades básicas insatisfechas y sectores económicamente postergados y el voto al Frente de Todos. La capacidad de una persona moderada como Alberto Fernández para disputar el voto clase media y media alta ha sido muy menguada. Cristina tiene el argumento de que los votos a su coalición son afines a ella. Pero dependerá de la capacidad del programa que desarrolle Alberto para darle respuestas a los sectores mas postergados que no son las que cobran planes, sino a la clase media baja que fue muy castigada.

-Este sector fue decisivo en la victoria de Macri en 2015.

-Por supuesto. Y esta es otra cosa que Cristina y Alberto tienen que tener en cuenta. El voto que recibió el Frente de Todos es mayoritariamente de protesta contra el gobierno de Macri.

El futuro de Macri

-¿Como imagina el futuro de Macri? Esta semana dijo que hay gato para rato.

-En Argentina hay implícitamente dos partidos: los republicanos y los populistas. Ahora, a pesar de todo eso Macri es un político perdedor cuyo gobierno termina en un fracaso. Pero no todos son perdedores en Cambiemos, empezando por Horacio Rodríguez Larreta y el radicalismo que termina mejor por lo que se quejaban que era que no los dejaban gobernar. Creo que la gente percibió que el radicalismo no tomo las decisiones equivocadas entonces hay una cierta benevolencia. Si Macri va a ser el jefe de la oposición a mi modo de ver no va a poder ejercer un liderazgo unipersonal.

-Además pierde una cosa muy importante que es el aparato del Estado, que le da una gran ventaja a quien lo tiene.

- Si retomamos la idea de que hay un cierto consenso implícito de aislar el kirchnerismo, no nos sorprendamos que se forme albertismo más oposición versus kirchnerismo. Todo eso es un juego abierto. Ahora, si el margen de maniobra de Alberto Fernández en cuestiones económicas es mínimo por lo cual tiene que darle lugar a una política racional y postergar logros en materia de mejoras inmediatas, la cuestión es si la compensación no va a venir en el plano cultural o simbólico, que es complicado ante una eventual batalla cultural que se desarrolle en los medios de comunicación, las universidades.

-¿Le parece que ese es el perfil de Alberto Fernández?

-No, pero eso puede surgir de una división del trabajo implícita donde haya rigor económico mientras se abre un gran debate. Fernández dice yo soy lo mismo que Cristina pero creo que lo debemos pensar como esas declaraciones al final, vaya uno a saber bajo que presiones. Ahora, si seguimos el discurso y las declaraciones de la coalición que se hará cargo del gobierno, podríamos encontrar a quienes hablan de la reforma de la Constitución, de la Conadep del periodismo, hay toda una miscelánea de discursos confrontativos pero también hay otro sector muy importante que piensa de otra manera.

-Si algo demostró el peronismo es ser pragmático.

-Por supuesto. Además, en la medida que se convierte en el partido dominante, tiende a reproducir en su seno las posiciones mas divergentes.

-¿Que percibe para los próximos meses?

-No entreveo un conflicto severo inmediato. Creo que por seis meses el gobierno probablemente contará con el crédito de la población, Cristina con bajo perfil y la colaboración de la oposición. El tema es que los problemas son tan graves que si después de ese tiempo de gracia no se avizora una solución va a haber un replanteo en el gobierno y no sabemos que va a surgir allí.

Calma argentina

-En los últimos días se dijo que en Argentina no hubo protestas como en Chile y otros países porque la gente canalizó su bronca votando.

- Hay un artículo de unos historiadores de Princeton que dicen que hoy en la región el caso atípico es Argentina porque los argentinos protestaron votando en vez de salir a la calle. Es una hipótesis. El peronismo ha demostrado capacidad de contención del conflicto social violento o agresivo. Ahora tenemos los movimientos sociales que en su gran mayoría hacen esa misma tarea. Mucha gente dice que Grabois es parte del problema y yo creo que puede ser parte de la solución. Ahora, hay fenómenos nuevos que no se hasta que punto este peronismo, que tiene dificultades para renovarse conceptualmente comprende. Los grandes sindicatos contemplan a los movimientos sociales con enorme desconfianza. Hay fuerzas de izquierda, movimientos sociales, reivindicaciones de género, un mosaico complejo que no sabemos por cuánto tiempo va a poder ser contenido.

-De alguna manera eso esta implícito en las declaraciones de los sindicalistas de los últimos días donde admiten que la situación es difícil, que van a contener para ayudar.

-Acá hay otro punto que es cuales son los factores o resortes del poder político en Argentina. Hay una interpretación ingenua en la que muchas veces el no peronismo ha caído y es que el poder político son los votos y la popularidad del gobierno. Pero eso es contingente. Hay factores preexistentes como la simpatía o la adhesión de las grandes corporaciones, sindicatos, grupos empresarios, organizaciones como las iglesias, básicamente la católica. Después está el territorio, su posesión. Ahí aparecen los gobernadores, los intendentes, los presidentes de comunas. También la composición de las cámaras legislativas. Hay una serie de factores y atributos que el peronismo siempre tiene mas posibilidades de poseer que el no peronismo. Esta es la primera señal hacia un gobierno que sienten como propio. Pero son transacciones inestables.

-En todo caso tampoco trataron de entender por que el peronismo tiene esa sensibilidad para comprender lo que pasa en la calle.

-Eso que llamamos capilaridad social y territorial tiene que ver con contradicciones históricas, con inserción en los territorios, en los sectores populares.