La nueva joya de la región

Paraguay, de socio menor del Mercosur a principal atractivo para las inversiones

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Germán Rojas Irigoyen, ex ministro de Economía de Paraguay.

Foto: Wikipedia

 

Redacción El Litoral

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Los 40 mil santafesinos que estuvieron en Asunción el pasado 9 de noviembre a la final de la Copa Sudamericana, pudieron comprobar los notables avances que el país experimentó en los últimos años y que hoy se reflejan en la pujanza que exhibe y en el incremento de su atractivo para los inversores.

El crecimiento de su economía viene siendo superior al 4 % y es hoy el cuarto exportador mundial de soja, el sexto exportador de maíz y el octavo de carne vacuna, ofreciendo a las empresas argentinas oportunidades en infraestructura, telecomunicaciones, industrias cárnicas, lácteas, plásticas, etc.

El doctor Germán Rojas Irigoyen posee una aquilatada trayectoria pues ha sido además embajador de Paraguay en Estados Unidos, y actualmente se desempeña en el BID. Fue distinguido como el ministro de Finanzas del 2014 por Latinoamérica por la entidad financiera internacional Emerging Markets, con sede en Inglaterra y Estados Unidos. Dicho reconocimiento le fue otorgado por la buena coyuntura que expone la economía paraguaya, disciplina fiscal, contención de los gastos corrientes, aumento de los gastos de capital, mejora en la calificación de riesgo país y captación de inversiones en el mercado internacional, entre otros.

- ¿Cómo está hoy la economía de Paraguay?

- La economía paraguaya no está exenta de lo que afecta al resto de las de la región, ni de lo que sucede en el mundo. El menor crecimiento influye en un escenario en el que se genera un desafío enorme para todos nuestros países. A menor crecimiento, en especial las que demandan la producción de la región, menor actividad económica, que a su vez genera menores ingresos y ponen a todos los países en una situación compleja para sostener el bienestar que ha sido logrado a lo largo de los últimos años. Sin excepción, todos los gobiernos de la región enfrentan este mismo escenario: ingresos que no son suficientes para sostener este bienestar logrado. El bolsillo del Estado es uno, las necesidades de la gente no pueden ser cubiertas suficientemente. Es expectativa versus posibilidades reales de hacerlas reales, visibles y por sobre todo sostenibles en el tiempo. A esto, se suman fenómenos climáticos que se han convertido en el “nuevo normal” y que vinieron para quedarse, así como el migratorio, como lo vemos con la diáspora venezolana. En este escenario, Paraguay esta siendo afectado por estas mismas causas y otras. El ministro de Hacienda de mi país y muchos analistas han definido bien nuestra situación visualizando una tormenta perfecta: caída de los precios de los commodities, fenómenos climáticos extremos, caída de los ingresos trib utarios, incertidumbre en el vecindario. Aun así, Paraguay todavía trae consigo los deberes bien hechos en los últimos quince años, y creemos que tiene fundamentos sólidos como para encarar esta coyuntura. En síntesis, Paraguay se ha venido despegando de muchos otros países de la región al crear un modelo propio de desarrollo. Imperfecto, siempre, pero consistente en el objetivo no perdido de preservar el concepto de ser un país estable.

- ¿A que atribuye usted la estabilidad macroeconómica de su país?

- Este es tal vez el mayor logro que se consiguió entre todos los actores relevantes de mi país. Es una tarea que ha trascendido sin interrupciones, con convicción y el apoyo de todos los poderes del Estado desde el año 2013, punto de partida de lo que hoy se ve como el cimiento de un Paraguay con sólidos fundamentos económicos. A diferencia de otros países, Paraguay fue generando mucha disciplina fiscal, estabilidad y políticas públicas que incentivaron y siguen incentivando inversiones. ¿Con qué elementos? Bajos niveles de inflación, bajas tasas de impuestos, menores dificultades para generar negocios. Con recibir al que viene de afuera con los brazos abiertos y abriendo posibilidades. Creo que esto, a nivel micro, lo vivieron nuestros hermanos santafesinos en la final de la Sudamericana. Algunas señales: el guaraní es tal vez la moneda más antigua de la región y no ha sufrido ninguna modificación de su denominación desde el año 1947, ningún cero de más. Los indicadores de inflación de los últimos 50 años, el aumento de los niveles de reservas monetarias internacionales (de unos USD 640 millones en 2013 a 8.000 millones actualmente), la estabilidad del sistema financiero, inversiones de grandes capitales, la disponibilidad de energía y costos operativos. Pero por sobre todo, el capital humano, que tan solo busca una oportunidad de hacerse ver y de demostrar lo que vale.

- En los últimos 40 años en su país hubo gobiernos de distinto signo político. ¿Qué cosas hicieron para que las políticas se mantuvieran más allá de las disputas políticas?

- Paraguay viene transitando por un proceso de inserción en la democracia que ha sido a todas luces exitoso. Aun así, no exento del desafío de consolidarla. Como democracia todavía joven, tiene todavía sus crisis de adolescente. En los últimos anos, ha tenido la oportunidad de probar todo el menú ideológico que ha sido puesto a consideración de sus ciudadanos. Y va aprendiendo de a poco a elegir, no solo a simplemente votar. En este contexto, creo que por encima de lo mencionado, existe un consenso aceptado entre todos los actores que deciden nuestras políticas publicas de preservar este logro mayor que es el de la estabilidad. Creo que somos conscientes de que el cimiento de nuestra economía está sólido y debe ser preservado. Y este es un logro que tiene muchos actores, desde los mas visibles a los mas anónimos. Tengo la fe de que este valor va a seguir siendo preservado.

-Su país hoy es puesto de ejemplo en los demás países de América del Sur por su políticas. ¿Que piensa al respecto?

-Es probable que sea así por los resultados que se ven, y si lo es, nos sentimos agradecidos por el concepto, y a la vez comprometidos con consolidarlo. En esto me tomo la libertad de hablar por muchos que piensan lo mismo. No es para dar por sentado que todo esta hecho y que todo esta bien, sí para saber que probablemente hemos hecho algo bien. En una opinión personal, todavía no es suficiente, porque queda mucho camino por recorrer para que estos resultados lleguen a todos. Y este proceso lleva tiempo, va en contra la ansiedad que crea la inmediatez de las demandas de la gente, que con razón dice que los números están bien, pero que no les llega. Sobre todo a quienes todavía están lejos de decir que tienen una vida digna. A todo esto debo señalar un aspecto por demás relevante. Necesitamos como país generar las bases de un nuevo leadership, mejor preparado, listo para enfrentar los retos de la cuarta revolución industrial, el avance de la inteligencia artificial, el desplazamiento de la mano de obra, la generación de nuevas condiciones de progreso por fuera de las fuentes tradicionales de ingresos que hoy conocemos.

- ¿Cual es su opinión del manejo de la economía en Argentina?

- No puedo opinar mucho al respecto, fuera de decir que Argentina tiene un potencial enorme que una vez mas es puesto a prueba. Deseo que pueda encontrarse la inteligencia, el consenso y la paz social que son ingredientes necesarios para que ocupe el lugar que le corresponde desde siempre. Argentina es un actor preponderante en el bienestar de la región. Una voz fuerte, importante, necesaria. Y todos necesitamos que brille como esta en su bandera.

- ¿Que posibilidades hay para el acceso de productos santafesinos a su país?

- Creo que todos, desde el comercial hasta la transferencia y el intercambio de conocimientos y mejores practicas que lleven a sentirnos integrados. Desde el dulce de leche, pasando por los alfajores y terminando en la industria. Santa Fe es muchas veces desconocida. Necesitamos procesos de integración. Vivimos mucho tiempo de espaldas los unos a los otros. Creo que podemos ponernos de acuerdo en uno, dos o tres puntos comunes de interés regional, y nuestro continente puede ser otro. Acérquense, estamos a la vuelta de la esquina. Como los hinchas de Colon lo pudieron sentir. Y como yo lo siento, desde mis vínculos familiares con esa ciudad.