Ecos de la consagración

Ateneo, un campeón de punta a punta

• El “Colegial” tuvo argumentos de sobra para lograr su primera estrella: una campaña inobjetable que tuvo un desenlace lógico.

En Ateneo no tiene fin la alegría por el título obtenido hace ya una semana. Foto: Luis Cetraro

Javier Díaz

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Los números hablan por sí mismos. Son tan contundentes que, si bien no eximen de análisis, guían a una conclusión prácticamente unánime: Ateneo hizo todos los méritos para consagrarse campeón del torneo Clausura 2019 y lograr así su primer título en el fútbol mayor de la Liga Santafesina.

A lo largo de 19 fechas, el equipo dirigido por Alejandro Olivera sumó 46 unidades y le sacó cinco de ventaja a su escolta, Sanjustino. 15 victorias, un empate y tres derrotas marcan a las claras la supremacía que mostró un conjunto formado por jugadores de la casa, que tomaron como un desafío personal darle a la entidad “colegial” una tan anhelada como esquiva estrella.

Sólo el “Verde” de San Justo pudo seguirle el tranco y pelearle la consagración hasta el final. Aunque, a decir verdad, en la última fecha los de Juan Martín Casco dependían de un milagro que finalmente no se produjo, porque Ateneo no tropezó ante Colón de San Justo y su contrincante ni siquiera pudo ganar su partido para obligar.

Con un inicio demoledor, mostró que iba a ser cosa seria. Ganó los siete primeros partidos en fila, entre los que se cargó a dos grandes como Unión (2-0 en la primera fecha) y Colón (2-1 en la sexta), ambos en condición de visitante.

El primer resbalón llegó en la octava jornada, cuando perdió con Argentino -un rival directo- por 3 a 1 en San Carlos. Fueron apenas dos partidos sin ganar en, tal vez, el único momento de pequeña duda del certamen, porque en la siguiente fecha igualó sin goles ante La Salle, un partido que si no se puede ganar al menos no se debe perder, por tratarse de un clásico.

Pero cualquier atisbo de incertidumbre se desvaneció en el capítulo siguiente, cuando viajó a San Justo para enfrentarse con el equipo que le peleaba mano a mano —Sanjustino— y se volvió a Santa Fe con un contundente 3 a 0 que lo posicionó seriamente como el gran candidato.

Es cierto que luego cayó sorpresivamente con Independiente por 3 a 1 como local, pero también lo es que no lo supieron aprovechar sus adversarios y eso le dio ánimo para el tramo final del torneo.

Lo que siguió fue una permanente muestra de carácter. Ateneo no flaqueó más (apenas una última derrota ante UNL que terminó siendo anecdótica) y se encaminó hacia un título al que parecía aferrarse mientras pasaban los partidos.

Con jugadores experimentados —algunos con pasado profesional— y varios de ellos habiendo vestido las camisetas más importantes de la ciudad, mostró momentos de buen juego y siempre tuvo un libreto bien marcado del que casi nunca se apartó.

A lo largo del torneo marcó 40 goles de los cuales 11 fueron obra de Conrado Peralta Pino, quien le aportó jerarquía al plantel y se dio el gusto de asegurar el campeonato con un golazo que definió el choque de la última fecha ante Colón de San Justo. Sin embargo, es justo señalar que el “Mono” brilló por luz propia pero también porque tuvo a un socio ideal como Lautaro González Riaño y todo un andamiaje detrás que funcionó como una maquinita durante gran parte del Clausura. De otra manera, hubiera sido imposible que su valla quedara invicta en ocho ocasiones.

Los Toniollo, Martini, Somaglia y Rostand fueron abanderados en distintos pasajes para llevar adelante un equipo que fue tal y por eso se coronó campeón sin lugar a discusiones.