22 AÑOS PARA “PACOTILLO” Y “MIGUELITO”

Imponen duras condenas por el crimen de la Circunvalación

Los atacantes balearon a dos hermanos de apellido Farías, vecinos de la Nueva Tablada, en el norte de la ciudad. Uno murió en el lugar, atravesado por cinco disparos de 9mm. El otro alcanzó a escapar, con una herida en el brazo. El sobreviviente identificó a sus agresores durante el juicio, al igual que lo hicieran otros familiares.

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El tribunal consideró autor a Fernández (sentado) y partícipe a Bergallo (de pie) por el homicidio de Carlos Alberto Farías y el de su hermano David en grado de tentativa.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Redacción de El Litoral

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El tribunal pluripersonal que integraron los jueces Susana Luna -presidente-, Rodolfo Mingarini y Darío Sánchez, condenó por unanimidad, a 22 años de prisión, a Miguel Ángel Fernández y Darío Miguel Bergallo con autor y partícipe necesario del crimen de Carlos Alberto Farías (30), ocurrido la siesta del 15 de noviembre de 2016, en la Circunvalación Oeste. Además, dictó la prisión preventiva para “Pacotillo” Fernández, quien llegó a juicio en domiciliaria.

El veredicto se conoció este viernes a media mañana, luego de tres días de debate oral por el que pasaron una veintena de testigos, entre ellos, dos hermanos de la víctima fatal -uno herido en el mismo hecho- que resultaron testigos presenciales del cruel asesinato.

Los fiscales de Homicidios, Martín Torres y Cristina Ferraro, habían pedido 25 años para ambos, bajo los cargos de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego” en perjuicio de Carlos Alberto Farías y en grado de tentativa en cuanto a David Farías, quien sobrevivió al ataque. Según la teoría del caso, “Pacotillo” Fernández fue considerado “autor” ya que iba como acompañante en una moto Honda Falcon 400 negra al mando de “Miguelito” Bergallo, quien sería el “partícipe necesario”. Tal como se pudo acreditar durante el debate, cuando los motociclistas alcanzaron a los hermanos Farías que iban en una Honda Storm, Fernández abrió fuego hiriendo a dos de ellos y provocando la caída de la moto en la que circulaban.

Cinco tiros

El incidente se produjo en plena ruta, entre el relleno sanitario y la casabomba Nº 5, a las dos de la tarde del 15 de noviembre de 2016. Carlos Farías quedó tendido sobre el pavimento, mientras que su hermano David y su otro hermano Ricardo Farías, que iba en otra moto junto a su mujer Analía Torres, corrieron hacia el terraplén en busca de refugio.

Durante el juicio contaron que quisieron bajar a auxiliar a su hermano, pero los asesinos los ahuyentaron con una ráfaga de disparos que pasaron por arriba de sus cabezas; y de regreso, terminaron de rematar al herido a corta distancia.

La autopsia reveló que tenía diez orificios de bala y que no habían quedado proyectiles alojados en el cuerpo. Se deduce que uno de los cinco tiros que acabaron con la vida de Farías, ingresó por el pecho, le atravesó el corazón, perforó un pulmón, el hígado y salió por la zona baja de la espalda. Tenía dos tiros más en la espalda, y dos en el antebrazo izquierdo, como si hubiera intentado protegerse de sus agresores.

“Son narcos”

El motivo del atentado no fue expuesto por víctimas ni victimarios y tampoco hicieron referencia a ello los representantes del Ministerio Público de la Acusación, ni las defensas particulares, a cargo de los abogados Iván Leguiza -por Fernández- y Mauricio Frois -por Bergallo-. Los Farías refirieron que Miguel Bergallo hirió de bala a la mujer de uno de los Farías un año antes y que por esa denuncia eran perseguidos, pero la explicación no resultó convincente.

Afuera, familiares de Fernández mostraron pancartas en las que asociaron el apellido Farías con el negocio de la droga en la Nueva Tablada y lo mismo hicieron tiempo atrás allegados a las víctimas para con Bergallo y su entorno. De hecho, éste último se encuentra actualmente a disposición de la Justicia Federal, según se indicó en el debate. “Tienen su movida, venden droga, son personajes en el barrio, son narcos”, apuntó uno de los testigos durante el debate.

El juicio comenzó el lunes 9 de diciembre en la Sala Nº 1 del subsuelo de tribunales. Esa mañana, declararon dos de los hermanos de la víctima. Primero, Ricardo Ramón Farías, quien contó que “le tiraron una banda de tiros. ¡Pum, pum, pum! lo cagaron a tiros al finado de mi hermano”. En la misma sintonía, David Farías dijo que “‘Pacotillo’ fue el que disparó”, e identificó sin dudas a Bergallo como el conductor de la moto.

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La sentencia fue leída este viernes por la jueza Susana Luna, quien presidió el tribunal conformado por los Dres. Rodolfo Mingarini (izq.) y Darío Sánchez.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Preventiva

Los fiscales Torres y Ferraro destacaron la decisión del fiscal de dictar la prisión preventiva para ambos, especialmente para el caso de Fernández que se encontraba con la domiciliaria. “La fiscalía solicitó la medida cautelar a ambos imputados si se imponía una condena de magnitud”. “Uno de ellos está privado de la libertad porque posee una condena del Tribunal Oral Federal y el otro estaba en prisión domiciliaria”, recordó la Dra. Ferraro. “Al ser una pena grave y alta era muy concreto el riesgo de fuga, sobre todo para el imputado que estaba en prisión domiciliaria”, explicó.