Miles de mujeres se manifestaron con sus torsos desnudos en el Obelisco y varias ciudades del país para pedir por la “soberanía” sobre sus cuerpos.
Miles de mujeres se manifestaron con sus torsos desnudos en el Obelisco y varias ciudades del país para pedir por la “soberanía” sobre sus cuerpos.
El “tetazo” puede ser interpretado como una respuesta feminista al polémico operativo policial contra tres jóvenes que hicieron toples en una playa de Necochea. Pero las consignas van más allá y pretenden un cambio cultural en la concepción del cuerpo de la mujer y la mirada de lo femenino. Consignas como “La única teta que molesta es la que no se puede comprar” y “Nuestros senos no deben ser censurados”, dan cuenta de que la protesta no se agota en poder hacer topless. “Nosotras siempre militamos porque deje de tomarse a la mujer como un objeto”, dijo Lola Cufre, una de las organizadoras de la protesta. Pareciera que salir en tetas en una publicidad, en una revista o un programa de tele, está bien, pero si la mujer disfruta de su cuerpo en una playa está mal. Esa mirada es la que pretenden cambiar.