Fuente: EFE
El recientemente nombrado director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos, Scott Pruitt, cooperó activamente durante su mandato como fiscal general de Oklahoma con la industria petrolera y con lobbies que buscaban la derogación de normas federales medioambientales, según demuestran correos electrónicos de su oficina.
Fuente: EFE
Más de 7.500 páginas de documentos dejan constancia de su estrecha colaboración con empresas como Devon Energy, una de las principales compañías de exploración de gas y petróleo de Oklahoma, cuyos ejecutivos entregaron borradores para que la oficina de Pruitt los presentara en sus demandas para detener regulaciones federales medioambientales opuestas a los intereses de la empresa.
“Estos nuevos correos revelados muestran la cercana y amistosa relación entre la oficina de Scott Pruitt y la industria de los combustibles fósiles, con frecuentes encuentros, llamadas, cenas y otros eventos”, declaró Nick Surgey, director de investigación del grupo Center for Media and Democracy, que presentó la demanda para obtener estos documentos.
Si bien Devon es una de las principales firmas mencionadas, también figuran numerosos contactos con el American Fuel and Petrochemical Manufacturers, un grupo de lobby de gas y petróleo, y con la oficina de la asociación Americans for Prosperity, de los multimillonarios hermanos Koch, una de las principales fuentes financiación de los grupos conservadores.
Más allá del impacto de estas revelaciones, la publicación de estos documentos no tendrá efectos sobre Pruitt, ya que su confirmación en el Senado se produjo el pasado viernes. Los senadores demócratas intentaron en vano postergar el voto de confirmación a la espera de que se hicieran públicos estos correos, pero la mayoría republicana en el Congreso lo impidió.