El Litoral
Esta medida ya se aplica en bulevar, Urquiza y Rivadavia. La idea es alertar al conductor del cambio de luz para que frene en lugar de acelerar.
El Litoral
Ante un semáforo en amarillo, algunos conductores aceleran para cruzar antes del rojo. Con el objetivo de darle más tiempo a los automovilistas y que el cambio de luz no los tome por sorpresa, el Municipio programó los semáforos de bulevar para que “titilen” los últimos segundos del verde.
“Se le da una posibilidad más al automovilista de ver cuándo el semáforo va a cambiar a amarillo para que vaya sabiendo de antemano, pueda detenerse en la esquina y no tenga que acelerar para cruzar la encrucijada con amarillo”, explicó el secretario municipal de Control, Ramiro Dall Aglio.
En la ciudad existen 256 intersecciones semaforizadas, en las cuales puede haber dos o cuatro semáforos si se trata de cruce de calles o avenidas.
Hasta el momento unos 90 semáforos fueron sincronizados con el centelleo de los últimos segundos de la luz verde y la idea es que la totalidad de la ciudad cuente con esta función.
Además, unos 80 semáforos tienen cronómetros que indican cuántos segundos quedan para el cambio de color (decrementadores).
El proyecto de la Municipalidad es extender la primera medida a todos los semáforos y sumar entre 180 y 200 cronómetros, ya que estas dos medidas ayudan a los conductores a tener mayor previsibilidad y ordenan los cruces de calle.
¿Qué dice la ley?
La ley nacional de tránsito 24.449 establece que ante el semáforo en amarillo los vehículos deberán “detenerse si se estima que no se alcanzará a transponer la encrucijada antes de la roja”.
256 esquinas semaforizadas hay en la ciudad.
90 semáforos titilan los últimos segundos de luz verde.