Fuente: Télam
Familiares de los siete presos que murieron en Pergamino afirmaron que los detenidos les enviaban mensajes advirtiéndoles que iban a morir si no los rescataban rápido y acusaron a la Policía de no haber actuado para ayudarlos a salir de los calabozos.
Fuente: Télam
Por su parte, el fiscal de la causa, Nelson Mastorchio, apartó a la Policía bonaerense de la investigación del hecho y ordenó a los Bomberos de Junín un peritaje para determinar dónde fue el inicio del siniestro y el tipo de colchones que había dentro del pabellón.
“Mamá bení (sic) rápido que nos matan la policía”, le escribió Alan Córdoba, uno de los reclusos, a su madre, según la propia mujer mostró hoy a la prensa. Poco antes, el mismo joven le había escrito a su mujer que otro de los detenidos, identificado como Juan José “Noni” Cabrera, estaba “todo roto”, en alusión a que había sido golpeado y pidió que le avisara a su familia que concurriera a la seccional primera.
Una situación similar vivió Ana, la esposa de John Mario Chillito Claros, de nacionalidad colombiana y detenido en el marco de una causa por drogas, a quien su marido le escribió alrededor de las 18.30 de del jueves: “Ana, venite ya a la comisaría que me van a matar”. “Me mandó mensajes pidiéndome que lo vaya a ayudar por favor, todos los chicos que tenían celular adentro mandaron mensajes a sus familiares diciendo que se estaban por morir”, contó esta mañana la mujer.
“Para mí se estaba refiriendo al policía que los estaba cuidando, porque no abrió” (la puerta del calabozo), dijo la mujer del detenido fallecido. Ana contó que su pareja estaba próxima a quedar libre y que aún no sabe si murió por el incendio o si además sufrió alguna otra herida producto de la pelea que, según la versión oficial de la Policía, se registró en el interior de la dependencia.
“Todos los policías estaban parados en la puerta, no entraron a ayudar ni nada, los bomberos llegaron tarde, no ayudaron en nada y ahora van a decir un millón de cosas para lavarse las manos”, agregó Ana. Por su parte, Ariel, tío del también fallecido Franco Pizzarro, recordó que se enteró de lo que estaba sucediendo cuando cerca de las 18.20 recibió un mensaje de texto de su sobrino. “Me decía: venite a la comisaría por favor”, “me pedía que lo saque, que lo iban a matar, que le estaban tirando tiros. Nos están tirando tiros, venite, nos matan, nos matan. Todo por mensaje, nada de audio”, recordó Ariel.
Al llegar a la comisaría, unos 15 minutos después, el tío de Pizarro dijo que vio humo y que la Policía le dijo que se quedara tranquilo, que había habido una pelea, pero que ya estaba “todo bien”. “Los bomberos tardaron cuarenta minutos y están a diez cuadras y, lamentablemente, por los siete chicos que estaban en el calabozo Uno ya no pudieron hacer nada”, concluyó.
También la esposa del detenido Fernando Manuel Latorre llegó a la seccional luego de recibir un mensaje de su pareja en el que le pedía que fuera porque lo iban a asesinar. “Nadie hizo nada, era abrir una reja nada mas, son seres humanos y nadie los ayudó”, dijo la mujer llorando.
En tanto, la hermana de Federico Perrota, otro de los muertos, manifestó entre lágrimas su indignación por lo sucedido, contó que eran 19 personas alojadas en cuatro celdas “amontonadas como vacas en un corral” y desacreditó la versión que indica que la Policía no ingresó a los calabozos porque los detenido ataron colchones con alambre a las rejas.
Por su parte, el fiscal Mastorchio realizó este mediodía una inspección ocular en los calabozos de la dependencia y al entrevistarse con los familiares de las víctimas les pidió que guardaran los mensajes de texto para incorporarlos a la causa.
Mastorchio comentó que ahora deberá “organizar” ese material para tomar testimonios a los efectivos de la policía que estaban presentes en la comisaría cuando sucedió el episodio, y que en ese sentido también intentará “determinar por qué los presos tenían teléfonos celulares en las celdas”.
“A partir de eso iremos viendo cómo actuaron (los policías) y si hubo demoras o no de su parte con el correr de los minutos”, agregó. En cuanto a la reconstrucción de los hechos, el fiscal sostuvo que a partir de la pelea ocurrida entre dos de los detenidos, “los policías volvieron a encerrarlos en la celda” y “en señal de protesta, porque querían salir y deambular nuevamente por los pasillos, empezaron a incendiar los colchones”.
La versión policial y de algunos audios de la aplicación Whatsapp de los presos es que la pelea fue entre “Noni” Cabrera y Córdoba, pero esto todavía no fue confirmado por la Justicia. En tanto, en las próximas horas se conocerán los resultados de las autopsias a los siete cuerpos, las cuales se realizarán en el Instituto de Ciencias Forenses de Junín, y también se le tomarán declaración a los bomberos que fueron a combatir el fuego y a los presos que resultaron ilesos.
Anoche, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense desafectó de sus funciones al oficial de servicio, subayudante Alexis Miguel Eva, y al imaginaria de calabozos, sargento César Brian Carrizo, quienes estaban de guardia en el momento del incendio.