De la Redacción de El Litoral
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Fue un viernes agitado para el fútbol argentino. “A las siete de la tarde estaba todo dado para jugar con los juveniles, algo que finalmente se diluyó”, confiesan.
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Vignatti en el campo; Fleming, Darrás y Alonso, en Santa Fe. Las comunicaciones con un ida y vuelta tremendo en un viernes agitado, que agregó un nuevo capítulo a modo de papelón en la triste historia reciente del fútbol argentino. ¿Hasta qué punto se estuvo cerca de jugar con los juveniles? A la tardecita, cerca de las 19, los dirigentes sabaleros estuvieron a punto de citarlo a Eduardo Domínguez para “charlar de tema”.
En el caso de Colón, las alarmas se encendieron más rápido que en cualquier otro club de la Argentina. En los oídos de los dirigentes sabaleros, todavía daban vueltas las palabras de Nicolás Russo, presidente de Lanús y actor principal en este teatro de operaciones del fútbol argentino: “No quiero perder los puntos como le pasó a Colón”.
¿Por qué la alarma se encendió ayer a la tarde mucho más en el barrio Centenario? Porque enfrente de Colón, como rival, estaba Olimpo, equipo comprometido con el descenso. Y, como se sabe, Alfredo Dagna, mandamás del club de Bahía Blanca es mano derecha y casi vocero de quien será el próximo presidente de la AFA: el “Chiqui” Tapia.
“Hay que estar preparados, se juega con los pibes”, repetía. Y, de yapa, se había filtrado una información en Santa Fe: Mario Sciacqua, ex DT sabalero y ahora DT de Olimpo, tenía una orden clara: entrenar con profesionales, reserva y juveniles, por un lado; por el otro, el horario del micro que partía desde Bahía Blanca a Santa Fe nunca fue cancelado. “Olimpo va para allá como sea, pero jugamos”, avisaban.
Al menos ayer, con la fecha programada, a Colón la chance de jugar con los juveniles le parecía una “locura total”. Pero a las siete de la tarde, cuando Vignatti habló con Fleming, una cosa quedó clara en el mundo sabalero: “No íbamos a perder los puntos de vuelta”.
Como se sabe, hay un sistema de whatsapp donde están conectados los 30 equipos de Primera División. Tal cual es su política de toda la vida, el perfil de José Néstor Vignatti es siempre bajo en este tipo de cuestiones. Mientras a la tardecita se generaba casi un Cabildo Abierto entre los presidentes de la máxima categoría, la postura de Colón fue clara: “Preferimos que arranque el 10” fueron las pocas palabras que escribió el pope máximo sabalero. Colón tiene la idea que todo este problema del fútbol argentino es un problema de poder. “De ver quién tiene más”, repiten. A pesar que no terminaron nunca de digerir lo que pasó aquella vez con Rafaela —lo sufrieron como hinchas porque no estaban en el poder, eran tiempos de Lerche—, las dos o tres cuestiones que esta nueva conducción sabalera le pidió al gremio de los futbolistas que encabeza Marchi fueron todas resueltas rápidamente a favor del club.
En líneas generales, no se lo bancan por lo que hizo en aquel partido con Rafaela, pero lo consideran un “mal necesario” porque sigue siendo el personaje que maneja los derechos de los futbolistas. Y no les queda otra que sentarse y hablar como institución de los temas en común, que con este tipo de complicaciones generales del fútbol argentino están a la orden del día. No sólo con Colón sino con todos los clubes.
El plantel vuelve el lunes
Como se sabe, después del entrenamiento de ayer, el entrenador Eduardo Domínguez tomó la decisión de licenciar al plantel profesional del Club Atlético Colón hasta el próximo lunes a la tarde.
Por ahora, se cree que la AFA repetirá el esquema de días, horarios, árbitros y partidos de esta primera fecha, por lo que Colón recibirá a Olimpo de Bahía Blanca el domingo 12 a las 20 en el Cementerio de los Elefantes.
Luego de los intensos amistosos frente a Newell’s de Rosario (ida y vuelta) y frente a Boca, es decir los mejores equipos del fútbol argentino, el entrenador prefirió bajar las cargas y no armar un amistoso para este fin de semana, posiblemente ahora sí el último sin jugar.