Danilo Chiapello
Luis Omar Sandoval (60) fue encontrado sin vida dentro de una cuneta. Tenía la cabeza destrozada. "Según me dijeron a mi papá lo atacaron tres muchachos. Seguro que se resistió", dijo el hijo a El Litoral.
Danilo Chiapello
Es la medianoche y un patrullero que avanza y se sacude al ritmo de las maltrechas calles de barrio San Lorenzo. Las luces rojas y azules sobre el techo del móvil cortan la oscuridad y son la insoportable señal que allí todos conocen: “mataron a alguien”.
El vehículo se detiene en Uruguay al 4300, frente a una modesta y prolija vivienda de material. La que sale a recibir al uniformado es una chiquilina que apenas si balbucea unas palabras.
“- Necesito hablar con alguien mayor de edad”, dice tajante el oficial.
Segundos después una mujer recibe la cruel novedad.
Su esposo, Luis Omar Sandoval, fue encontrado sin vida, tirado en una cuneta ubicada en Roque Saénz Peña y Jujuy. Tenía la cabeza destrozada por un golpe.
No se metía con nadie
De Sandoval se supo que tenía 60 años. Y en barrio San Lorenzo todos lo conocían por su apodo: “Chiquino”.
Sus vecinos de la cuadra hoy lo recordaron como un hombre bueno, introvertido, que no molestaba y que jamás se metía con nadie.
“Chiquino” llevaba una vida por demás de tranquila junto a su esposa. De tanto en tanto se lo veía salir para realizar alguna ‘changa’ como albañil, labor que le reportaba los pocos pesos con los que llevaba adelante su economía familiar.
Lo asaltaron
“Mi padre era un hombre bueno y sencillo. No fumaba, tampoco bebía ni se drogaba como tantos que aquí lo hacen”, dijo hoy Jonatan (22), uno de sus hijos.
Entre lágrimas el joven relató que su padre tenía un solo “vicio”. Los fines de semana le gustaba salir a caminar. Lo hacía los sábados y los domingos.
Y fue justamente anoche, en uno de estos paseos, que “Chiquino” halló la muerte.
* “Mi padre no tenía ni billetera. Yo sé que un amigo le había prestado 60 pesos. Según me dijeron a mi papá lo atacaron tres muchachos. Seguro que se resistió. Entonces lo tumbaron al suelo y allí lo golpearon. Para mí que le destrozaron la cabeza a patadas”, conjeturó el joven.
“Junto al cuerpo hallaron sus documentos. Seguro que le revisaron los bolsillos, le sacaron esa platita y después se los tiraron.
Murió en el lugar
Fueron los vecinos quienes dieron cuenta de lo sucedido y llamaron a la policía.
Al llegar los agentes constataron que un hombre yacía sin vida tirado dentro de una cuneta.
De igual modo se solicitó una ambulancia, pero cuando el personal de emergencias arribó también verificó el deceso.
Poco después se hizo presente el médico policial quien dictaminó como causa de muerte “fractura masofacial con hundimiento craneal.
Un barrio en jaque
“Acá cuando sos honesto pones en riesgo tu vida”, dice tajante Jonatan en otra parte de su relato.
* “Mi padre lo pagó con la vida. Y yo, hace unos años, estuve al borde cuando unos malandras me asaltaron y para robarme el celular me pegaron tres ‘puntazos’ con un destornillador. Hasta el día tengo problemas en el abdomen a raíz de ese hecho.
Soy padre de una beba de 6 meses. Y hace poco también la pasamos mal con mi señora cuando unos rufianes me quisieron ocupar la casa. Se me aparecían con armas de fuego y me decían que nos teníamos que ir, que le teníamos que dejar la casa porque sino la iban a incendiar.
-¿Quienes son los que hacen esas cosas?
-Son unos ‘pendejos’ que se creen los dueños del barrio. Andan a los tiros a toda hora o se ponen a asaltar a la gente. Y se hacen los ‘cancheros’ porque acá la policía anda muy poco. Solo entran cuando hay una tragedia, como lo que le pasó a mi padre. Tarde”, sentenció.