Por Emoke Bebiak
Por Emoke Bebiak
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Los líderes de la Unión Europea (UE) se reunirán este fin de semana en Roma para conmemorar el 60º aniversario de los tratados firmados en la capital italiana y que supusieron la creación de la Comunidad Económica Europea.
La ceremonia del sábado para conmemorar la firma en 1957 de los Tratados de Roma será un momento de celebración, pero también de reflexión antes de que los líderes definan el futuro del bloque y defiendan sus valores en múltiples frentes, especialmente con las negociaciones del “Brexit” que se avecina.
La cumbre, a la que asistirán sólo 27 de los 28 líderes del bloque debido a la notable ausencia de la primera ministra británica Theresa May, comenzará esta tarde con una audiencia ante el Papa Francisco.
El pontífice quiere abogar por la cooperación entre los países miembros del bloque y ensalzar el lugar de Europa en el mundo. El primer Papa de origen latinoamericano ha sido un fuerte defensor de la UE.
El sábado, la principal ceremonia conmemorativa se realizará en la suntuosa sala “degli Orazi e Curiazi” dentro del Palacio de los Conservadores, en el Campidoglio, donde los Tratados de Roma se firmaron en 1957.
Aquel documento que firmaron Francia, la República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, sentó las bases de lo que hoy es la UE. Para el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, este aniversario es “una oportunidad para mostrar el estado de la Unión Europea y el futuro del proceso de integración”.
“No es ningún secreto que el momento histórico que está afrontando requiere una reflexión más sólida de los desafíos para la Unión a corto y medio plazo”, dijo Tusk en una carta dirigida a los líderes de la UE.
Distintas velocidades
Uno de los asuntos más acuciantes es definir el futuro de Europa sin Reino Unido, ya que la cumbre se celebra pocos días antes del 29 de marzo, fecha en la que Londres comunicará oficialmente su salida aBruselas.
Otro tema a debatir es cómo seguirá la cooperación entre el resto de países que siguen en el bloque.
En una declaración política que se adoptará en Roma, los líderes de la UE seguramente abogarán por respaldar la visión de una Europa a distintas velocidades, es decir, que varios miembros del bloque puedan estrechar la cooperación en determinados ámbitos sin la necesidad de que lo hagan todos.
Aunque ya existen ciertas diferencias dentro de la UE, por ejemplo entre los países que forman parte de la eurozona y los que no, el acercamiento permitirá una mayor integración entre los grupos que realmente opten por hacerlo así, lo que podría generar otras divisiones.
Alemania y Francia son los que impulsan esa visión y España e Italia se han sumado. No obstante, los países del centro de Europa, inclusive Polonia y Hungría, han rechazado la concepción de las distintas velocidades. Consideran que de esa forma se podría dejar a un grupo de países atrás.
Ahora queda que los líderes puedan superar sus diferencias en Roma, muestren un frente unido y renueven la confianza en la UE, tanto dentro como fuera del bloque.
Acuerdos extra comunidad
Tras firmar un acuerdo de libre comercio con Canadá, la Comisión Europea negocia actualmente un tratado comercial con los países que originalmente crearon el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
También están en marcha las conversaciones para actualizar el tratado de libre comercio existente con México, pero el punto más espinoso en ambos casos está resultando ser el capítulo de agricultura.
Los países del Mercosur exigen que se mejore el acceso de sus exportaciones agrícolas al mercado de la UE, lo que resultaría problemático para los agricultores europeos.
La caótica Roma
Para la cumbre de este fin de semana el corazón de la capital italiana, donde normalmente pasean centenares de turistas, se convertirá en una zona azul, el color de la bandera de la Unión Europea. No podrán transitar ni autos ni peatones. El Coliseo, la atracción número uno de Roma, permanecerá cerrada desde la tarde del viernes.
Se estima que los líderes europeos podrían visitar las ruinas arqueológicas del centro de Roma. Más de un centenar de cámaras registrarán todo lo que ocurra en la en la zona, en alerta ante cualquier movimiento sospechoso.
Se han convocado cuatro manifestaciones. Según la policía podrían participar 13.000 personas, la mayoría de ellas en las marchas contra la UE. Las autoridades han prohibido cascos, pañuelos y máscaras de asalto para evitar que nadie se cubra el rostro y así impedir que se infiltren extremistas de izquierda y derecha.
Frente a esas manifestaciones, recorrerán también el centro de Roma otras dos marchas proeuropeas que confliurán en el Coliseo. Los organizadores esperan unos 10.000 participantes. La policía calcula que serán 6.500.
Además, las organizaciones humanitarias que asisten a los refugiados llevarán el Mediterráneo hasta el río Tíber, que cruza Roma, para protestar contra “la política de los muros y el alambre de púas” y para pedir una Europa más humana y que acoja a más personas, según ha señalado Médicos Sin Fronteras. Después de todo la crisis de los refugiados es uno de los grandes desafíos de la Unión Europea y uno de los asuntos que más afecta a Italia, que en este asunto se siente abandonada por el resto de países de la UE.