Sergio Ferrer
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La propuesta responde a la necesidad de contar, en el ámbito del municipio santotomesino, con sistemas alternativos de construcción. Quieren impulsar el aprovechamiento de recursos extraídos de la naturaleza, de un modo sustentable y en equilibrio con el entorno ambiental.
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Las construcciones con tierra cruda (fundamentalmente adobe), o con barro apilado a mano, han despertado un importante interés en distintas localidades de la zona. Este fenómeno, que se puede observar con cierta fuerza en Arroyo Leyes, San José del Rincón, Colastiné, Recreo y Sauce Viejo, implica la aparición de edificaciones visual y estructuralmente llamativas, que marcan una tendencia arquitectónica. Además, pueden ser tomadas como referencia de lo que ocurre en la región en materia de aplicación de técnicas constructivas naturales.
En función de este desarrollo incipiente, y la necesidad de contar con una reglamentación a nivel local que abarque emprendimientos que cuenten con esas características, la concejala Alejandra Chena elevó un proyecto de ordenanza, por medio de la cual se autoriza y regula en la ciudad de Santo Tomé el uso de sistemas alternativos de construcción, que involucren materiales naturales y sustentables como los mencionados. Esta clase de edificaciones, que incorporan conceptos como los de autoconstrucción, construcción asociativa de viviendas, techos verdes y permacultura (sistema de principios de diseño agrícola, social, político y económico basado en los patrones del ecosistema natural), reducen significativamente los materiales industrializados que se utilizan en las estructuras convencionales y favorecen el cuidado del medio ambiente.
En diferentes localidades del país se han creado talleres y experiencias comunitarias a partir de la iniciativa de vecinos comprometidos con esta temática, los que para lograr los objetivos trazados, contaron con el apoyo de los gobiernos municipales y han obtenido resultados muy importantes en lo referido a la construcción natural (lo que incluye hasta conjuntos habitacionales). Fundamentalmente, posibilitaron la unión de familias necesitadas de una vivienda familiar y la creación de cooperativas de trabajo. Sin ir más lejos, en Arroyo Leyes puede apreciarse y disfrutarse el complejo “El Hornero”, proyecto impulsado por la arquitecta Carolina Lazzarini, verdadera especialista en la materia.
Promover, difundir y apoyar
Numerosos estudios y seguimientos técnicos confirman las virtudes de este sistema de construcción en lo referente a seguridad, salud, impacto ambiental, hermeticidad, inercia térmica, control de humedad y economía. Tanto los estudios como los seguimientos efectuados, demuestran sus virtudes en seguridad, salud, impacto ambiental, control de la humedad, temperatura, hermeticidad y economía de recursos. En el municipio santotomesino todavía no ingresó ningún proyecto formal, pero el interés y las consultas por este tipo de arquitectura novedosa y eficiente realmente existen, un dato que confirmó Germán Gorriti, titular del área municipal de Obras Privadas.
Con la legislación propuesta en el Concejo, lo que se pretende es autorizar la utilización de técnicas constructivas con materiales sustentables en el ámbito de la Municipalidad de Santo Tomé. A partir de allí, se reglamentarían las alternativas descriptas en la ordenanza, que también establece toda clase de visado, inspección y habilitación necesarias para la construcción con barro. De igual modo, la norma, una vez promulgada, instrumentaría en el distrito santotomesino los mecanismos que hacen falta para informar, promover, difundir y apoyar a la comunidad en relación a construcciones con adobe o barro y la descripción de sus componentes (tierra, agua, paja, rocas, otros sedimentos y demás).
La ordenanza también plantea la progresiva incorporación de esas técnicas alternativas en el Código de Edificación y el aporte -en la discusión temática- de actores idóneos de la comunidad. Así, podrán intervenir constructores, instructores, divulgadores y líderes de organizaciones competentes, quienes con claridad conceptual e idoneidad comprobada, se dedican a promover los saberes y las técnicas de construcción natural enmarcadas en la filosofía de la permacultura. La normativa incluye un anexo, con las generalidades sobre la materia prima esencial (el barro), distintos antecedentes bibliográficos sobre el tema y diversas modalidades en técnicas constructivas (con bloques, monolíticas, con entramados o con materiales reciclados, entre otras), cada una con sus pro y sus contra.
Registro
A través de la ordenanza propuesta, se crea el Registro de Construcciones Naturales, dependiente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de Santo Tomé. El mismo estará destinado a la recopilación, difusión y promoción de los requisitos generales para la construcción natural, conforme a las distintas técnicas constructivas y metodologías aplicables.
Práctica ancestral
La construcción de tipo natural, tanto con tierra cruda como con otros elementos originarios de cada región, viene asociada directamente con la evolución del hombre, que desarrolló la técnica de edificar su vivienda utilizando los elementos de la naturaleza, de un modo sustentable y en equilibrio con su entorno. Esta variante, ha sido -y sigue siendo- parte de la cultura de los pueblos, a lo largo y a lo ancho de todo el mundo.
La construcción con tierra cruda es uno de los componentes típicos y tradicionales del proceder del ser humano en sociedad. Durante cientos de años, ha constituido la forma en la que nuestros antepasados resolvieron el problema habitacional en conjunción y entendimiento con el ambiente que lo rodea. Así, este ancestral método de estructuras edilicias surge como parte de la cultura de un pueblo, el que ha desarrollado la técnica de utilizar elementos naturales para obtener como resultado un lugar en el que vivir.