“Después de tanta lucha aun siguen obstruyendo el paso de los alumnos” fue el escueto mensaje que llegó a nuestro whatsapp, casi con resignación, acompañado de las fotos publicadas. Es que a pesar de los reclamos, nada cambia, y quienes asisten a la escuela especial para ciegos y disminuidos visuales “Dr. Edgardo Manzitti”, en el sur de la ciudad, tienen que seguir sorteando obstáculos para poder llegar al establecimiento: además de tener que padecer su ceguera, también tienen que hacer frente al destrato de quienes una y otra vez, día a día, estacionan sus autos en la entrada de la escuela (calle Oroño al 700), sobre la vereda, obstaculizando el acceso y, además, frente a un cartel claro y visible que indica que al lugar concurren personas con discapacidad. Desde la sección Periodismo Ciudadano ya advertimos sobre esta situación lamentable para quienes la padecen, y despreciable de parte de quienes la provocan, porque evidentemente no les importa. Esto no solo genera una enorme complicación para los alumnos no videntes, sino que atenta contra uno de los objetivos que plantean desde esa escuela, que es que los alumnos logren independencia y puedan trasladarse solos. Claro que ellos no esperan encontrarse con un auto en la vereda, y mucho menos en la entrada al establecimiento. Solo queda insistir para que ese espacio destinado a los peatones (especialmente los alumnos no videntes de la Manzitti) sea respetado.