Entretelones de la política semanal

Doble festejo

Gisela Scaglia estaba exultante el domingo por la noche. Fue una de las primeras en llegar al búnker de Cambiemos, en un hotel céntrico de la ciudad, y con la mayor predisposición atendió a cuanto requerimiento periodístico se le ponía enfrente. Scaglia, actual diputada nacional por Cambiemos, terminará su mandato el 10 de diciembre. Ocupaba el cuarto lugar en la lista de candidatos que encabezaba Albord Cantar. A raíz de la ola amarilla que avanzó sobre toda la provincia, la legisladora oriunda de Gálvez aseguró su banca con la reelección ya que Cambiemos se quedó con cinco escaños. Pero no fue ése el único motivo de festejo; el domingo era su cumpleaños. Hasta torta hubo en el búnker, aunque sin dudas, el mejor regalo se lo dieron las urnas.

Ida y vuelta

Siguiendo con Del Sel, el humorista tuvo un domingo agotador. Después del espectáculo de Midachi se levantó muy temprano para votar en la Escuela Industrial Superior y viajar a Buenos Aires y sentarse en la mesa de Mirtha Legrand junto a Dady Brieva y el Chino Volpato. Allí dijo que “no quería cantar su voto” pero la conductora no entendió el juego de palabras con el candidato de Cambiemos. Ni bien terminó el programa emprendió regreso a Santa Fe y se sumó al festejo de Cambiemos en el hotel Río Grande, junto a los candidatos entre quienes estaba Luciano Laspina quien lo acompañó en las dos campañas para la gobernación y se hicieron muy amigos.

Lecturas

La elección de concejales e intendentes dejó al Frente Progresista con algunas comunas e intendencias más. Y sobre todo, le dio más fuerzas para afrontar la carrera a la Casa Gris de 2019 que se viene. Los encargados de transmitir los datos sobre la elección en la base de la estructura del Estado (los gobiernos de los pueblos y las ciudades) fueron el vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de Gobierno Pablo Farías. Usaron gráficos que los diseñadores llaman “tortas”. Más crueles, un par de periodistas coincidieron durante la espera: “Nos van a explicar la cuadratura del círculo”. No fue así. Ambos dirigentes comenzaron por subrayar el dato saliente del domingo: una victoria “extraordinaria” de Cambiemos para diputados nacionales.

Palpitando el domingo

Sábado a la noche, restaurante muy concurrido de la zona de la Sociedad Rural de Santa Fe. Miguel Del Sel reponía energías tras la exitosa presentación de Midachi en Unión. Cenaba en compañía del diputado provincial macrista Raúl Fernández y otros amigos. Desde varias mesas fueron acercándose al ex candidato a gobernador para felicitarlo por el humor del trío. En otra mesa cenaba el ex diputado nacional Alejandro Rossi, hermano de Agustín y también se acercó a la mesa de Del Sel y Fernández. Allí la conversación giró en torno al acto electoral del domingo y desde ambos sectores dijeron tener encuestas que los daban ganadores. Al día siguiente, se corroboró que Del Sel-Fernández tenían mejores encuestas.

Fiscales fiscalizados

La elección del domingo, su campaña y las lecturas del día después mantienen aún fuera de la agenda pública un tema que importa a los legisladores de Santa Fe, y también en los otros dos poderes del Estado. ¿Cómo imponer algún mecanismo de control sobre la actuación de los fiscales penales? Esa es la pregunta que resume la cuestión, de la que ya hablan jefes de bloques de ambas Cámaras, funcionarios de la Casa Gris y altos magistrados. Quienes diseñaron y pusieron en marcha el nuevo Código Procesal Penal ensayan, ahora, esquemas para que la evaluación sobre el desempeño de los fiscales no quede exclusivamente en manos del propio Ministerio Público de la Acusación. A una parte de los legisladores los moviliza la idea de que todos los integrantes del Poder Judicial deberían tener que rendir cuentas a la sociedad, y a otros les parece que es hora de concentrar esfuerzos sólo sobre los fiscales por el poder que les otorga el sistema penal. A unos y otros los empujan las quejas sobre demoras injustificadas, falta de apego a estar al frente de las investigaciones e incluso las notables ausencias de fiscales que toman cargos en el interior santafesino pero no residen en esa jurisdicción. La hipótesis de mínima es formar una comisión de seguimiento y evaluación. La de máxima limitar los mandatos de los fiscales y evaluarlos antes de renovarles la confianza, envío de pliegos y concursos mediante, en la Asamblea Legislativa.