Danilo Chiapello
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Intrusos violentaron una reja e ingresaron a la institución ubicada en Avellaneda 6600. Al activarse las alarmas escaparon sin llevarse nada.
Danilo Chiapello
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Siempre el regreso de un fin de semana largo puede deparar nefastas sorpresas. Y esto fue lo que hoy le ocurrió al personal de la escuela de Formación Integral Nº 2111 Estela G. de Ferreyra, que cuando llegó para trabajar descubrió que habían sido “visitados”.
Ni bien ingresaron, los docentes rápidamente advirtieron un inusual desorden en distintas dependencias de la institución ubicada en Avellaneda al 6600 (en barrio María Selva).
Según se supo él o los intrusos se ganaron al interior de la escuela, previo haber escalado hasta una planta alta donde violentaron la reja de una ventana.
Desde allí, accedieron a un patio que les permitió llegar hasta un taller donde los alumnos son capacitados para realizar actividades de huerta.
Armarios corridos
* “En ese taller, hay una gran cantidad de máquinas y herramientas que creemos era el objetivo de quienes ingresaron. Pero por suerte, no pudieron llevarse nada. Sospechamos que pudo ser porque se activaron las alarmas o porque tuvieron algún otro problema”, dijeron hoy las vicedirectoras Silvia Beatriz Gauto y Olga Skattarregui, en diálogo con El Litoral.
Agregaron que “nos dimos cuenta de que anduvieron por otros sectores porque había algunos armarios que estaban corridos. De todos modos, no hubo roturas”.
Desde hace 34 años, a esta escuela concurren chicos de entre 14 a 22 años con discapacidad mental, los que reciben capacitación para desarrollarse en tareas como huerta; gastronomía y carpintería, entre otros.
Más adelante, las docentes indicaron que debido a lo ocurrido “hoy nos demoramos un poco en el inicio de las actividades, pero ahora ya estamos funcionando con normalidad. Tuvimos que llamar a un herrero para que se ocupe de la reparación de la reja.
Por último, remarcaron que “si bien la alarma funcionó estamos pensando en mejorar aun más el tema de la seguridad, quizás colocando nuevas alarmas o incluso un sistema de monitoreo. La escuela está inserta en un barrio y no escapamos a los hechos delictivos que ocurren en cualquier lado”, cerraron.