Enrique Cruz (h)
Colón jugó de igual a igual, tuvo pasajes de juego interesantes y no le escapó a ese partido intenso que propuso Belgrano desde el principio. En las áreas, los cordobeses sacaron la ventaja que selló el resultado.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Córdoba)
Las derrotas duelen casi siempre. Y máxime si Se sufren en un momento de definiciones, cuando los resultados pesan y definen cosas. En todo caso, Se convierten en más o en menos digeribles cuando el equipo la “vende cara”, por emplear un término futbolero.
Para dejar las cosas en claro:
1) ¿Perdió bien Colón? Sí, perdió bien. La razón es muy simple: los partidos Se “cocinan” en las áreas. Y ahí, adentro de ellas, lo de Belgrano fue superior. Primero, por eficacia (convirtió y Colón no); segundo, por calidad y cantidad de situaciones (después de Conti, la figura de Colón fue Alexander Domínguez, que trabajó muchísimo más que Acosta).
2) ¿Jugó mal Colón?, la respuesta es no. El partido fue parejo e intenso. Belgrano no le sacó ventajas en el juego. Colón lo quiso “primerear” en el arranque pero no pudo. Se repartieron bastante la tenencia de la pelota y, en el segundo tiempo, Belgrano Se replegó 20 metros en la cancha para jugar de contra.
3) ¿Sirve de algo?, para algunos sí, para otros no. Entiendo a ambos. Muchas veces Se ha criticado la escasa capacidad de este equipo para mostrar juego en conjunto. Eso que Se le ha reclamado, apareció en los últimos partidos. Y en éste, en particular, hubo algunos pasajes que Se ubican por encima de muchos otros partidos en los que los resultados Se lograban pero el juego no aparecía.
El plan de Domínguez estaba claro, pero no había ejecución en sus jugadores. Abrió la cancha, impidió que Belgrano salga jugando desde atrás, intentó atacar por los laterales, inclusive con pelotazos a las espaldas de Guidara y Luna que desnudaron falencias en Belgrano. Estaba claro el plan. Guanca sorprendió con una posición bien ofensiva en el primer tiempo. Y jugó sus mejores momentos en esta Superliga. El 4-3-3 estaba bien definido y hasta resultaba sorpresivo. Faltaba esa potencia, oportunismo y eficacia adentro del área que, hoy por hoy, en Colón sólo la aporta Correa, que faltando minutos Se quedó afuera.
Muchos fueron de mayor a menor en Colón. Mariano González empezó bien pero no siguió tan bien; Estigarribia, más o menos lo mismo; Guanca también. Después, Chancalay alternó una buena con dos malas. Y las de Vera fueron todas malas... A veces, uno Se pregunta qué hace un jugador para seguir teniendo oportunidades. Si bien Domínguez lo sacó a Vera de la titularidad y lo relegó al banco, hasta sin utilizarlo en algunos partidos, le dio la chance y lo dejó 90 minutos adentro. ¿Para qué?, para nada. Se nota que el nombre, la chapa o vaya a saber uno qué cosa, imponen más autoridad y oportunidades que la juventud de un Sandoval o de un Leguizamón, que deben luchar contra la mayor rigidez que Se le pone a la lupa de sus actuaciones.
¿Y Belgrano?, jugó el partido como una verdadera final. Intenso, riguroso desde lo físico, de “hacha y tiza”. Colón aceptó el convite. Y así jugaron el partido, como dos boxeadores que tenían que sacarse las ganas de pegar y que no Se daban tregua. La mano más picante la tenía Belgrano. La aprovechó en el final del primer tiempo con una pelota que atravesó el área y que capitalizó Lema para derrotar a Alexander Domínguez (casi Se lo ataja). Y casi lo justifica con más holgura en el segundo, cuando llegaron ocasiones muy claras que terminaron haciendo más figura a Conti y a Domínguez.
En el final, Colón Se fue desvaneciendo pero insistió. Escobar y Toledo no dejaron de aparecer por sorpresa, Chancalay jugó bien abierto y rotando por los dos laterales, Alan Ruiz Se hizo cargo de la pelota cuando le tocó entrar y fue el encargado de meterle una pelota espectacular a Sandoval, en la más clara que tuvo Colón en el partido y que terminó tapando Acosta en su mejor intervención. Vera siguió en la misma, o sea aportando nada. Pero Colón decidió vender cara su derrota y lo logró.
No son cosas que Se dicen para dejar contento a nadie. Se sabe, admite y acepta que en esta etapa de definiciones no hay nada más importante que el resultado. Y Colón perdió. A partir de eso, no hay nada que Se pueda decir para soslayar una realidad, pero el análisis Se hace. Y en la evaluación del juego, hubo aspectos positivos para rescatar, sobre todo en el primer tiempo.
Quizás, otra hubiera sido la historia con Correa en la cancha. fue el gran ausente y el que podría haber disimulado lo que a Colón le faltó. Belgrano lo tuvo, por más que Lema no sea su hombre-gol. Ni siquiera un delantero. Pero además de esa diferencia, Belgrano también le agregó mayor calidad de llegadas. En esos puntos estuvo la única diferencia. Escasa, pero decisiva.
Dos ausencias contra River
Más allá de lo que pueda pasar con Javier Correa y esa molestia en el gemelo que lo marginó de este partido a pocos minutos del inicio, hay que lamentar las ausencias de Escobar y Chancalay para el partido ante River, del lunes 7 a las 21.15.
El reemplazante natural de Escobar es Clemente Rodríguez, quien hace bastante tiempo que no es titular y en este partido con Belgrano fue uno de los tres que Se quedó afuera y no firmó planilla, al igual que Ceballos y Correa.