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Marcos Peña ya no es un “exclusivo”; Mauricio Macri le abrió la puerta a Emilio Monzó y Rogelio Frigerio a su mesa chica del poder. Y espera la sentencia de los inversores antes de definir el futuro de Federico Sturzenegger.
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Emilio Monzó se iba de Cambiemos; este lunes, sin embargo, recibió el halago de María Eugenia Vidal y el presidente de Diputados logró acordar la postergación de la sesión de esta semana para no “inmolar” al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que debía presentar su informe de gestión en medio de la corrida cambiaria.
Peña es la cabeza de un tridente íntimo -con Gustavo Lopetegui y Mario Quintana- en el que Mauricio Macri depositó toda su confianza. Los fracasos de los últimos días precipitaron otros roles relevantes, como los de Monzó o Rogelio Frigerio; el ministro del Interior es clave en la contención de gobernadores y senadores nacionales para armar una red de contención política que evite agravar la crisis.
Macri le habló este lunes a Donald Trump del “desafío de la Argentina de reducir el déficit fiscal”. También hubo apoyos de Alemania, que según un comunicado del gobierno de Angela Merkel “ha apoyado siempre este rumbo de reforma económica”. Devaluación y ajuste explícitos en la antesala de la reunión del comité ejecutivo del FMI que analizará el viernes qué hacer con el pedido de ayuda financiera de la Argentina. Pesan menos las palabras que los números.
El día D arrancó con un dólar mayorista a $ 24,99, es decir en el nivel que este lunes le fijó el Banco Central. Federico Sturzenegger puso todas las reservas líquidas en oferta para defender ese nivel de dólar, que convalida una devaluación del 25% en mayo.
Para intentar retener gran parte de las Lebacs que este martes vencían (unos 617 mil millones de pesos) no sólo hacen falta tasas superiores al 40% sino una cotización estable de la divisa “allá arriba”; son los condimentos con los cuales pactó con inversores “institucionales”. ¿Alcanza? Esta misma tarde el presidente del Banco Central y algunos de sus directores juegan la suerte de sus puestos.
La Casa Rosada afrontará más inflación: alrededor de 2,5% en abril y sostenida, como reconoció este lunes Nicolás Dujovne; a cambio obtendría algunas mejoras en la balanza comercial y licuación de parte del déficit fiscal, la piedra basal de la desgracia argentina.
Al referirse a las negociaciones con el FMI, Rogelio Frigerio aseguró este lunes que “aseguró que el gobierno irá “con su programa, cuidando el gradualismo y defendiendo el interés nacional.
“Vamos a ir con nuestro programa, nuestra política y nuestra posición. Ya tenemos el apoyo de Estados Unidos, China, Alemania, Japón, que quieren que le vaya bien a nuestro país y apuestan por nosotros”, recalcó el ministro del Interior.
“Se puede corregir”
La gobernadora de Buenos Aires reconoció que cuando Cambiemos asumió el gobierno evaluaron tres caminos posibles: “Seguir haciendo kirchnerismo, que era algo que la gente no votó; hacer un ajuste que implicaba aumentar 20 veces las tarifas de luz, 12 veces la del gas de golpe y afectar a mucha gente, pero sobre todo a los que menos tienen; y teníamos un tercer camino, no exento de dificultades, pero que elegimos para cuidar a los que menos tenían, para que los esfuerzos de todos los argentinos fuera el menor posible, que es el gradualismo”.
María Eugenia Vidal advirtió que “gradualismo significaba poner en orden las cuentas lo más lento que nos lo permita el dinero prestado. Eso requiere que el mundo crea en nosotros, que los bancos crean en nosotros, y que nos presten el dinero”, sostuvo antes de aclarar que es difícil lograr que el mundo te preste “si decís que el país está fundido”.
La gobernadora defendió así la postura comunicacional del gobierno nacional, que fue criticada durante los últimos días. Y advirtió que “éste es un momento de dificultad, este camino que elegimos tiene una fragilidad que es el crédito externo, pero pensamos que se puede corregir”.
Desmentida
El ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione, desmintió esta este miércoles a El Litoral la versión que circuló en las últimas horas sobre todo a través de las redes sociales, respecto de una supuesta compra de 300 millones de dólares en medio de la corrida cambiaria. “No es cierto como alguien dijo que la provincia ha comprado dólares durante la corrida”, sentenció Saglione en diálogo con El Litoral. “No creemos que con los recursos públicos se deban hacer movimientos financieros especulativos de ninguna índole. Santa Fe es una provincia seria”, acotó. En el mismo sentido, negó que la provincia sea tenedora de Lebacs. “Nunca compramos Lebacs”, aseveró.