El Litoral
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Este lunes por la noche, luego de conocer cómo se jugará la segunda fase de la Copa Sudamericana, en la sede de la Conmebol en Luque (Paraguay) se sortearon los cruces de la Copa Libertadores. Ambas competiciones retomarán su actividad una vez finalizado el Mundial de Rusia 2018.
Así las cosas, la primera llave quedó conformada por River Platey Racing. Por su parte, Boca Juniors se mide ante Libertad de Paraguay.
En tanto Independiente enfrentará a Santos, de Brasil; Estudiantes de La Plata a Gremio, de Porto Alegre y Atlético Tucumán a Atlético Nacional, de Medellín.
River visitará a Racing en Avellaneda en el partido de ida y definirá en el Monumental, y el ganador de esa llave enfrentará en cuartos de final al ganador de Independiente-Santos.
Boca recibirá a Libertad y definirá su suerte en Asunción, y el ganador de ese cruce enfrentará al vencedor de Flamengo y Cruzeiro, ambos de Brasil.
El ganador de Estudiantes-Gremio jugará ante el vencedor de Atlético Tucumán-Nacional, de Medellín, el equipo dirigido técnicamente por el argentino Jorge Almirón.
El restante cruce de cuartos será entre el ganador de Colo Colo, de Chile y Corinthians, de San Pablo, ante el vencedor de Cerro Porteño, de Asunción y Palmeiras de Brasil.
A partir de cuartos de final se aplicará el VAR, sistema de videoarbitraje para resolver goles, penales o tarjetas rojas dudosas, y también por confusión de identidad de jugadores que hayan cometido alguna infracción.
El argentino Miguel Ángel Russo, entrenador de Millonarios de Colombia; y el ex defensor uruguayo Diego Lugano, fueron los encargados de extraer las bolillas del sorteo.
La casualidad, o el destino, pusieron a Russo ante la instancia de sacar la bolilla en la que el club que lo vio nacer al mundo futbolístico, Estudiantes de La Plata, se tendrá que enfrentar con Gremio, justamente el rival ante el que el "Pincha" registró una de sus grandes hazañas hace 25 años cuando empató 3 a 3 en La Plata un partido que perdía por 3 a 1.
Lo notable de aquella gesta fue que el conjunto platense logró la igualdad jugando con apenas siete hombres, por las expulsiones de cuatro de sus futbolistas. En aquella gélida noche platense del 8 de julio de 1983 el que logró el tercer tanto "albirrojo" que sentenció el empate definitivo en ese partido del Grupo B de la Libertadores fue, justamente, Miguel Ángel Russo.
Con información de Télam