Ignacio Andrés Amarillo
“La murga de las cuatro estaciones” vuelve a Santa Fe con “Misa Murguera” y la incorporación de voces femeninas para desafiar al patriarcado desde el discurso y la acción. Raúl “Tintabrava” Castro, letrista y alma mater de la agrupación, le contó a El Litoral sobre la puesta y la militancia desde el arte.
Ignacio Andrés Amarillo
Falta y Resto presenta su nuevo espectáculo “Misa Murguera”, con la inclusión de seis mujeres, rompiendo el paradigma de más de un siglo de murgas casi exclusivamente masculinas. Un coro murguero nuevo, distinto, que pone en escena el espectáculo más removedor de la rica historia de “La murga de las cuatro estaciones”: “La Falta sale al cruce del patriarcado, no sólo desde el discurso, sino desde la acción”, es la consigna.
Y así llegará a Santa Fe el sábado desde las 21.30, en el Teatro Municipal 1° de Mayo (San Martín 2020). “Un abrazo muy especial a la que nosotros bautizamos hace años como ‘La ciudad del abrazo’. El público faltero de Santa Fe sabe a qué me refiero. Los esperamos en la Misa. ¡Salud!”, es la convocatoria de Raúl “Tintabrava” Castro, letrista y alma mater del grupo, en su contacto con El Litoral.
Mujeres al frente
—En el momento en que la voz de la mujer se alza en todo el mundo, la Falta aborda esta revolución en ciernes. ¿Cómo surgió la idea?
—La murga debe ser espejo de la realidad en que vive. En la pregunta entonces, está implícita la respuesta. En este momento en que la revolución feminista se expande por el mundo entero, la Falta, mujer y luchadora, se pone a su disposición en primera línea, como ha hecho siempre desde hace casi cuatro décadas con todas las luchas contra cualquier tipo de injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo.
—En la ocasión incorporaron seis voces femeninas. ¿Cómo vivieron este cambio en la vieja cofradía masculina de la murga?
—Los conservadores aún hoy nos crucifican. Pero el tiempo corre a favor de nuestra nueva propuesta, que no tiene marcha atrás. Ya nos ha pasado otras veces. Cuando comenzamos a venir a la Argentina, allá por 1983, nos decían que estábamos locos, que la murga era sólo un fenómeno local. Ahora todo el Carnaval se desespera por cruzar el charco. Y hay muchos ejemplos más. Los riesgos tienen eso. Cuando salen bien, guían.
—Se destaca particularmente Caro Favier por sus dotes interpretativas (vocales y actorales). ¿Cómo llegó a sumarse a la alineación?
—Una mujer mágica que invadió con su magia nuestra murga. Desde niña fue y es hincha de la Falta, y habiendo desarrollado una fulgurante carrera en carnaval, fue una de las primeras en que pensamos. Pero la selección de voces femeninas la hizo Leandro Castro, el director escénico y coral del grupo.
—En un momento decís: “A veces me dice cosas que me cuesta comprender; pero soy yo que me tengo que detener y escucharla: tengo tanto que aprender”. ¿El letrista no tiene que olvidarse de su propia puesta en cuestionamiento?
—El letrista es el primero que tiene que cuestionarse. Porque después, cuando se canta algo sin convicción, la gente se da cuenta. Y este tema del machismo lo tenemos tan arraigado que cada paso que damos en desarraigarlo nos muestra y deja al descubierto raíces más profundas y difíciles de quitar.
—¿Cuál es tu mirada de viejo militante sobre las nuevas luchas?
—Trato de utilizar las viejas armas en las nuevas luchas. La discusión franca, el compromiso, la coherencia, la honestidad y la autocrítica. Y sobre todo trato de escuchar mucho más. Si pudiera vivir de nuevo trataría de escuchar más a los demás y menos a mí mismo. Por algo tenemos dos orejas y una boca sola.
En familia
—Tu hija Soledad vuelve al equipo letrístico, junto al argentino Matías Gayesky. ¿Qué aportes hicieron al desarrollo del espectáculo?
—Totales. Le dieron una agresividad textual importante, pero también comicidad y emoción únicas. Entraron en el idioma de la Falta, aunque la Sole es Falta y Resto. Nacieron el mismo año y siempre opinó, desde que tuvo uso de razón, sobre el contenido de la murga. Hoy es una gran artista, militante por los derechos de la mujer y por los derechos de los más humildes. Todo un orgullo.
—Tu otro hijo Leandro repite como director escénico, compositor y arreglador. ¿Cómo se disfruta el trabajar con los propios retoños? (que tienen cosas heredadas y cosas propias).
—Leandro es un músico maravilloso. Tiene además muy buen gusto y es un enamorado del género, porque también se crió “a marcha camión”, entre música y poemas. Es creador, arreglador, intérprete y director escénico. Además, es un conductor al que no le tiembla la mano a la hora de tomar decisiones. Otro militante de la realidad, orgullo y continuidad de un legado histórico de artistas populares.
Cultura popular
—La Falta quedó afuera de la liguilla final del Carnaval 2018, lo que levantó una polémica. En ese momento prefirieron no opinar. ¿Tenés una opinión al respecto ahora?
—¿Qué concurso? La Falta no compite. Nunca lo hizo. Cumple con la obligación de ir al Teatro de Verano porque de lo contrario no se le permite actuar en los barrios, en los tablados, en los teatros populares. En este género, nadie es mejor que nadie. Todos aportamos nuestro color al gran cuadro de la cultura popular. La gente mira la parte del cuadro que más le gusta. Por suerte, la Falta sigue atrayendo año tras año a mucha de esa gente.
—En “Anarquía” decían: “De qué sirve un vestuario súper concheto, una escenografía descomunal, de qué sirve un teatro súper moderno, si arriba del tablado, no hay Carnaval”. ¿Pensás que al Carnaval le falta Carnaval muy seguido?
—Sí. A veces tengo miedo que nos gane el “Broadway villero”. Pero bueno, son riesgos de la “profesionalización” del género. Hay que estar atento a eso en uno mismo.
Continuidad
—¿Cómo se hace para renovar las ideas y las energías para seguir creando, y que la historia no pese a la hora de pensar un nuevo espectáculo?
—La historia pesa y desafía. Pero también ayuda a tenerse confianza. Si lo hicimos durante casi cuarenta años ¿por qué no hacerlo otra vez? La historia, cuando es fértil, siempre impulsa.
—¿Qué proyectos se vienen para el futuro?
—Falta y Resto ha comenzado a convocar para la “Misa Murguera” en toda la Argentina. Los resultados están siendo excelentes. Hay más fieles de los que nosotros pensábamos. Andaremos por el norte y por el sur hasta fin de año, tenemos invitaciones de Chile y Colombia, y estamos trabajando para llevar un elenco en gira por España.
Integrantes
Raúl Castro; Orlando Da Costa; Leandro Castro; Jorge Vidal; Gastón Angiolini; Matías González; Bruno Bukoviner; Carolina Belén Favier; María José Hernández; Andrés Vázquez; Martina Cal Dos Santos; Germán Carreras; William Lorenzo; Jhoanna Duarte; Camila Sosa; Papina De Palma; Joaquín Mollica.
Localidades
Las entradas están disponibles en la boletería del teatro, a los siguientes valores: plateas y palcos $ 600; tertulias numeradas $ 550; tertulias laterales $ 500; gradas $ 400; paraíso y visión restringida $ 300.