Guillermo Domínguez Aleffa
Guillermo Domínguez Aleffa
Trescientos años desfilaron por el escenario del Centro Cultural Provincial. Tres siglos de una búsqueda que todavía quiere paralizar corazones con las vibraciones de las cuerdas. Una reafirmación de la vigencia del arte y su instrumento más allá de los auges y las caídas del mundo y los hombres.
El viernes 29 de junio de 2018 el concierto de la Orquesta Sinfónica fue una invitación a viajar y a observar a través de un repertorio que, a primera vista, podría resultar engañoso en sus vericuetos temporales. Sin embargo, el efecto final fue el buscado: la orquesta invitó al público a escuchar una historia y la supo narrar con eficacia.
Pablo Saraví, con dirección serena e intimista, llevó a los músicos por un camino de meandros bien transitados. Su presencia en el escenario, enfrentando a un tiempo al público y a la orquesta, fue una elección correcta ya que permitió crear una atmósfera coloquial, donde músicos y director y solista fueron uno en la ejecución y con el público.
Las obras de Francesco Geminiani y Antonio Vivaldi hicieron de justo preludio para el brillantemente distendido virtuosismo que Pablo Saraví desplegó en los germanos y románticos acordes del concierto póstumo para violín y cuerdas en re menor de Félix Mendelssohn, en el que casi puede adivinarse un homenaje a las raíces hebreas de la familia del compositor.
En la segunda parte del concierto, fiel al estilo de conducción planteado, el maestro Saraví y la orquesta ofrecieron una vibrante sonata de Rossini. Sin embargo, como en todo buen relato, en el desenlace estuvo lo mejor: Seis movimientos de la “Capriol Suite” de Peter Warlock que fueron historia musical condensada.
La inclusión de las biografías de los compositores en el programa es algo que debe destacarse. Más allá de brindarle algo al espectador que siempre lee mientras espera el comienzo, fue una pincelada exacta para dar una idea de las razones detrás del repertorio.
Observación: Menos mal que en esta ocasión no hubo compositores franceses. De seguro habrían sido inculpados por los resultados del día siguiente.