Juliano Salierno | [email protected]
El abogado Leandro Corti ratificó el interés de la familia en “despejar inquietudes y dudas sobre el proceder de los organizadores del evento”, en el que la deportista sufrió una descompensación el 22 de abril, en Monte Vera.
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La Justicia provincial aceptó a los diez hermanos de la maratonista Marlene Nair Gieco, como querellantes en la investigación penal preparatoria que se lleva adelante, a causa de su fallecimiento ocurrido el pasado 12 de mayo, tres semanas después de sufrir una descompensación en una competencia de las denominadas “eco-aventura”.
“El hecho novedoso es que el jueves 28 de junio el juez Jorge Pegassano tuvo por constituidos como parte querellante a los hermanos de Marlene Gieco. Constitución de querella que se hace a partir de una investigación penal preparatoria que inició la Fiscalía de Homicidios, a cargo del Dr. Jorge Nessier, a los fines de llevar adelante el suceso que se calificó en principio como ‘muerte dudosa’”, confirmó el abogado Leandro Corti, en representación de la familia.
Si bien se trata de una causa penal que no tiene imputados individualizados, “la hipótesis inicial fue despejar la intervención dolosa de un tercero en el hecho; y luego existe la preocupación de familiares de saber la verdad, pero también para despejar inquietudes y dudas sobre el proceder de los organizadores del evento” en lo que refiere a la asistencia de la deportista.
Eco-aventura
Marlene Gieco, la deportista de 38 años, oriunda de Diamante, Entre Ríos, participó el domingo 22 de abril de una maratón de 10 km que se disputó en zona rural de Monte Vera -en el departamento La Capital- y que estuvo organizada por la razón social “Mosquito Eco-Aventura Trail Series”, en lo que fue la primera carrera del calendario 2018.
La competencia se inició a las 11 de la mañana, con punto de partida desde en Centro Cultural de Monte Vera. Gieco estaba inscripta para la carrera de 10k -también hubo 5k y 21k-, “y de acuerdo a la performance que tenía se estimaba que el horario de llegada no podía ser más de las 12 o 12.15”, indicó el abogado de la familia.
Sin embargo, Marlene nunca llegó a la meta y eso generó rápidamente la preocupación del equipo que la acompañaba, por lo que fue puesto en conocimiento de los organizadores, que a las 12.30 ya estaban al tanto de lo ocurrido.
Finalmente la corredora fue hallada por la policía, pasadas las cuatro y media de la tarde, un kilómetro antes del punto de llegada y alejada unos 84 metros del circuito de competencia. Estaba inconciente, debajo de un aromo y según se cree, pudo haber sido mordida por un reptil.
Las hipótesis
Ahora “el horizonte de proyección de la investigación -y sobre todo la intervención de los querellantes- apunta a despejar si pudo haber existido una situación de omisión de auxilio por parte de quienes tenían la obligación de brindarla, vale decir, los organizadores. Si pudo haber existido una situación de abandono de persona por parte de los organizadores. O si pudo haber existido una omisión en el deber de cuidado, que pueda hacer concluir que podríamos estar ante un homicidio culposo, es decir por algún tipo de incumplimiento de las normas del deber de cuidado por parte de los organizadores”, enfatizó el representante legal de la familia Gieco.
Dicho escenario no es una mera especulación de la familia, al sólo efecto de encontrar un culpable de la trágica muerte. Para la querella, existen sobrados elementos para poner en crisis el accionar de quienes convocaron al evento. Entre los puntos salientes, destacaron: la demora en el inicio de la búsqueda; la falta de aviso inmediato a la autoridad policial, así como a la familia de la corredora que llegó al lugar recién en horas de la tarde.
Georeferencia
Una evidencia fundamental que delata todas las falencias es el reloj pulsera que usaba Marlene, cuyo sistema de georeferenciación y seguimiento de las pulsaciones permitió “reconstruir cómo fue el recorrido y la secuencia y ritmo cardíaco” de la mujer. “¿Qué se puede inferir de esta prueba objetiva?”, se preguntó Corti en forma retórica. “Que ella llevó adelante un ritmo normal de carrera hasta el minuto 57:58 -casi una hora corrió normalmente-, casi estaba llegando al destino final. Luego, quedó en un lugar, inmovilizada por 4 horas 44 minutos”, precisó.
Se infiere de ello “que estuvo muchísimo tiempo sin un auxilio adecuado, más allá de que los organizadores dicen que hubo un dispositivo de búsqueda. Lo que nosotros entendemos en primer lugar, es que ese dispositivo de búsqueda fue francamente deficiente”.
El Dr. Corti informó también que la fiscalía ordenó una reconstrucción y una inspección ocular del lugar del sucesos, de la que resultó que “el cuerpo no estaba a 500 o 600 metros monte adentro del recorrido, como inicialmente manifestaron los organizadores. Sino que la medida exacta del hallazgo en relación al circuito fue establecida en 84 metros”.
En 15 minutos
También aclaró que “el lugar es de fácil acceso, no es un monte cerrado e impenetrable. Sino que todo protocolo de búsqueda es sencillamente desplegable en el lugar. Es un monte de aromitos con muchas abras. A ella la encontraron bajo un aromo, en un contexto de paisaje que permite el avistaje sin ningún tipo de inconveniente”. afirmó.
“Prueba de ésto es que cuando se inicia la búsqueda por la autoridad policial, que fue cerca de las 16.30, arrojó como resultado que el efectivo que la encontró lo hizo en 15 minutos. Estos son los elementos que nos hacen pensar que es necesario profundizar estas líneas investigativas en cuanto al accionar de los organizadores”, cerró el entrevistado.
Autopsia completa
Para la familia de Marlene Gieco “hay un elemento gravitante, que tenemos que esperar, que es la autopsia completa de la fallecida, porque ahí se va a despejar la causa del deceso”, indicó el abogado Leandro Corti. “Se razona que si se hubiese encontrado y se hubiese hecho una búsqueda eficiente, las chances de sobrevida hubiesen aumentado, porque si hubo una picadura de reptil como se especula, es clave la asistencia inmediata. Cuanto más tiempo se demora la asistencia sanitaria aumentan las posibilidades de muerte”.
Consentimiento “casi leonino”
Si de algo puede servir lo sucedido a Marlene Gieco, es para que no se repita un episodio similar en medio de un evento deportivo. Y sobre todo, para que quienes deben tomar cartas en el asunto lo hagan, vaya ésto para organizadores, sponsors, gobierno y Justicia.
“Hay que recordar que es una actividad de lucro, que si bien es legítimo hay un provecho económico que implica también asumir otro grado de deberes de cuidado”, introdujo el abogado Leandro Corti. “Se cobra la inscripción -actualmente entre $ 390 y $ 890 según fecha de inscripción y carrera-; y lo más importante y que los organizadores ponen mucho énfasis, es que les hacen firmar a los maratonistas un consentimiento informado que es ‘casi leonino’, donde les hacen renunciar prácticamente hasta del derecho a la vida”, expresó el letrado.
En tal sentido, el abogado hizo un llamado de atención, no sólo a los participantes, sino a “las autoridades comunales y provinciales que acompañan la organización de estos eventos” porque “después están estas situaciones no claras de cuáles son las medidas de seguridad y los protocolo de activación de esos dispositivos” que tienen a los deportistas como principales afectados.