Gabriel Obelar
Los paranaenses buscaron sumar experiencia de cara a la próxima Superliga. Y allí encontró al ex Boca Juniors Pablo Ledesma. Un mano a mano con Mirador Entre Ríos. Habla de pelear el descenso, pero también se permite ir más allá.
Gabriel Obelar
Este mercado de pases da que hablar, no sólo por lo extenso y lo complicada que pueden ser las negociaciones, sino que al mismo tiempo por los nombres y el dinero que corre dentro de los mismos, generando polémica en cada transacción, cómo el caso de Mauro Zárate a Boca o el de Pablo Hernández a Independiente.
Pero Patronato no pasó desapercibido en el libro de pases. Dentro de los refuerzos que han llegado, hubo dos que sorprendieron, uno más que otro: Mauricio Sperduti y Pablo Ledesma.
Este último, por lo que significa su nombre en nuestro fútbol y por la trayectoria que posee, hizo ruido, más para el afuera que en su interior: “Es un nuevo desafío, lindo e importante para mí en este momento de mi carrera. Contento de estar en Patronato, de ser parte de la institución y poder estar a la altura de estas exigencias”, expresó con una sonrisa a Mirador de Entre Ríos.
-¿Cómo es que se da tu arribo a Patronato?
-Principalmente la confianza que han depositado en mí y Juan Pablo (Pumpido) que siempre insistió en mi llegada. Se dieron varios condimentos para que este acá y convencido de esta nueva oportunidad.
-En tu llegada, en la conferencia de prensa, hablaste de tu motivación por jugar al fútbol ¿Fue eso lo que impulsó toda tu carrera?
-Es lo que a uno lo mantiene vivo, te da ganas para seguir progresando y creciendo. La motivación está por sí sola, por las exigencias y las obligaciones que tiene cada institución. En Patronato será sumar muchos puntos en un torneo difícil.
-¿Cuándo este deporte comenzó a ser una profesión para vos?
-Esto lo empecé a tomar cómo una profesión cuando me di cuenta que podía vivir de lo que me gustaba hacer. Me di cuenta en mis primeros pasos en Reserva, donde la chance y el sueño de jugar en Primera, estaba cerca y ahí lo tomé con mayor responsabilidad, desde otro lugar y sabiendo que me tenía que convertir en profesional.
-¿Deja de ser pasión en ese momento?
-No deja de ser pasión. La pasión se siente igual, hasta en los mínimos detalles. Hay que ver lo que significa la palabra pasión, pero para mí es entrar a un vestuario, compartir un mate, cambiarse el día del partido y vestirse de jugador. Eso me apasiona y me hace feliz.
-¿Te consideras un futbolistas de experiencia, después de tantos años jugando en Primera División y hasta en Europa?
-Soy un jugador más, que viene aportar lo mejor de uno o al menos intentarlo. Yo llegue para sumar, así que espero ayudar al grupo, a mis compañeros y la institución desde donde me toque.
-¿No te consideras una voz autorizada, tampoco?
-No me creo eso. Vengo a sumar, este plantel cuenta con grandes referentes, que conocen bien el club y que hace años están acá. Ellos marcarán el camino y nosotros, los nuevos, nos iremos acoplando a lo que vienen haciendo.
-¿Qué te parece la idea que planea llevar a cabo (Juan Pablo) Pumpido?
-Hemos ido hablando de a poco y seguro que vamos a seguir profundizando en lo que él pretende dentro de la cancha. En principio son prácticas de fútbol en la que se apunta a corregir detalles. Todavía falta, en esta etapa se priorizan otros detalles, cómo lo físico, habrá tiempo para pulir detalles futbolísticos.
-¿Qué aprendiste en los años en Boca?
-Siempre depende de uno de las ganas de aprender y la humildad de saber escuchar. No solo el paso por Boca me marcó y me sirvió de aprendizaje, sino que por cada club que pase me lleve algo, saque cosas buenas de los entrenadores y momentos que te ayudan a no volver a repetir.
-¿Es tan complicado el Mundo Boca cómo se le desde afuera?
-No es difícil, uno se adapta, lo que sí cada cosa que sucede toma mucha más repercusión y es entendible, porque pasa en los clubes grandes. Es un poco más la exposición que uno tiene, pero todo depende de cómo lo sepas llevar y lo que hagas.
-Fuiste un juvenil en planteles con nombres que quedaron en la historia grande de Boca ¿El haber sido sólo un “pibe” en ese vestuario y dentro de la cancha, hace que este mucho más pendiente de los juveniles en el presente, cómo guía o referente?
-En ese momento el haber tenido tantos referentes y jugadores de jerarquía, a uno lo ayudaba mucho, no sólo porque lo aconsejaban, sino porque te quitaban todo tipo de responsabilidades. Pero no me considero un referente. Si tengo la posibilidad o intentar ayudar a un juvenil, ya sea transmitirle algo que le sea útil, uno se acerca y va a intentar ayudarlo para el bien de todos.
-¿Te quitaron responsabilidades en la semifinal de la Libertadores con River donde tuviste que patear el penal en la definición?
-Va a quedar en la historia ese día. Tuve surte de ser juvenil y no fui consciente de lo que estaba viviendo en ese momento, de lo mejor que me pasó. Hoy si me toca afrontar una situación igual, la viviría de otra manera, con otros temores, pero esa vez me agarró en una edad muy joven donde sólo quería jugar, sin pensar en lo demás. Pero fue hermoso ese momento.
-¿Qué has aprendido de los futbolistas con los que compartiste plantel, que fueron muchos?
- Es difícil resumir en una pregunta tantas cosas juntas. Si aprendí mucho y crecí porque escuchaba y observaba todo el tiempo. Siempre fui de escuchar y observar, porque pensaba en los futbolistas que estaban ahí y sabía que si llegaron a ese lugar por algo era. Yo tenía ese mismo deseo y había que ser inteligente para seguirlo.
-¿Y que fue Carlos Bianchi en tu vida?
- Es el entrenador que me dio la posibilidad de debutar en Boca, una persona por la cual siempre sentí respeto y admiración.
-¿Y Juan Román Riquelme, con el que siempre se te vinculó?
- Es un amigo, una de las personas que más me ha ayudado en el fútbol y con quién voy a estar agradecido siempre, más allá de lo que fue cómo jugador, sino por el valor humano que tiene.
-¿Te dolió dejar Boca?
- No me dolió. Nunca me pasó de extrañar un solo día, creo que me fui habiendo cumplido todos los objetivos. Fueron varios años los que viví ahí, por lo que era el momento de cambiar de aire. El llegar a Santa Fe me hizo bien, estar en un nuevo club y me siento a gusto con esta decisión de llegar a Paraná.
-¿Cómo definís tu paso por Colón?
-Fueron 3 años y medio que disfrute mucho, donde la pasamos realmente bien, donde conseguimos logros deportivos para el club importantes, cómo el ingresar a las competencias internacionales, haber ganado 7 partidos consecutivos que no había pasado antes en la historia de la institución. En lo personal me fui bien, tuvo un salto y donde me han respetado mucho. Estoy agradecido al club, pero desde hoy, arranca una nueva etapa.
-Fue en Colón donde te asentaste cómo mediocampista y comenzaste a ser clave desde la técnica sin tanto recorrido…
-En realidad son etapas las que se van viviendo. Si bien uno tiene las mismas ganas que a los 20 años, tiene que ser consciente que el físico no es el mismo y uno se adapta a las posibilidades físicas y futbolistas que puede ir encontrando. Uno tiene el mismo hambre, pero debe conocer su físico también y las variables que existen en el día a día del fútbol.
-En ese cambio de posición dentro de la cancha. ¿Resaltaste más?
-Eran posiciones diferentes, uno se tenía que adaptar a lo que pretendían los entrenadores. Seguramente que jugar cómo interno, la circulación es otra, el contacto con la misma es diferente y los recorridos no son largos. De alguna manera modificó mi idea de jugar.
-Hemos hablado de títulos y objetivos grandes ¿Te permitís soñar en Patronato donde se lucha por la tabla de los promedios?
-Va a depender del comienzo y el arranque que hagamos y la mentalidad que tengamos de competir. En el inicio se piensa en los promedios, pero vamos a ir viendo con el correr de los partidos para lo que realmente estamos, pero uno siempre tiene que soñar y pensar a lo grande.
-¿Primera vez que peleas por la permanencia?
-Tan directamente, sí. Tal vez cuando estuve en Catania nos tocó pelear abajo, pero tendremos que afrontarlo. Es un lindo desafío y será lindo encontrar motivación todos los partidos para entregarse al máximo y darlo todo.
-¿Es otra la presión que pelear por un ingresó a una Copa o disputar la parte decisiva por un título?
-Todavía no me tocó vivirlo en profundidad, pero creo que la presión es la misma. Para salir campeón tenemos que ganar todo, para mantener la categoría es igual.
-Lo bueno que se forma un plantel con esa hambre, porque todos los que llegaron hablan de lo mismo, soñar en algo más…
-Es un plantel que tiene hambre. Lo poco que vi, en estos días, es que se los ve bien a todos, comprometidos y es fundamental para no sólo tener un mismo objetivo, sino que aspirar a otra cosa.
-¿Existen momentos oscuros en tu vida deportiva?
- El momento más feo, que siempre recuerdo, es la lesión en la rodilla en el año 2009, que me dejó seis meses afuera, pero después soy un agradecido a la vida y a Dios que me ha dado tener esta carrera deportiva.
-¿Te queda algo después de tanto?
-Seguir disfrutando de cada día, tratar de hacer las cosas bien, el devolver la confianza dentro del campo que depositaron en mí. Después, primero, sostener a Patronato en Primera y, luego, ver si estamos para algo más y permitirnos soñar.
¿Quién es Ledesma?
Pablo Martín Ledesma nació en La Falda, Córdoba, el 4 de Febrero de 1984 (34 años). Debutó profesionalmente en Talleres de Córdoba, pero forjó su carrera en Boca Juniors, donde consiguió 4 títulos locales y 6 consagraciones Internacionales; en sus dos etapas en la institución, continuando en Catania (Italia) y Colón. En Primera División, disputó 305 partidos, con 21 goles, jugando además, 4 encuentros con la Selección Argentina.
El eje de Pumpido
Ni bien pisó por primera vez la institución de calle Grella, Juan Pablo Pumpido, en medio de una rueda de prensa, no dudó en aclarar que “Pablo (Ledesma) nos viene aportar su jerarquía y experiencia, siendo el que maneje los hilos del equipo”.
Así lo piensa y lo comenzó a probar el entrenador de Patronato a su nuevo refuerzo, en la mitad de cancha, en doble cinco dentro de sus sistema táctico clásico, el popular 4-4-2, junto con Damián Lemos, quién a priori hará el desgaste de la recuperación, los relevos y tenga más recorrido, para que Ledesma tenga la responsabilidad de hacer circular la pelota, encargarse del orden y una voz de mando en el verde césped.