Rubén Sánchez
En el marco del ciclo Santa Fe Debate Ideas, visitaron nuestra ciudad el filósofo Darío Sztajnszrajber, la periodista especializada en género Luciana Peker, y el escritor Hernán Casciari; moderados por la periodista Gisela Busaniche.
Rubén Sánchez
Más de 5.000 personas (y se estima que otras 1.000 quedaron en lista de espera) se dieron cita en la Universidad Tecnológica Nacional para la conferencia “Tomar la Palabra”, donde expusieron el filósofo Darío Sztajnszrajber, la periodista especializada en género Luciana Peker, y el escritor Hernán Casciari; moderados por la periodista Gisela Busaniche.
La conferencia se dio en el marco del ciclo Santa Fe Debate Ideas y contó con la presencia del gobernador Miguel Lifschitz, acompañado por integrantes de su gabinete, además de legisladores provinciales, y el decano de la Facultad, Rudy Grether.
Responsabilidad
“Este estadio está completamente lleno” observó Lifschitz. “Habitualmente este tipo de actividades se hacen en ámbitos mucho más reducidos, pero algunas cosas buenas están pasando en la Argentina, que hacen que estas tres personalidades hoy tengan esta convocatoria impresionante, mayoritariamente jóvenes” agregó.
Posteriormente, se pronunció acerca de la igualdad entre hombres y mujeres, al decir que “esto nos está hablando de algo muy importante que está pasando en el mundo, y especialmente en Argentina, donde las mujeres no están en igualdad en las instituciones y la economía, ni en la política y la Justicia; sin embargo sí son mayoría en las calles, en las movilizaciones, en los grandes debates que hoy se abren para luchar, por ejemplo, por la ley de Aborto Legal”.
“Entendemos que la democracia es pluralidad de ideas y discusión profunda sobre conceptos, sobre las cosas que nos importan a la sociedad, a los jóvenes, a los trabajadores, las cosas que tienen que ver con el presente y el futuro”, consideró Lifschitz. “Entendemos que entre las muchas responsabilidades que tiene un gobierno, también está ésta, abrir espacios de debates” concluyó.
Lenguaje
Hernán Casciari fue el encargado de abrir la jornada contando una de sus historias, como no podía ser de otra manera. Con su clásico estilo humorístico, comenzó reflexionando sobre los apellidos, hilvanando esto con su propia historia personal. La guerra a lo largo de la historia de Internet con un supuesto italiano llamado Mauro Casciari divirtió a los presentes, quienes le regalaron un cálido aplauso luego del final en el que reconoció, jocosamente, a su hija Nina como “un nuevo enemigo”.
Posteriormente, fueron invitados a subir al escenario Darío Sztajnszrajber (también conocido como “Darío Szeta”, por la dificultad que entraña pronunciar su apellido) y Luciana Peker. Antes de comenzar su exposición, ambos dedicaron el debate a la memoria de Santiago Maldonado, al cumplirse un año de su desaparición.
“¿Nosotros tomamos la palabra? ¿O es la palabra quien nos toma a nosotros?” comenzó Sztajnszrajber, reflexionando sobre el nombre del evento. “¿El lenguaje es una prisión? Teniendo en cuenta que es preestablecido, y que todas las palabras tienen una significación previa que nosotros no le impusimos” preguntó provocadoramente, fiel a su rol de filósofo.
Luego optó por citar al filósofo francés Michel Foucault, con su frase “donde hay poder, hay resistencia”.
“Yo me di cuenta que todo es poder. Eso incluye al lenguaje” afirmó Szeta, coincidiendo con Foucault, para quien el concepto de poder fue uno de sus principales motores de pensamiento.
“Y el poder necesita de la resistencia para ser tal. No seamos la resistencia que el poder necesita” propuso.
Tras algunas anécdotas personales que hicieron divertir al público, volvió a elucubrar sobre el lenguaje sin salir del tono humorístico. “Es como cuando nos enamoramos y le decimos a la otra persona...te amo ¡Las dos palabras más nefastas de la historia!” se quejó para la risa general de los presentes.
“Es el reduccionismo afectivo ¡Decís las palabras que todo el mundo dice, y que vos ya se las dijiste con anterioridad a las personas de las que te enamoraste antes!” se siguió indignando jocosamente.
Para concluir su reflexión lingüística, volvió al recurso de las preguntas al interrogar “¿Pensamos antes de hablar? ¿O pensamos porque hablamos? No rompemos la gramática ni para pensar ¿Son entonces los pensamientos una construcción fundada en el lenguaje?”
“Pelearse con Dios es fácil. Lo difícil es pelearse con lo normativo, con lo aceptado”, concluyó ante una lluvia de aplausos.
Aborto
Luego fue el turno de Luciana Peker, periodista de Página 12 especializada en género. Como no podía ser de otra manera, por actualidad, por el perfil de los invitados, y por la gran cantidad de pañuelos verdes que había en el público, la charla viró hacia la temática del aborto.
Peker comenzó dando cifras en las que se enuncia que hay 46 muertes por año por abortos clandestinos en Argentina. “Es un femicidio institucional por parte del Estado. Porque todas esas muertes son evitables”, enunció.
En esa sintonía, se refirió al caso local de Ana María Acevedo, quien por portar un tumor maligno solicitó un aborto que le fue denegado. Con 25 semanas de gestación, la indujeron al parto del que nació una niña de 450 gramos que murió a los dos días. Tres semanas después fallecería Ana María también.
Hablando siempre con cifras y porcentajes, Peker consideró que los índices de muertes por abortos clandestinos se asemejan a los de países muchos menos desarrollados que Argentina. También aseguró que, en temas presupuestarios, la producción del misoprostol (comprimido que se utiliza para la interrupción voluntaria del embarazo) es menor que los costos que genera atender a una mujer que tuvo una mala práctica de un aborto clandestino.
Alejándose un poco de los números, Peker aseveró que “los que somos padres sabemos que no es lo mismo tener un hijo hombre que una hija mujer. Con la hija mujer siempre tenemos más miedo. Y yo quiero que mi hijo hombre y mi hija mujer tengan los mismos derechos”, lo que produjo el estruendoso aplauso todo el auditorio.
“Todo el mundo nos mira. Es la revolución de las hijas. La primavera juvenil en Argentina no tiene precedentes”, fue el mensaje esperanzador que enunció para terminar.
El evento concluyó con una segunda intervención de Hernán Casciari, quien con su gran oratoria mezcló el humor con la emotividad al contar una tragicomedia vivida en unas vacaciones en Montevideo.
Cita a El Litoral
Para ilustrar sus expresiones acerca de la falta de representación de los jóvenes en las cámaras legislativas, Luciana Peker citó la nota “De los 257 diputados nacionales, sólo tres tienen menos de 30 años”, publicada por este medio el 16 de julio. A continuación, pidió que los menores de 30 años que estaban presentes levantasen la mano, cosa que hicieron miles de los asistentes. De esta manera, la periodista demostró que la temática del aborto tiene un carácter profundamente juvenil, pero que la juventud no tiene presencia significativa en el Congreso.