"El teatro es un hecho político"

Juan Ignacio Novak
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La obra “Pánfilos”, proveniente de Paraná, se presentará el próximo jueves a las 20 en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457). La obra, que se estrenó en abril pasado en la vecina provincia y ahora gira por distintos puntos del país, está a cargo de Teatro del Bardo. Se basa en una serie de trágicos sucesos que se desarrollaron en Gualeguaychú el 1º de mayo de 1921, cuando un enfrentamiento entre movimientos obreros y la Liga Patriótica terminó con muertos. En paralelo con estos hechos, en medio del caos, tres actores del Cuadro Filodramático Pánfilos ensayan.

“En Teatro del Bardo pensamos que el teatro es un hecho político y no puede dejar de serlo y en ese sentido ‘Pánfilos’ es la continuación de una de las líneas de trabajo que tenemos, que tiene que ver con lo histórico. Empezó con la obra ‘5438’, policial que habla sobre la campaña al Desierto; continuó con ‘Jacinto Rojo’ sobre lo que Osvaldo Bayer llama ‘La Patagonia rebelde’ y continúa ahora con ‘Pánfilos’ centrada también en ese período trágico en el cual, a lo largo y ancho del país murieron muchos trabajadores en manos del Estado o de grupos armados parapoliciales. Nos gusta trabajar en esa línea, pensando en repensarnos”, sintetizó el director de la puesta, Walter Arosteguy.

“La elección de los hechos ocurridos el primero de mayo de 1921 en la ciudad de Gualeguaychú nos vino heredada, si se quiere, de un proyecto anterior que se llamaba ‘Jacinto Rojo, otro cuadro filodramático’ donde queríamos hablar sobre ‘La Patagonia rebelde’ y dónde tomamos un hecho en particular para ir hacia lo general. Cuando investigamos para ese proyecto, encontramos estos eventos de Gualeguaychú. Fuimos a la ciudad a preguntar y casi nadie los conocía, apenas algunos docentes interesados en la historia estaban anoticiados del hecho, que ocurrió en una de las plazas centrales y dividió incluso a la sociedad de Gualeguaychú. Ese ‘olvido’ no es casual”, relató.

Decididos a trabajar sobre estos hechos, los integrantes del grupo comenzaron a investigar. “Había poca bibliografía sobre el tema así que debimos rastrear bastante. Encontramos algunos videos de profesionales de Paraná, como Santiago Fiorotto, que hizo el documental ‘Bandera roja’. Nos sirvió muchísimo porque está el testimonio del hijo de uno de los muertos de aquel enfrentamiento entre los obreros y la Liga Patriótica. Esta persona, Ateo Jordán, cuenta los hechos ocurridos y habla sobre la bandera en disputa, una excusa que buscaba la Liga Patriótica para reprimir a los trabajadores. Era un rumor que se había hecho correr, que los trabajadores ese 1º de mayo de 1921 iban a sustituir la Bandera Argentina que se encontraba en la plaza por una roja. Esta excusa le sirvió a la Liga, que se dirigió a la plaza y reprimió. Ese ‘sucio trapo rojo’ existió y es aún guardado con recelo por Ateo Jordán, el hijo de Ángel Jordán, muerto en aquellos hechos”, recordó Walter.

Entra Shakespeare

Una vez que contaron con esa base, el equipo activó una serie de búsquedas de otros textos para ir rodeando ese material. “Así llegamos a una escena de ‘Sueño de una noche de verano’ de William Shakespeare, en la que un grupo de actores ensaya una obra que va a ser presentada en una boda real. Teniendo en cuenta la estructura de esa de escena, en la que el teatro habla sobre el teatro, nos pareció que podía ser una de las líneas dramatúrgicas a trabajar: actores hablando de teatro, insertos en un contexto histórico, en un hecho particular. Suponíamos que la potencia del tema iba a estar en ir rodeándolo para generar otros disparadores”, siguió el director.

En las etapas siguientes del proceso de dramaturgia, que fue colectivo, aparecieron textos de mujeres anarquistas como Virginia Bolten o Emma Goldman. También una escena de “Columnas de fuego” de Alberto Ghiraldo, escritor de principios de 1900. De la misma forma, descubrieron trabajos de Carlos Fos. “No sólo los textos que traía cada uno se ponían en escena, sino también el trabajo de los ensayos, independientemente del tema que tocábamos. Es decir los cuerpos relacionados entre sí, las ideas que desprendía el espacio en el que estábamos trabajando fueron, de alguna manera, estructurando el relato. Después, siempre hay alguien que se sienta y pone en funcionamiento esas ideas en una estructura dramática, y ése ha sido el trabajo de Valeria Folini. Estructura que pone el acento en que somos un grupo de trabajadores del arte hablando de otro grupo de trabajadores que también se dedica al arte que es el de expresar ideas, pensamientos, sensaciones y críticas, inmersos en un contexto social cultural y político que los afecta directamente no sólo a ellos sino al modo de producir y a las temáticas a representar. Creemos que el teatro es un hecho político y que no puede no tener una relación no sólo con lo de afuera sino con lo que pasa dentro de la sala de ensayo, la historia con la que vienen los actores y los directores, el momento que vivimos”, explicó Arosteguy.

Itinerario

El recorrido escénico de “Pánfilos” arrancó con el estreno, que se produjo el 5 de abril de este año en Paraná, ante 450 personas. “A partir de ahí, hicimos algunas funciones también dirigidas a instituciones educativas a partir de nuestro proyecto artístico pedagógico llamado Equipo de Educación por el Arte”. Además de Paraná, su ciudad “natal”, el espectáculo se presentó en Nogoyá y también en Santa Fe, en el Centro Cultural y Social El Birri, en junio pasado.

“Para la presentación en el Centro Cultural Provincial de Santa Fe trabajaremos también con instituciones educativas, con quienes estamos poniéndonos en contacto para que puedan compartir este trabajo con nosotros. Ya que ‘Pánfilos’ es eje de una actividad donde hablamos sobre los derechos de los trabajadores, los movimientos sociales y las luchas sociales que se produjeron en nuestro país en el siglo XX, los efectos y las causas que dieron lugar a estos movimientos”, señaló el director.

“Luego -anticipó- estaremos girando por Córdoba, en octubre, y por el norte de Buenos Aires. Es nuestra intención recorrer muchas provincias ya que nuestros espectáculos tienen una ‘vida útil’ extensa. Algunos tienen las misma cantidad de años que el grupo (19) y esperamos que ‘Pánfilos’ no sea la excepción”, apuntó Walter.

Trayectoria

Teatro del Bardo, que transita su 19º año de vida, está integrado por 12 personas y no todas participan de todos los proyectos. “Tenemos 14 espectáculos en cartelera y entonces se van armando como subgrupos a partir de los proyectos, de las obras en sí”, explicó Walter Arosteguy. En este proyecto en particular, “Pánfilos”, se unen las actrices más antiguas con una nueva integrante.