El Concejo Municipal tiene en estudio un mensaje del Ejecutivo por medio del cual autorizaría a la gestión a contraer un préstamo cercano a los 15 millones de dólares, dinero que sería utilizado para la colocación de luces Led en la ciudad. Si, en el momento de mayor incertidumbre financiera que conoce la Argentina de 2001 para acá, el Intendente José Corral nos planteó la necesidad de endeudarse en dólares, situación que más allá de cualquier apreciación personal representa una verdadera irresponsabilidad política.
El mensaje ingresó hace muy poco y aún no fue tratado por el cuerpo, pero la incertidumbre ya se transformó en devaluación: el dólar en Santa Fe llegó a cotizar 42 pesos, casi 11 pesos más que cuando al concejo se le solicitó el endeudamiento. Desde ya que los tiempos administrativos y de gestión son otros, con lo cual no podemos decir que de aprobar el mensaje el jueves pasado el municipio hubiese perdido determinada cantidad de dinero; lo que sí es cierto es que la diferencia respecto a la cotización entre el momento en que ingresó el pedido de endeudamiento y la posibilidad de que el concejo lo apruebe –por caso en la última sesión- , admite una suma cercana a los 155 millones de pesos. Pesos más pesos menos, tiempos más tiempos menos, esa es la cifra que define la irresponsabilidad del Intendente, quien solicita endeudamiento en dólares en un momento en que la divisa internacional se devalúa un 41 % sólo en el mes de agosto.
El Plan Nacional de Alumbrado Eficiente viene desarrollándose en la ciudad de Santa Fe desde el año pasado, situación que motivó la presentación de un Pedido de Informes a fin de saber pormenores en la ejecución de ésta propuesta municipal. Esa requisitoria fue respondida y pudimos saber que las compras se realizaron con fondos nacionales, con lo cual el municipio logró la realización de una gestión concreta en beneficio de los santafesinos y en el marco de sus responsabilidades. La situación planteada hoy es esencialmente distinta y para continuar con el Plan de Alumbrado se nos invita a un endeudamiento que a priori pone en riesgo nuestros recursos.
Hay que buscar un equilibrio y si vale la apreciación, es nuestro deber echar luz al respecto. Es necesario legislar en función de las demandas que nos plantea la ciudadanía pero atendiendo al cuidado de los fondos públicos. Se entiende a aquellos ciudadanos que plantean la necesidad de la renovación de luminarias en la ciudad y me consta que el concejo en pleno acompaña esa demanda, pero deben también entender los ciudadanos que esa obra no puede realizarse si pone en riesgo los números del municipio. En realidad sí, puede realizarse poniendo en riesgo las arcas municipales, pero no fuimos elegidos para descuidar los recursos que pertenecen a todos los santafesinos y fundamentalmente, no queremos que hoy decidamos la obra y después el municipio tenga la maravillosa idea de aumentar impuestos y servicios para equilibrar sus finanzas. Esto también tienen que saberlo los vecinos.
Por su parte, el Intendente José Corral manifestó su total apoyo a la gestión que el Presidente Macri viene llevando adelante y lo hizo el mismo día que el Jefe de Gabinete de Ministros Marcos Peña desconoció públicamente la fuerte crisis económica en la que sumieron al país producto de sus malas decisiones. Yo creo que hay en la ciudad una gestión paralela, que gobierna en función de un sector minúsculo de la ciudadanía desconociendo los fuertes aumentos que viene reconociendo la canasta básica, el gas, los diferentes servicios. Es irracional por ejemplo que las multas en la ciudad continúen aumentando al calor del incremento en las naftas, ya que el precio del combustible se ha venido incrementando en forma sostenida y desmedida desde principios de año. Hay ejemplos en la Argentina en los cuales vemos que algunos municipios desestiman la posibilidad de decirle a Nación todo que sí y gestionan en favor de sus vecinos. En Buenos Aires, por ejemplo, el Intendente de Hurlingham acordó con los panaderos un tope en el precio del pan, para que el mismo sea accesible a la población más vulnerable. De esto volvimos a hablar en el país y el modelo de ciudad que nos propone la gestión local está más preocupado por organizar el TC 2000 que por atender las prioridades que hoy son visibles en la ciudad.
No queremos que el concejo municipal permita la creación de un municipio destinado a saldar deudas contraídas desde la irresponsabilidad en la gestión. Asumir nuestro rol de concejales implica lograr los consensos necesarios para brindarle a la ciudadanía una previsibilidad que desde hace tiempo se viene perdiendo. Mi compromiso con mis pares es el mismo que asumí con los vecinos: tomar decisiones que mejoren la ciudad sin hipotecar su futuro.