Federico Aguer
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Avanza un trabajo de investigación que analiza el impacto de efluentes bovinos y porcinos como fertilizante natural en campos de Santa Fe. El proyecto contempló la creación del primer laboratorio en la provincia que brindará información precisa al productor para mejorar significativamente los rindes, con mayor sustentabilidad.
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“Estamos preparando un evento a campo que se llevará a cabo el 3 de Octubre en El Trébol para poder coronar varios años de trabajo, y demostrar la importancia de la interacción”, le anticipa Norberto Gariglio, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, a Campolitoral. La jornada en cuestión se está organizando para poder exhibir un proyecto de investigación referido al aprovechamiento de los desechos de la producción, ya sea de leche, carne o porcina. “Es una demanda del sector productivo, puntualmente de una empresa, que nos convocó para llevar adelante un proyecto de investigación en el marco de una convocatoria de financiamiento proveniente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, orientada al desarrollo de soluciones de problemas medioambientales derivados de la producción”, dice.
La importancia de la vinculación
Para Gariglio, las universidades forman profesionales, pero la capacidad instalada y su posibilidad de fomentar proyectos, las transforman en instituciones con roles más importantes todavía, cerca del Estado y trabajando en la solución de problemas regionales. “La importancia de organizar estos trabajos es fundamental, y el rol de la Universidad en estos proyectos es nada menos que el aporte científico, avalando con la capacidad de sus investigadores la posibilidad de analizar y dirigir el trabajo. La producción sustentable ambiental, social y económica son los tres pilares. La parte ambiental es la más relegada pero eso es un proceso irreversible con alta demanda social, y estamos de acuerdo que sea así”, manifestó.
Proceso de concentración productiva
El Ing. Agr. Gustavo Benzi es gerente de producción lechera de Las Taperitas S.A. No oculta su entusiasmo por los números que arroja el trabajo. Y le explica a Campolitoral de qué se trata. “Estamos trabajando de manera integrada con la UNL en el aprovechamiento de deshechos pecuarios: líquidos, semilíquidos y sólidos, resultantes de la producción porcina; como así también del tambo y los corrales, en sistemas intensivos (drylot)”. Benzi recuerda que la iniciativa nació cuando empezaron a concentrar las producciones y a aumentar la productividad por hectárea de las actividades, “porque si bien se genera una mayor extracción de forraje y de Materia Seca sobre la tierra, la idea es devolver y potenciar las producciones agrícolas sobre esos mismos campos”.
Gustavo sostiene que si bien todavía hay muchos sistemas intensivos o semi intensivos a campo, lo que se ve es una concentración muy fuerte en la producción lechera en Santa Fe y en las provincias de la Pampa Húmeda, mucho feedlot casero, o tambos con más de 300 vacas, que generan una cantidad importante de deshechos, inclusive en los corrales y en los sistemas pastoriles en los corrales “nocheros” (donde las vacas pasan la noche), o en los que reciben alimentación de silajes como complemento del pastoreo. “En esos corrales se produce una concentración importante de deshechos que son una fuente muy rica de Nitrógeno, Fósforo y Materia Orgánica para aportar a los campos donde las vacas pastorean o donde se obtiene el silo y esos mismos campos están muy cerca”.
Con la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL arrancaron hace ya casi 4 años y en 5 cultivos a la vez, medidos con distintas dosis de deshechos sólidos, semilíquidos y líquidos, en un ensayo a escala real, no de mini parcelas. “Son 300 hectáreas destinadas a la experimentación y con mediciones reales a campo, porque la maquinaria adquirida en el marco del proyecto, está dimensionada para esa escala de trabajo en investigación pero con capacidad ociosa aún. Estábamos esperando los resultados para aplicarlos en mayor superficie de cultivo. Con el equipo de profesionales y técnicos de Las Taperitas ya vimos los resultados a campo y en distintas localidades y estamos implementando estas tecnologías en la mayor superficie de cultivo posible” explica.
Respuesta inmediata: rindes superiores
La respuesta a los cultivos sorprendió a todos. Gracias a que en los últimos años ajustaron muy bien las dosis, gracias al aporte realizado por la Facultad en el Laboratorio de Desechos Pecuarios. “Hasta el momento no había laboratorios que generaran información confiable para la toma de decisiones, por eso se desarrolló la iniciativa del laboratorio de análisis de desechos de la FCA que hoy está terminando de ajustar las técnicas con resultados a los mejores estándares a nivel internacional”, dice Benzi.
Con esa información de confianzam ahora se pueden generar las aplicaciones óptimas. “Queremos un uso racional y sustentable de los recursos. Lo peor que podemos hacer es no hacer nada, o aplicar para sacarnos el problema de encima sin medir las consecuencias. En distancias próximas a la fuentes tenemos mejores respuestas al mismo costo que una aplicación química. En campos con muchos años de agricultura, vemos respuestas a cobre, zinc, molibdeno y otros micro nutrientes que no se ponen en el campo con frecuencia y los orgánicos son una fuente muy rica en estos nutrientes”, sostiene convencido.
Finalmente, redobla la apuesta: “la idea es poder aportar a esta actividad, invitando a todos los productores interesados a la jornada, destacando este trabajo a escala real y con trabajos a campo. Si bien somos productores grandes (en este trabajo participaron un tambo de 500 vacas en ordeñe y una granja de 8.000 cerdos en engorde), ya hay muchas granjas de ese tipo en el país. Habrá disertaciones para mostrar los resultados y charlas teóricas, con maquinaria aplicando en vivo y en directo”. Es una Jornada de productor a productor para compartir la experiencia y que todos podamos aprovecharla; productores colegas, profesionales del agro, funcionarios, legisladores, investigadores, entidades y público interesado en la temática.”, invitó.
Objetivos claros desde el principio
Según la Ing. Agr. Silvia Imhoff, el objetivo fue desde el inicio tratar de transformar desechos pecuarios que generan problemas en insumos útiles. Desde la UNL el tema se derivó al Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (CETRI) el que actualmente se encuentra bajo la dirección de Christián Nemichenitzer, quienes los orientaron sobre cómo armar la propuesta, tratando de conjugar los intereses particulares de la empresa, las capacidades de la Universidad para dar solución al problema y los objetivos a los que apuntaba la línea de financiamiento. “Lo presentamos a la Nación, y a partir que se aprobó, contamos con los recursos para hacer varias cosas: instalamos 4 ensayos a campo, con los distintos tipos de desechos, ya sea de tambo y/o porcinos. Y como cada uno de ellos (sólidos, líquidos o semilíquidos) requieren distintos tipos de aplicación, y tuvimos que importar la primera inyectora de efluentes en el suelo de Argentina”, recuerda.
Esta máquina, que inyecta el efluente de forma que no se vea ni perciba, es ampliamente utilizada en la EE.UU y la UE. Los ensayos incluyen también la aplicación por vía de riego por aspersión, distribución de sólidos y efluentes inyectados.
La referente del proyecto explicó que se evalúan factores como productividad, propiedades del suelo a nivel físico y químico, la liberación de gases de efecto invernadero en invierno y verano, el movimiento de los efluentes (si llegan o no a las napas), “pretendiendo un estudio abarcativo para poder dar respuestas relativamente seguras y con base científica para el uso de estos efluentes, y para que los productores lo puedan usar con un sentido agronómico que respete las condiciones de preservación del ambiente”. Además, la escala a campo permite tener información aplicable en condiciones similares. “Pretendemos que esos desechos vuelvan al mismo sistema productivo reemplazando a los fertilizantes químicos”, explica.
Beneficio doble
Según el bioquímico Gustavo Ribero. secretario de Coordinación de la FCA, el moderno laboratorio para análisis de desechos pecuarios, es el ámbito donde los productores podrán medir sus suelos y sus desechos para armar una estrategia agronómica “a medida”. “En el laboratorio analizamos cuánto y en qué momento y de qué manera lo tengo que incorporar a ese suelo para un determinado cultivo, determinando además las mejores dosis para un cultivo determinado. Se analizará el efluente y la tierra, también se analizará el cultivo y cómo incorporar dicho nutriente. Nos capacitamos en otros países y otras universidades, y cada uno fue incorporando capacitación para trabajar aquí, incorporando equipamiento específico. En Argentina se está yendo a una producción intensiva, y esto genera grandes residuos concentrados en un mismo lado. Por eso tenemos que capacitar a los recursos humanos en el manejo, y quizás dentro de poco tiempo ya estemos trabajando y certificando la técnica del laboratorio”.
Fierros importados y nacionales
El Ing. Agr. Miguel Forni también forma parte del equipo, como coordinador de Extensión de la FCA y docente de la cátedra de maquinaria agrícola. Al punto que en una Pyme santafesina están replicando la inyectora de efluentes adaptada a nuestro medio. “La máquina inyecta residuo semilíquido en el suelo a través de unos discos que van abriendo el suelo y por presión lo inyecta en una dosis determinada”, explica. “Y hemos presentado otros proyectos para trabajar con un taller de la zona para una máquina que se adapte a las necesidades de la zona”, agrega. La principal variante es el tamaño, porque la importada es de 18.000 litros, y precisa un tractor de 180 caballos que no es tan difundido en la zona. “Estamos diseñando una máquina de menor capacidad que haga el mismo trabajo en el sentido de inyectar el líquido, tratando que la distribución sea más homogénea en el perfil del suelo con mayores ventajas ambientales. Al incorporarlo como nutriente evitamos el desperdicio y lo aprovechamos mejor. Se soluciona un problema y se ahorra en insumos”, resume.