Redacción El Litoral | [email protected]
Está a la salida de la Terminal de Ómnibus.
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Ahorrando cualquier epíteto, lo que cuenta la fotografía de este artículo lo dice casi todo. La empresa constructora que reparó en el mes de julio pasado la calle interna de salida de la Terminal de Ómnibus Manuel Belgrano, hace ya más de un mes, concluyó la reparación, levantó las herramientas y se olvidó algo.
Durante aproximadamente un mes de trabajo, los obreros reconstruyeron 574 metros cuadrado de pavimento con un hormigón armado de 23 centímetros de espesor con armadura de refuerzo. Durante cada jornada de trabajo usaron el baño para hacer sus necesidades. El pavimento se ejecutó sobre una sub-base de RDC (Relleno de Densidad Controlada) de 15 centímetros de espesor. Mientras lo hacían, usaban el baño.
Terminó la obra, quedó el baño. Así fue como quienes circulan a diario por la zona de la Terminal pueden hacer sus necesidades. Pero a la vista de todos, ya que alguien se tomó el trabajo de arrancarle la puerta al baño químico abandonado en el cantero que divide la calle de salida de la estación de colectivos —que se llama Ricardo Balbín— y calle Belgrano.
Por allí transitan miles de personas. Pero pocos se percataron de la presencia del baño. Incluso los miles que llegaron a la ciudad a disfrutar de la carrera de autos del Súper TC 2000, que se realizó hace dos fines de semana atrás.
Por fortuna a nadie se le ocurrió usarlo. Porque entonces el olor nauseabundo hubiese invadido el paisaje. Y así quedó, como una insólita postal santafesina, como si se tratase de una instalación artística urbana. Un baño abandonado. Verde, con puerta blanca.