Alberto “Nene” Sánchez | [email protected]
Eliminado de la Copa Sudamericana y de la Copa Argentina, al equipo rojinegro le queda jugar por la Copa Santa Fe y lo más importante, tratar de sumar para mejorar la pobre imagen en la Superliga.
Alberto “Nene” Sánchez | [email protected]
A principios de año, las negociaciones para que Eduardo Domínguez siga al frente del plantel profesional de Colón fueron muy arduas. Luego de un muy buen comienzo en la temporada 2016-2017, el rendimiento fue mermando y si bien el entrenador sabalero pudo meter al equipo en la Copa Sudamericana del presente año, terminó haciéndolo de una manera muy ajustada, y lógicamente nacieron algunas dudas para afrontar la temporada siguiente.
Además, el entrenador le solicitó a José Vignatti diferentes cuestiones como para “dar el salto de calidad”. El pedido de un secretario técnico o manager, mayor tecnología a disposición del cuerpo técnico, vuelos chárter para el traslado de la plantilla cuando las distancias y los rivales a enfrentar lo ameriten. Y además, la contratación de jugadores que llegaron para jerarquizar el plantel, por ejemplo: Alan Ruiz, Javier Correa, Gonzalo Escobar.
Domínguez y el presidente llegaron a un acuerdo y por eso el vínculo se renovó. Los objetivos para este año estaban claros. Aparte de la Superliga, la participación en tres campeonatos más: uno internacional, como la Copa Sudamericana; otro nacional, Copa Argentina; y otro provincial, Copa Santa Fe. En el medio, al finalizar el primer semestre de 2018, Colón logró clasificar a la Sudamericana de 2019, otra “medalla” más para el DT.
Pero sabemos cómo le fue a Colón en dos de los tres torneos mencionados. El jueves último fue eliminado de la Copa Sudamericana en instancias de octavos de final por el Junior de Barranquilla, después de perder en Colombia (1-0) y empatar en el Brigadier López (1-1), dejando una pálida imagen futbolística.
Es verdad que en la llave anterior el conjunto rojinegro había dejado en el camino a un “grande” en estas lides internacionales. Se trata de San Pablo, al que derrotó 1 a 0 en el mítico Morumbí en el cotejo de ida. En la revancha jugada en el Centenario, Colón perdió por el mismo marcador, pero pudo seguir en competencia gracias a salir airoso en la definición desde el punto penal.
En el otro certamen que se despidió prematuramente fue en la Copa Argentina. Tras dejar afuera agónicamente a Deportivo Morón en los 32vos. de final (1-1 en el tiempo reglamentario y 4-3 desde los 12 pasos), lo eliminó San Lorenzo en 16avos. (2-1, 3-1), cuando tenía todo dado para clasificar a la siguiente fase, ya que vencía 2 a 0 y los de Boedo se lo igualó faltando un cuarto de hora para después perder en los penales.
Ahora, de las tres competencias nombradas, sólo le queda la Copa Santa Fe, de la cual será protagonista el sábado 13 a las 17 en el Cementerio de los Elefantes frente a Atlético San Jorge, en la semifinal que resta jugarse por el certamen provincial. La otra la ganó Unión de Sunchales, venciendo a Unión de Santa Fe 2 -1, por lo que el conjunto sunchalense espera por Colón o por Atlético San Jorge para dirimir quién será el campeón de la tercera edición.
Pero además...
Es lógico pensar en que ganar la Copa Santa Fe representaría un hecho importante desde lo económico. Si Colón se consagrase campeón, sumaría en concepto de premios la suma de 2.250.000 pesos. Nada mal para las arcas de un club que tiene excesivos gastos fijos mensuales.
No obstante, lo primordial ahora que ya se le dijo adiós a la Copa Sudamericana y a la Copa Argentina, es empezar a “darle pelota” a la Superliga. Las razones están más que expuestas y sólo hace falta mirar la tabla de posiciones para darse cuenta del problema que tiene que solucionar Domínguez y su equipo de aquí en adelante.
El sabalero aparece en la posición 21. Suma 6 unidades (lo mismo que Argentinos Juniors), producto de un triunfo ante Godoy Cruz (3-1) en la mejor producción en mucho tiempo; y tres empates: Patronato (0-0), Tigre (2-2) y Unión (0-0). Los otros tres encuentros fueron derrotas: Atlético Tucumán (2-1), Independiente (3-0) y Boca (3-1), todas de visitante.
El porcentaje de puntos sumados es muy bajo: 28,57 por ciento. En cuanto al promedio, si bien el actual es 1,500 (11mo. puesto), hay que decir que cuando termine esta temporada se le borrarán las 49 unidades sumadas en la 2016-2017, una muy buena cifra.
Colón sumó 6 puntos sobre 21 disputados y le quedan jugar 18 partidos en el presente campeonato, que es lo mismo que decir 54 unidades por disputar. Si se hace una proyección entre lo poco que se sumó y lo que resta por jugarse, es fácil llegar a la conclusión de que si no mejora la producción numérica, mientras esté compitiendo en la Copa Sudamericana, en la Copa Argentina y en la Copa Santa Fe del año que viene, tendrá que ver de reojo el promedio.
Es por eso que a Eduardo Domínguez y a sus jugadores, de ahora en más le urge empezar a sumar, si no, la cosa se va a complicar demasiado, sobre todo cuando se sabe que la espalda del entrenador y la de algunos integrantes del plantel ya no tienen la misma capacidad de aguante que hace, por lo menos, cuatro meses.
Los objetivos ahora son otros. El inmediato es ganar la Copa Santa Fe (si Colón la obtiene sumará 1.200.000 pesos, premio al ganador del campeonato) para mejorar en lo económico. Pero el fundamental es el de repuntar en la Superliga para dar vuelta los números expuestos anteriormente.
¿Y si es este lunes?
Por la octava fecha de la Superliga, Colón recibirá este lunes a las 21 a Newell’s, que no está pasando por un gran momento, mucho menos cuando sale del Coloso Marcelo Bielsa, ya que ha jugado tres encuentros de visitante y sólo ha rescatado un punto (0-0 contra Belgrano en Córdoba); y además ha sido derrotado por dos equipos irregulares como Godoy Cruz (2-1) y Vélez (2-0).
Enfrentar a este pálido elenco rosarino dirigido técnicamente por Omar de Felippe significa tener la oportunidad de comenzar a mejorar la también pobre campaña sabalera. Newell’s sólo sumó cinco unidades, gracias a la victoria en la sexta fecha ante Lanús (2-0 en el Parque) y dos empates (2-2 frente a Independiente de local y el 0-0 con Belgrano).
Indudablemente, para Eduardo Domínguez y sus jugadores es la posibilidad de redimirse ante el público que llenó el Brigadier López el jueves último cuando el Junior de Barranquilla le quitó la ilusión a Colón de seguir siendo protagonista de la Copa Sudamericana al empatarle el cotejo 1-1 después de ganar en Colombia 1-0.
Realmente, la necesidad de sumar puntos que tiene Colón en este momento hace que no importe la manera en que lo haga, la cuestión es ganarle a Newell’s. Y quien también lo necesita es el propio Eduardo Domínguez, que sin dudas ya le queda poco oxígeno en el tanque. Una caída frente a los rosarinos lo dejaría groguy al entrenador colonista, con muy pocas (y lógicas) chances de seguir al frente del plantel.
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Parecido al de Estudiantes
Por el lado de Newell’s, el equipo “va a ser parecido al que iba a jugar con Estudiantes”, esbozó Omar de Felippe. El tema es que el equipo sólo lo tiene en mente él, por lo tanto hay un tentativo con varios nombres confirmados y otros que aún restan la definición oficial. Por supuesto, como siempre sucedió desde su llegada, recién en el Brigadier López aparecerá la alineación con los cambios que introducirá el técnico leproso.
De Felippe probó al equipo el viernes por la noche en el Coloso y el sábado trabajó en el predio de Bella Vista. Don Omar, como le dicen en Rosario, tiene en su cabeza los nombres elegidos, aunque no confirmados. Pero el tentativo sería con Aguerre; Piris, Callegari, Fontanini y Bíttolo; Sills y Bernardello; Amoroso, Formica (o Figueroa) y Fértoli; Lisandro Cabrera.
19 jugadores
Concentró Eduardo Domínguez: Burián, Chicco, Godoy, Toledo, Escobar, Clemente Rodríguez, Olivera, Bastía, Fritzler, Zucculini, Estigarribia, Bernardi, Heredia, Brian Galván, Bueno, Chancalay, Leguizamón, Zurbriggen y Correa.