Redacción El Litoral
Desde el retorno de la democracia hubo 18 ministros. En este período, la cartera cambió de denominación 7 veces. Una volatilidad que no contribuye a la continuidad de las políticas educativas.
Redacción El Litoral
Los ministros de Educación de la Argentina duran en promedio 1,9 años. La cifra corresponde a un análisis de los últimos 35 años. El promedio latinoamericano ronda los 2,3 años, por lo que la media nacional se presenta inferior.
Los datos analizados surgen del informe “¿Cuánto duran los ministros de Educación en Argentina?” correspondiente al Observatorio Argentinos por la Educación. Allí se indagó la lista de titulares de la cartera educativa desde 1983 hasta el presente.
Argentina tuvo 18 ministros de Educación desde el retorno de la democracia: al dividir los años del período democrático (1983-2018) por la cantidad de nombres que ocuparon la cartera educativa, se desprende que el promedio de duración es 1,9 años. Ese promedio es superior al de los ministerios de Economía, Defensa y Salud, pero inferior al de los ministerios de Relaciones Exteriores y Justicia (que duraron, en promedio, 2,3 años).
Inestabilidad peligrosa
La volatilidad en las gestiones es uno de los puntos de los continuos debates en el ámbito educativo. En general, los especialistas advierten que la inestabilidad en el puesto de las autoridades educativas no contribuye en la continuidad de políticas públicas, es decir, a la consolidación de la educación como política de Estado.
Al respecto, el director ejecutivo del Observatorio, Ignacio Ibarzábal, consideró que “si bien la mayor duración de un ministro en el cargo no es garantía de mejores resultados educativos, sí resulta una condición favorable para implementar reformas y sostener la continuidad de las políticas”.
Esta asociación es graficada con el dato mayor del informe que indica que, desde el retorno de la democracia con el histórico triunfo de Raúl Alfonsín, han pasado por el cargo 18 ministros. Esto quiere decir una duración media de 709 días, lo que aproximadamente sería de un año, once meses y una semana. De todos ellos, el ministro de mayor permanencia en el cargo fue Alberto Sileoni durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Completando 6 años y medio de gestión desde julio de 2009 a diciembre de 2015.
Sin embargo, los cambios de autoridades no derivan en una inevitable transformación de estas políticas.
De acuerdo con ello, el director del Programa de Educación para el Diálogo, Ariel Fiszbein, planteó que “las reformas educativas requieren de un liderazgo persistente y, por lo tanto, la duración de los ministros puede verse como una condición necesaria para llevar adelante reformas”.
De todas maneras, Fiszbein aclaró que “la duración por sí sola puede ser solamente un síntoma de inercia en la política educativa y no de cambio que se sostiene en el tiempo”.
Tiempo y gestión
Para compensar el riesgo que implica la discontinuidad, existen alternativas institucionales que pretenden solucionar este déficit por medio del consenso. Por caso se podrían mencionar ejemplos como la Ley Nacional de Educación aprobada en 2006, la reciente resolución aprobada por el Consejo Federal de Educación que incorpora la educación digital, programación y robótica en los tres niveles, o la -aún pendiente- Ley de Educación Provincial que impulsa el Ejecutivo santafesino. Medidas que pretenden allanar el camino a las generaciones futuras.
Por este motivo, Inés Aguerrondo advirtió que “el tiempo es un factor importante”. “Habría que poner también en la balanza con qué herramientas de gestión cuentan los ministros de Educación en relación con otros ministros, por ejemplo comparar la calidad de la información para tomar decisiones, o la existencia de normativa que los habilite a cambios fuertes”.
La socióloga y especialista en educación consideró que “sería bueno que, si la educación no es una política de Estado, fuera por lo menos una ‘política de gestión’: o sea, que el presidente respectivo se comprometiera de tal manera que su política educativa no cambie porque cambia el ministro”.
Otros datos
Las presidencias con mayor rotación de ministros fueron la de Raúl Alfonsín (4 ministros en 5 años y medio) y la de Fernando De la Rúa (3 ministros en 2 años).
Entre 1983 y 2018, el Ministerio de Educación que actualmente incluye también las carteras de Cultura, Ciencia y Tecnología cambió de denominación 7 veces.
En el período democrático sólo hubo dos mujeres en el cargo: Susana Decibe (1996-1999) y Graciela Giannettasio (2002-2003).