Hamilton va por la marca de Fangio

El Litoral | [email protected] | DPA

El británico Lewis Hamilton puede consagrarse este domingo quíntuple campeón de la Fórmula 1 y alcanzar así a una leyenda del automovilismo como el argentino Juan Manuel Fangio, quien solía decir que un buen piloto era “aquel que gana corriendo lo más despacio posible”.

La frase podría corresponder a una persona que evitaba tomar riesgos o eludía el protagonismo. Más parecida a un espectador en las gradas de un autódromo que al hombre que a 23 años de su muerte sigue siendo considerado uno de los mejores volantes en la historia de la Fórmula 1.

Fangio, el “Chueco”, es el más grande automovilista argentino de todos los tiempos, el de mayor trascendencia internacional y dueño de un logro que mañana podría alcanzar Hamilton con su Mercedes.

Si lo hace, el británico será el segundo piloto en igualar la marca de Fangio después de que el alemán Michael Schumacher lo hiciera en 2002 y terminara por romperla con los títulos conseguidos en 2003 y 2004 hasta llegar a siete campeonatos.

Pese a los logros de Schumacher, convaleciente desde diciembre de 2013, cuando sufrió un accidente mientras esquiaba que lo dejó con graves lesiones neuronales, la figura de Fangio permanece inmaculada para los fanáticos del automovilismo aunque pasaron más de seis décadas del último de sus títulos, el que a los 47 años consiguió en 1957 a bordo de una Maserati tras un épico triunfo en Nurburgring.

Para los expertos, Fangio protagonizó aquel 4 de agosto la carrera más espectacular de su campaña. “Me extremé como nunca y, al mismo tiempo, comprendí que jamás podría volver a conducir así”, recordó en diferentes entrevistas.

El argentino superó en aquel Gran Premio a los británicos Mike Hawthorn y Peter Collins, ambos con Ferrari, después de recuperar una desventaja en la pista de 45 segundos debido a una parada en boxes más larga de lo previsto.

Fangio batió ese día en diez ocasiones su propio récord de vuelta en un circuito de 176 curvas. En una de las últimas, superó la línea de Collins para llevarse el triunfo y el quinto título del mundo. Sus rivales lo abrazaron en el podio. Eran épocas en las que los pilotos no usaban casco, mono antiflama ni cinturón de seguridad. Aquel día, incluso, sufrió la rotura de la butaca a poco de culminar la carrera.

Un año antes, Collins le había cedido su Ferrari para que ganara en el autódromo italiano de Monza su cuarto campeonato. “Un gesto que nunca olvidé”, dijo el argentino. Los anteriores los había obtenido en 1951 con Alfa Romeo, y en 1954 y 1955 ambos con Mercedes Benz, la marca que podría consagrar a Hamilton como quíntuple campeón.

Fangio nació en la ciudad bonaerense de Balcarce el 24 de junio de 1911, aunque por un error del Registro Civil local fue anotado como nacido un día antes. A los 13 años comenzó a trabajar como mecánico de automóviles mientras jugaba al fútbol y practicaba boxeo. En 1938 debutó oficialmente como piloto de autos en la vecina ciudad de Necochea, en el sur bonaerense. Lo hizo en una competencia de Turismo Carretera, la categoría más popular de Argentina, con un Ford modelo 37.

Su primer triunfo lo logró dos años después al imponerse en una competición de 9.500 kilómetros de extensión que unió Buenos Aires con Lima. Lo hizo al mando de un Chevrolet 1940. “Los paisanos nos esperaban con paquetes que nos metían por la ventanilla: chorizos, pancetas...”, recordó. En 1949 viajó a Europa para competir en diez carreras, de las cuales gana seis. Un año después firmó su primer contrato con el equipo oficial Alfa Romeo de Fórmula 1. El 21 de mayo de 1950 obtuvo en Montecarlo su primer Gran Premio.

“Fui a Europa por un año sin pensar si iba a ganar una carrera y me quedé una década”, rememoró después de una trayectoria con cinco títulos mundiales y dos subcampeonatos: 1950 y 1953. En 1958 decidió poner punto final a su trayectoria en la máxima categoría del automovilismo. “Tenía vivos a mis padres (Herminia Déramo y Loreto Fangio) y los había hecho sufrir mucho. Ellos habían hecho un gran sacrificio y yo quería devolverles algo”, explicó.

Acaso su decisión de dejar las competencias también haya sido influenciada por el secuestro del que fue víctima en febrero de 1958 en Cuba. Durante 27 horas estuvo raptado por el Movimiento 26 de Julio que lideraba Fidel Castro, aunque siempre resaltó el buen trato recibido en ese lapso hasta su liberación.
Los argentinos tienen a Fangio en un lugar de privilegio entre sus históricas figuras deportivas, junto a los futbolistas Diego Maradona y Lionel Messi, el boxeador Carlos Monzón, el golfista Roberto De Vicenzo, el tenista Guillermo Vilas y el jugador de baloncesto Emanuel Ginóbili.

Fangio murió en Buenos Aires a los 84 años en la madrugada del 15 de julio de 1995 debido a un cuadro agudo de neumonía. Sus restos descansan en el cementerio de Balcarce, donde funciona un museo en el que están en exposición sus trofeos, recuerdos y automóviles utilizados en su carrera. Además, el autódromo de Balcarce, escenario habitual de las competencias de Turismo Carretera, entre otras categorías, lleva su nombre.

En Buenos Aires, un monumento lo recuerda en el moderno barrio de Puerto Madero frente a las oficinas de la empresa alemana Daimler Chrysler. Allí su figura, reproducida a escala natural, está junto a su “Flecha de Plata”, el Mercedes-Benz W196 con el que se consagró campeón en dos de las cinco históricas ocasiones. Mañana, en Austin, Hamilton podrá igualar a una verdadera leyenda.

Hamilton llega al Gran Premio de Estados Unidos tras haber ganado las cuatro últimas carreras a bordo de su Mercedes. Tiene ahora mismo 331 puntos, 67 más que el alemán Sebastian Vettel en la clasificación general. Como quedan cuatro carreras por disputarse y cada victoria otorga 25 puntos, Hamilton ganará en Austin su quinto título Mundial si suma ocho unidades más que Vettel. En ese escenario, tendría una ventaja de 76 puntos con apenas 75 en juego.