Ignacio Andrés Amarillo
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La Agrupación Coral Municipal de Santo Tomé, dirigida por Jorge Cova, vuelve a presentar en el Teatro Municipal 1° de Mayo la opereta de Franz Lehár adaptada al castellano y a nuestra región. El inglés Philip Salmon y Susana Caligaris estelarizan la puesta, realizada por Alejandro Attias y dirigida por Manuel Marina al frente de la Camerata Eleuthería.
Ignacio Andrés Amarillo
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Con la puesta en escena de la opereta “La viuda alegre” de Franz Lehár (en castellano) los próximos 9 y 10 de noviembre a las 21.30, en el Teatro Municipal 1° de Mayo (San Martín 2020), el público santafesino podrá disfrutar de una obra divertida, glamorosa, con situaciones chispeantes y graciosas, donde el encanto de la música y el amor serán los eternos protagonistas. Esta propuesta es la reposición de la obra estrenada el año pasado en Santo Tomé y Santa Fe el libreto está adaptado presentando una historia con características muy locales.
El día de la función, las entradas están a la venta a un valor de: plateas y palcos bajos c/ubicación, 400 pesos; generales, 350 pesos. De manera anticipada, se pueden adquirir a 300 y 250 pesos, respectivamente.
Hay equipo
El proyecto cuenta nuevamente con la participación del tenor inglés Philip Salmon (declarado Huésped de Honor por los gobiernos municipales de Santa Fe y Santo Tomé) quien, además de asumir el rol protagónico de Danilo, ha brindado asesoramiento artístico para la realización de esta puesta. Su coprotagonista es Susana Caligaris como Hanna, y acompañan en roles destacados Lucila Aiudi, David Laborie, Miguel Gómez, Exequiel Fernández, Mariano Sanz y Santiago Piedrabuena. En un destacado rol actoral participa Fernando “Trompa” González.
Junto a los integrantes de la Agrupación Coral Municipal Municipal de Santo Tomé (organismo impulsor de la puesta) dirigida por el profesor Jorge Cova, actuarán el ensamble vocal Cantus Firmus, dirigido por el profesor Miguel Gómez, y los alumnos de danza del Liceo Municipal de Santo Tomé, con guía de la profesora Miryam Burgués, quien es además, la coreógrafa del espectáculo.
La puesta en escena está a cargo del maestro Alejandro Attias, regisseur de destacada trayectoria, egresado del Teatro Colón de Buenos Aires, y se realizará junto a la Camerata Eleuthería, dirigida por el maestro Manuel Marina, director musical de la opereta.
Desde el organismo santotomesino destacan: “Un proyecto de esta naturaleza significa un valioso aporte a nuestra cultura, a la vez que promueve el trabajo integrado de una gran cantidad de estudiantes y trabajadores de arte: coreutas, estudiantes avanzados de canto, danza e instrumentos, compartirán la experiencia artística con profesionales de trayectoria”.
No dejan de destacar que “esta realización es organizada por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Santo Tomé, y cuenta con el apoyo de Santa Fe Cultura, Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia y Cámara de Diputados de la Provincia, Cultura UNL, Teatro Colón de Buenos Aires, Hotel Castelar, Diario El Litoral, FM Onda Horizonte, legisladores, empresas y particulares quienes, apoyando un importante esfuerzo de producción, promueven que Santo Tomé sea una vez más el epicentro de un hecho cultural de enorme trascendencia proyectándose en la Capital de nuestra provincia”.
Proceso
Meses atrás, la soprano y maestra Susana Caligaris repasó junto a El Litoral el trabajo de puestas de la Agrupación Coral, que tiene a “La viuda alegre” como su último trabajo.
—En “La viuda alegre” trabajaron con mucha gente nueva.
—Es el cuarto proyecto propio de la Agrupación Coral Municipal de Santo Tomé, que dirige mi esposo Jorge Cova. De hacer ópera de repertorio en la zona, títulos ya tradicionales. Se puede hacer ópera con un solo instrumento, con una voz y una silla; pero hacer una puesta con todo, poniendo una escenografía sencilla pero bien hecha, una iluminación... Desde Santo Tomé, preparado en el Jardín Municipal, entrando desde la ruta 19. Todos los vecinos sabían “La vida breve” (risas). Se supone que sale de lugares preparados, pero nosotros tenemos un espacio muy lindo para trabajar y una gente divina.
Hace diez años (para los 30 del coro) hicimos “Orfeo y Eurídice” con Alejandro Attias, que vino de Buenos Aires y es nuestro regisseur. Puede resolver todo en su cabeza y es fantástico para trabajar con la gente: es hacer la puesta y formar. Esa es la idea de la Agrupación Coral, salir enriquecidos y tener una experiencia grupal fuerte. Lo hicimos con un grupo de la Sinfónica, dirigido por Andrea Mijailovsky.
A los cinco años hicimos “Dido y Eneas”, con puesta de Eduardo Casullo, con la Camerata Eleutheria. Después nuevamente con Alejandro Attias en 2013 y 2014 realizamos “La vida breve” de Manuel de Falla, muy complicado de hacer: pudimos concretarla dos veces en Santo Tomé, dos veces en el Teatro Municipal, logramos llevarla al Festival de Alta Gracia y al Teatro del Globo en Buenos Aires, donde fue considerada la primera puesta en escena íntegramente realizada en el interior con un nivel equivalente a cualquier puesta off Colón.
Con “La viuda alegre” queríamos cambiar rotundamente la línea para sentirnos felices y haciendo algo mucho menos dramático, pero tiene muchos mensajes importantes. Aprendimos a bailar, a actuar de otra manera, disfrutar del glamour después de la austeridad de “La vida breve”: nos pusimos bellos, con plumas. Es hermoso para festejar los 40 años, con alegría.
La gente de la Agrupación Coral trabajó enhebrando mostacillas para la araña, pegando cositas luminosas en las cortinas, forrar botellas, la bijou de las chicas. Los tablones para el decorado, con cortinados combinados con luces. Todo al rayo del sol en el patio del Centro Cultural de Santo Tomé, y después subirse a cantar.
—Las partes habladas permitieron humoradas, vinculando la historia con Santo Tomé...
—Eso fue un trabajo que hicimos con Philip Salmon...
—Lograron reclutarlo para este montaje...
—Fue una coordinación de relojería. Vengo trabajando con él en muchos proyectos pedagógicos y artísticos desde hace cuatro años. Él cantó “La viuda alegre” en alemán y en inglés en escenarios muy destacados, con Kiri Te Kanawa y José Carreras. La versión en castellano en general desvirtúa ciertos sentidos, nos pusimos y las corregimos. Y le buscamos esa conexión con Santo Tomé: el Maxim se transformó en la parrilla El Fogón, y en vez del embajador está la intendenta.
Philip nos ayudó con los textos hablados, para trabajar actoralmente: generalmente los que cantamos tenemos poco desarrollado el teatro de prosa. Con Miryan Burgués aprendimos a bailar, y Philip nos ayudó a sentir el vals vienés.