Histórico recorrido del espacio de Ana Frank por la provincia de Santa Fe

A partir de mayo, y por medio de una innovadora programación y un convenio firmado entre el gobernador Miguel Lifschitz, el director del Centro Ana Frank Argentina, Héctor Shalom y su representante en Santa Fe, Leonardo Simoniello, se posibilitó que más de 450 jóvenes y docentes (sumando guías, docentes y capacitadores)se acercaran a capacitarse e involucrarse en espacios educativos que abordan esta temática desde la pedagogía de la memoria.

“Asumimos el compromiso de trabajar en conjunto con los presidentes de comunas e intendentes, docentes y directivos de más de 50 localidades para que los jóvenes santafesinos conozcan y lleven el mensaje de esperanza y respeto que la vida de Ana Frank, a través de su Diario, le ha legado a la humanidad” señalo Leonardo Simoniello.

Y agregó “esta problemática se expresa, actualmente, en fenómenos como el bullying, la violencia o la discriminación, por lo cual representó una herramienta útil para la reflexión. Para poder utilizar estos disparadores se formaron 130 docentes, trabajaron 40 coordinadores, 90 capacitadores, 170 guías y se involucraron 15 mil alumnos de más de 250 escuelas y otras instituciones de la provincia.”.

Los espacios de reflexión, construidos a partir de las muestras itinerantes “Ana Frank, una historia vigente”, “Leer y Escribir con Ana Frank”, “Violencias que marcan: Géneros en la mira” y “De la dictadura a la democracia: La vigencia de los DDHH” junto con el uso de herramientas pedagógicas como el video “Libertad de reflexionar”,visitaron más de cinco departamentos de la provincia, entre ellos, San Justo, San Javier, Castellanos, San Jerónimo, Gálvez, San Cristóbal y La Capital. Escuelas, centros culturales y sociales, mutuales y bibliotecas de toda la provincia albergaron los espacios educativos.

Sin embargo, las comunas y localidades trascendieron los departamentos y las centralidades donde se ubicaron los espacios educativos, porque participaron jóvenes y docentes de más 50 localidades, donde muchos realizaron esfuerzos como trasladarse diariamente para poder vivenciarlos.

Los participantes que se involucraron con los proyectos pertenecen a localidades como Santa Fe, Gobernador Candioti, Arroyo Aguiar, Monte Vera, Ángel Gallardo, Nelson, Santa Rosa de Calchines, Recreo, Felicia, Arroyo Leyes, Rincón, Santo Tomé, Laguna Paiva, San Joaquín, Esperanza, Sunchales, Ataliva, Colonia Tacurales, Ramona, Colonia Durán, San Vicente, Rafaela, San Justo, Cabal, Llambi Campbell, Gálvez, Cayastacito, Campo Andino, Bernardo de Irigoyen, Larrechea, Coronda, Gessler, Cayastá, Helvecia, MoisesVille, San Cristóbal, Videla, Pedro Gómez Cello, Emilia, Sauce Viejo, Ceres, entre otras.

“Ana Frank, una historia vigente”

La oferta de estos espacios es variada. Por un lado, el objetivo de incentivar la reflexión con “Ana Frank, un historia vigente”, acompañado de espacios con otras temáticas que tienen una fuerte vinculación con la necesidad de reconocer los derechos humanos y la igualdad de oportunidades, como “Violencias que marcan: Géneros en la mira” y “De la dictadura a la democracia: La vigencia de los DDHH”. Se involucraron más de 20 localidades, siendo 14 de ellas las sedes del espacio, con la participación de 150 escuelas y un número cercano a los 10000 alumnos y alumnas.

Al respecto, Simoniello detalló “en este espacio se resalta el papel de los protectores de la familia Frank, aquellos quienes dieron la posibilidad a Ana de expresarse a través de su diario, dándoles un resguardo ante tal injusta situación de persecución. Ese rol, el de protectores, es el que el mensaje de estos espacios educativos quiere potenciar en los jóvenes y en todos sus destinatarios. En las escuelas y otros ámbitos, los chicos y las chicas reproducen patrones y estereotipos de comportamiento que priorizan la fuerza y la descalificación ante quien se presenta como diferente, especial o simplemente no consecuente con ciertas ideas.

Esto produce hechos de violencia que tienen los roles fácilmente identificables, en singular o en plural, de víctima y de victimario. En este sentido, un tercer rol, el de protector es mediante el cual puede imponerse el uso de la palabra, la comunicación interpares, el entendimiento y el acercamiento ante las diferencias”.