Juan Chiummiento | [email protected]
Frente a una coyuntura compleja -con reducciones en la jornada laboral en una de cada cinco empresas del sector-, los fabricantes de fierros ensayan alternativas para hacer frente al sacudón.
Juan Chiummiento | [email protected]
En el marco de una crisis general del sector de la maquinaria agrícola (con caídas en las ventas que podrían llegar hasta el 40%), las empresas ensayan diferentes estrategias para hacer frente al sacudón. Desde la diversificación de la producción hasta la ampliación de algunos canales comerciales, todo vale para tener la fabrica abierta y no rendirse frente a una coyuntura con más sombras que luces.
Según Raúl Crucianelli, presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinaría Agrícola (Cafma), una de cada cuatro firmas está en negociaciones para iniciar procesos preventivos de crisis y solicitudes de Repro (Programa de Recuperación Productiva). No es que alguien guste de pasar por esta instancia, pero son herramientas que permiten amortiguar las consecuencias de la falta de financiamiento, principal razón para entender la caída en las ventas.
Antes de llegar a esa situación, algunas empresas santafesinas le buscan la vuelta para, por ejemplo, no reducir la jornada laboral -medida que ya adoptó el 20% de los integrantes de Cafma-. Una de ellas es Ombú, radicada en Las Parejas. Había previsiones de suspender a los 400 trabajadores de la planta, pero a raíz de una licitación del gobierno santafesino logró cerrar un contrato por 34 millones de pesos que le da aire para seguir adelante. La firma que comanda Orlando Castellani proveerá equipos de higiene urbana para diversas localidades, validando así una estrategia de diversificación que viene desarrollando desde hace ya varios años.
El entendimiento entre la Casa Gris y la compañía se enmarca en el programa Equipar Santa Fe, que promueve la renovación y ampliación del equipamiento que utilizan los municipios y comunas para realizar obras y brindar servicios públicos en sus localidades. En concreto, Ombú proveerá un total de 27 cajas compactadoras de residuos carga trasera y 28 cajas volcadoras vuelco trasero.
La diversificación también es utilizada por otras empresas como estrategia frente a la crisis, aunque no siempre saltando a otros rubros. Por ejemplo la fábrica Tanzi (Arequito) tiene previsto lanzar una nueva sembradora de granos gruesos Air Planter, una tipología con la que apuestan a generar nuevas ventas. O el caso de la firma rosarina Fabimag, que prepara una línea estándar que le otorgue mayor versatilidad frente a turbulencias del mercado.
‘Tenemos una estructura pesada y cuando hay temporadas bajas se hace difícil afrontar un año que puede ser complicado. Queremos buscar una mayor cantidad de ventas y para ello hay que producir más‘, señaló el titular de Fabimag Leonardo Morales.
Contrapeso al norte
Incrementar el frente externo es otra de las alternativas. Con un tipo de cambio más competitivo que en otros períodos y reportes que auguran una campaña récord en Estados Unidos, algunas firmas lograron encontrar en el nicho de embolsadoras y extractoras de granos un motivo por el cual sonreir a pesar de la coyuntura.
Tal es el caso de Richiger, con sede central en Sunchales, pero con un distribuidor en el país norteamericano desde 2007. ‘Nuestra relación comercial es completamente fluida. Ellos tienen la capacidad como para prever la demanda de su mercado y desde hace varios meses han ido comprando más equipos de lo habitual, como para tener stock‘, dijo Nicolás Olazarri, gerente de ventas de Richiger.
El ejecutivo calculó un incremento de las operaciones entre un 35% y 40%, precisamente en embolsadoras y extractoras de granos enteros de 10 pies, equipos que la firma produce íntegramente desde una planta en la que trabajan 140 personas. Además de tener un dealer de forma permanente, Richiger hace 8 años que participa anualmente del Farm Progress Show.
‘Si nosotros no exportáramos con estos niveles estaríamos con muchas dificultades. No solo hubo una sequía muy importante, sino que en este momento hay actores que han desaparecido, como la financiación bancaria o los subsidios a las pymes. Con estas tasas nadie se expone a comprar para renovar el stock‘, finalizó Olazarri.
Según la cámara que los agrupa, las ventas en el sector caerán en 2018 entre un 30% y 40%.
Una de cada cuatro empresas está en negociaciones para iniciar el Proceso Preventivo de Crisis y pedidos para que mediante Programa de Recuperación Productiva (Repro) la situación se haga más llevadera.
Según proyecciones, el sector puede perder en los próximos meses 7.000 puestos de trabajo.
El costo financiero sobre ventas pasó del 4% en 2017 a un 9,3% en 2018.