Luis Amsler | [email protected]
La localidad cuenta con un refugio que alberga a 48 perros, 29 hembras y 19 machos. La Comuna trabaja en conjunto con el Grupo Patas, cuyos integrantes se encargan de la limpieza, cuidado y entretenimiento de los canes. Piden a los vecinos que abran su corazón y adopten algunos de los ejemplares, para que puedan contar con una familia definitiva.
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Desde hace varios años, en San Jerónimo Norte existe un refugio para animales que contiene a aquellos perros que no tienen dueño y caminan por la vida sin rumbo cierto. El espacio se encuentra ubicado dentro del predio donde funciona la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos e Inorgánicos, situado al oeste de la ciudad, cercano al circuito comunal y a la sede de la agrupación gaucha local. Dentro del espacio de mascotas hay 48 animales, 29 hembras y 19 machos, los que están agrupados de a 5 o 6 entre los 14 caniles que tiene el espacio. Están dispuestos de esta manera por cuestiones territoriales, para que de esa forma se eviten disturbios propios de los instintos de los canes. Si bien el lugar a simple vista no es un hotel de 5 estrellas, cuenta con las comodidades necesarias para que sus moradores se relajen y se sientan seguros al pasar su tiempo allí: cuchas con cartones, trapos y frazadas, bachas con agua limpia, platos con comida en condiciones y limpieza general.
La Comuna de San Jerónimo Norte viene trabajando con compromiso en el cuidado y control de las mascotas en este predio y con las que merodean por el pueblo, con o sin dueño. En este sentido, habitualmente se realizan campañas de castraciones masivas totalmente gratuitas, las que posibilitan un control poblacional de los animales existentes. La administración trabaja de manera coordinada con el Grupo Patas, que desinteresadamente efectúa una labor ardua y constante en pos de cuidado de los mejores amigos del ser humano.
El Litoral pudo hablar con Natalia Martino, integrante de la nombrada agrupación, quien explicó que su tarea dentro del refugio consiste principalmente en limpiar los desechos de los perros, acondicionar lugares cómodos para que descansen y se relajen, pasearlos y entretenerlos. “También alimentamos a otros callejeros que rondan las calles de la localidad; en cuanto al refugio, vamos unos dos días por semana, de 13.30 a 16, ponemos a punto el lugar y así los animalitos están bien”, comentó.
Bien contenidos
En otro tramo del diálogo con este medio, Martino se refirió al menú “de lujo” que se les da a los “comensales” que cuidan. “La Comuna periódicamente recolecta las sobras de las pollerías y carnicerías del pueblo y lo lleva al refugio, donde se le da un hervor y finalmente se alimenta a los perros”, precisó. También aclaró que el lugar cuenta con árboles que brindan sombra, hay piso que el Grupo Patas realizó hace un tiempo atrás para que las mascotas se puedan recostar, y además durante las temporadas frías, arman cuchas para garantizarles resguardo. “Ellos (los perros) salen a pasear al campo y regresan solos, nadie lo puede creer pero es así, hasta conocen el ruido de nuestras motos y vienen corriendo a cruce de potrero cuando las escuchan”, mencionó Natalia.
No obstante, confesó que el espacio tiene cierto deterioro, como algunas goteras en los techos y alambrado no del todo firme, “pero de igual forma no la pasan mal, están cómodos y viven sanos”. “Lo ideal es que estén en un hogar, pero al margen de eso viven bien aquí, aunque por supuesto que está abierta la posibilidad de que los vecinos los vengan a adoptar”, explicó. Luego señaló que recientemente, Grupo Patas compró malla sima para el tejido, mientras que la Comuna pone los trabajadores para que efectúen las tareas y el lugar quede cercado como corresponde”. “Las tareas van lentas, pero se están haciendo”, afirmó Martino para cerrar.
Buscando hogar
Por desgracia, lograr que los vecinos adopten los animales que están en el refugio de San Jerónimo Norte, es una tarea difícil. “Son pocos los que vienen y se llevan algún perro; siempre buscan determinados tamaños y aquí, por ejemplo, no hay chiquitos, sino que en su mayoría son medianos y grandes”, expresó Natalia Martino. Desde la Comuna local también promueven este mismo mensaje a través de las redes sociales, bregando por la colaboración de toda la comunidad: “A pesar del gran esfuerzo mancomunado que se lleva adelante, hay aún muchos animales que esperan ser adoptados, por eso llamamos a la conciencia de todos los habitantes a no abandonar, a adoptar con responsabilidad y a tener sus mascotas con los cuidados necesarios”.