Juan Ignacio Novak
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La obra dirigida por Julieta Vigo, con asistencia de Nidia Casís, tendrá su primera función el 16 de noviembre en Latreinta Sesentayocho (San Martín 3068). Tres hermanas y la extendida agonía de un padre son los protagonistas de una puesta que aborda diversos temas, desde la muerte hasta el patriarcardo.
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Tres hermanas, la agonía de un padre, la necesidad de cuidarlo, un pasillo, la inminencia de la muerte. Éstos son, en apretada síntesis, los elementos que entran en juego en “Ya es miércoles”, obra teatral que se estrenará el viernes 16 de noviembre en Latreinta Sesentayocho (San Martín 3068) y que tendrá nuevas funciones el 23 de noviembre en esa misma sala, el 30 de noviembre en La Abadía (Estanislao Zeballos 3074) y el 7 de diciembre en el Centro Cultural y Social El Birri (General López 3698). La dramaturgia y dirección pertenecen a Julieta Vigo, las actrices que intervienen son Sofía Kreig, Gabriela Feroglio y María Soledad Almirón y como asistente de dirección se desempeña Nidia Casís.
El proceso que derivó en la realización de la obra y las curiosas circunstancias que determinaron el nombre del espectáculo, fueron evocados por la propia directora en diálogo con El Litoral. “Tenía muchas ganas de trabajar con Sofía Kreig y con Chola Almirón desde que las vi improvisar. Después conocí a Gabriela (Feroglio) en talleres y juntas tuvimos un proceso de búsqueda que tiene que ver con la improvisación y con lograr que lo que se improvisa después se vuelva teatro sobre la base de una estructura. En el momento en que surgió la idea de la obra estaba en Europa y en conexión con ellas. Entonces Gabriela en un momento dijo ‘Ya es miércoles para Julieta’. Era martes en Argentina y miércoles en España. Entonces ella misma planteó ‘está bueno ese nombre, ‘Ya es miércoles para Julieta’”. Después le sacamos el ‘para Julieta’ y quedó ‘Ya es miércoles’ porque la obra se estructura en días de la semana, pero que no son consecutivos”, evocó.
Respecto de los temas abordados, señaló que hay una suerte de “humor negro” respecto a la enfermedad y la descomposición, con registros relacionados con el humor y la oscuridad. “Les pedí a las chicas como consigna y a partir de ahí se armó la obra, que me relaten a sus padres a través de un audio de Wathsapp. Que me digan una virtud, un defecto, una palabra que los sintetice y un recuerdo. A partir de ahí apareció un material muy lindo y empecé a jugar. Se desdibujó el padre y se armó un padre que surgió de los relatos de todas”. En este sentido, y al ser consultada sobre los elementos autobiográficos que brindaron cada una para la obra admitió que la apelación a los elementos autobiográficos funcionó más bien como un recurso, pero que en la escena todo está tan mezclado que se terminaron suprimiendo. “Fue una forma de empezar a contar que resultó útil. Es un puntapié para contar el vínculo de tres hermanas y el deseo de vivir una vida que no viven”.
Lecturas compartidas
Para forjar “Ya es miércoles”, la directora y las actrices leyeron juntas obras de diversos autores. “Chicas Muertas” de Selva Almada, “Acá todavía” de Romina Paula, “Tres hermanas” de Antón Chéjov y “El Padre” de August Strindberg. Sin embargo, Vigo señaló que estas lecturas se fusionaron sobre todo como disparadores. “Chéjov quedó un poco lejos, pero permaneció la idea de tres hermanas que ven cómo la felicidad está en otra parte. Está presente esa cuestión chejoviana que es como un halo: la idea de que uno vive y siempre piensa que la felicidad está en otro lado. Lo que tomamos de Chéjov fue esa mirada”.
Más allá de las referencias a estas obras, otra particularidad de la obra es que, salvo por los aportes de Esteban Coutaz en lo musical, el equipo está integrado por mujeres, lo que aporta una mirada particular en relación a temas como el patriarcado, presente hoy en el debate público. “Hay una mirada del padre en caída, de lo que pasa cuando la responsabilidad recae en la hija mujer. Es un lugar enorme e importante y muchas veces no es sólo el padre real, sino el que una se construye. Esa mirada psicoanalítica la tengo por deformación, pero no lo hice de manera consciente. Esas cuestiones están presentes sin que uno las controle”, explicó Julieta.
Continuidad y registros
“Ya es miércoles” mantiene una coherencia temática y estilística respecto a lo que Vigo había desplegado en su obra anterior, titulada “Malversión de amor”. “Me parece que la continuidad está en el intento de pensar que la realidad puede ser abordada desde una manera mágica. En ‘Malversión...’ había un psicomago, en ‘Ya es miércoles’ aparece algo de la idea del curso de los milagros para poder vivir. A veces, parece como si nos riéramos de eso pero en el fondo no es así, sino que nos preguntamos si estas formas mágicas de pensar la vida no son necesarias”.
La búsqueda de un registro particular de actuación también formó parte de las búsquedas del grupo. “Me interesa que en algún momento le ponga a alguien la piel de gallina. A lo mejor es mucha pretensión, pero la idea es hacer un teatro en el que le pasen cosas al espectador”.