Ignacio Andrés Amarillo
Ana Carolina, Charo López, Malena Pichot y Vanesa Strauch traen a Santa Fe una renovada versión de su celebrado show humorístico. En diálogo con El Litoral, Charo explicó la dinámica del grupo y su relación con los temas del presente.
Ignacio Andrés Amarillo
Las humoristas Ana Carolina, Charo López, Malena Pichot y Vanesa Strauch traen a Santa Fe una renovada versión de show humorístico “Persona”: cada comediante presenta su monólogo, y así también su impronta, su ideología y sus ganas de cambiar del mundo radicalmente “desde la compleja tarea de ofender a aquellos que hace siglos se vienen riendo”.
La presentación en Santa Fe será el jueves en ATE Casa España (Rivadavia 2871) a partir de las 21. Las anticipadas están en venta en la boletería del Teatro, Casa Rizzi (Santa Fe y Santo Tomé), Credifé (Santa Fe, Rafaela y Esperanza), Centro Eléctrico (Paraná); y por Internet a través de Sistema Ticketway y sus puntos de venta.
Todas para una
Antes del nuevo desembarco, Charo López dialogó con El Litoral sobre un espectáculo que va cambiando al ritmo del mundo.
—Vienen juntas con este proyecto desde hace más de tres años. ¿Cuánto fueron mutando los monólogos en este tempo?
—Nunca hacemos de un año para el otro el show entero, sino que a medida que van sucediendo cosas... también nos vamos aburriendo de los chistes, o pasan cosas nuevas también, vamos renovando el material. Como usamos muchas cosas de nuestras vidas personales (porque es como nuestra visión del mundo lo que escribe cada una y después interpreta) va cambiando todo el tiempo. Diría que de la última vez que fuimos a Santa Fe a ahora el show está completamente diferente.
—¿Cuánto se se retroalimentan entre ustedes en esos cambios, y cuanto es personal?
—El material lo arma cada una personalmente, pero tenemos una conciencia de grupo, de equipo; no es que cada una sube solita y las otras no saben lo que está pasando. Nos ayudamos, nos miramos entre todas, si a alguna se le ocurre algún chiste de lo que está pasando arriba del escenario lo comentamos. Salen cosas de la vida cotidiana, y nosotras somos amigas además de compañeras de trabajo. De repente una dice algo que no parece gracioso o interesante y es como “uh, tenés que meter esto en el show, que es una bomba”. Estamos en constante alerta de capitalizar los chistes entre las cuatro.
—¿Cómo es tu proceso a la hora de escribir de cero, y de ir sacando y poniendo?
—Vengo de la escuela de improvisación, entonces pruebo material arriba del escenario que no tengo pensado, y si funciona trato de recuperarlo: por lo general me grabo en el escenario, por si salió alguna cosa, a veces alguien comenta algo. Siempre estoy predispuesta a que pase algo inesperado, para que de ahí salga material. cuando tengo que hacer material sola en mi casa me cuesta mucho: doy muchas vueltas hasta que logro sentarme y hacerlo; y a veces no sale nada. Por lo general es sobre el escenario donde nace el nuevo material.
Aperturas
—Desde que arrancaron con “Persona” fue cambiando el contexto social en lo que respecta a temas como aborto, violencia de género y diversidad sexual. ¿Qué cambios notaron en la recepción del público?
—Con Malena hicimos un sketch de aborto en “Duro de domar” hace siete años, es un montón. En ese momento fue bastante invisible para las personas: no se hablaba tanto de aborto en la tele. Para nosotras es totalmente natural hablar de aborto, género, violaciones, injusticias, es como algo viejo. Sí notamos que antes el público se escandalizaba más y ahora mucho menos: hay un gran cambio en la percepción. Incluso tuvimos un show muy lindo en La Plata, el teatro es hermoso y cuando terminó el show había una pared verde de chicas con pañuelos: tres años atrás era impensado, había muy pocos.
—También se volvieron un poco referentes, como otras voces femeninas salidas del stand up...
—No me siento muy referente, creo que en algún momento éramos de las pocas que hablaban; ahora hay algo que nos supera, que va más allá de nosotras, que son todas las personas nuevas en el feminismo: entraron con una energía y una lucidez alucinantes, con mucha seguridad. “La ola verde” son todas pibas adolescentes compartiendo con sus madres y abuelas desde otro lugar, otros planteos. Siento que hay menos miedo de abusos, todas estamos más valientes.
Fronteras
—¿Hay cosas te hayan sorprendido de la respuesta del público? Por ahí decís “con esto los mato” y no pega tanto.
—No me acuerdo de algo en particular, porque me pasa un montón (risas). Pasa mucho que creés que estuviste fenomenal y te hace reír solo a vos (risas). El secreto es no aferrarse a lo que no funciona, ni encapricharse: hay que darle dos o tres oportunidades y si no funcionó listo.
—¿Y algo que hayas pensado “sólo lo van a entender mis amigos, o cierto grupo”, y luego pegaron?
—Tengo un material donde hablo como un embrión, y al principio me daba como un poco de dudas. Lo empecé a probar en un show más chico de probar chistes que se llamaba “Violame”, ahora está en el material fijo, sé que es un momento picante pero me gusta lo que pasa ahí.
—¿Hay algo con lo que no te animes a hacer humor? ¿O que no sea el momento histórico?
—Hay algo a lo que no le encuentro la vuelta, pero creo que es necesario hablarlo. Ahora soy madre y tengo nuevos miedos, y creo que el riesgo de abuso de menores y la pedofilia es un tema que me tiene muy alerta; todavía no encuentro la manera de poder hacer un chiste para poder hablar de este tema. Me tiene con la cabeza ocupada hace bastante.
Horizontes
—Venís de la generación de “Cualca”, antes del boom de los comediantes de redes. ¿Cuánto cambió el “ambiente”, o la idea de comedia?
—Hay una nueva ola (bueno, no tan nueva, ya tiene varios años) que es la de los youtubers y los instagramers. Es fenómeno de la época, de los veloz, lo pasajero, el bullying: tiene ese contenido esta generación de humoristas. Me parece que está bien, porque reflejan lo que está pasando en el mundo. Lo veo como una expresión cultural pop de lo que pasa ahora, no sé cuánto se va a poder sostener o perdurar.
Nosotras salimos un poco de Internet, más Malena, que se hizo muy popular ahí. Pero tenemos mucho trabajo atrás que no es de Internet, somos todas actrices desde hace muchos años: creo que eso nos ayuda a mantenernos ahí generando cosas que no sean tan pensadas desde la pantallita.
—¿Hasta cuándo seguirán juntas? ¿Hay otros proyectos de cada una?
—Todas tenemos nuestras cositas por afuera, eso es lo que hace que sea un elenco sano (risas). Tenemos otra información y proyectos con otras personas, eso es vital. Tenemos el proyecto de seguir con el grupo, por ahora creo que a ninguna se le pasa por la cabeza que no existiera más esto: hay “Persona” para rato.