El Litoral
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Se llama Kevin McKay y será recordado por su intrépida y solidaria acción de salvar a 22 niños de los incendios forestales en California.
Este hombre condujo durante cinco horas el autobús donde viajaban los niños y dos maestras de una escuela primaria en Paradise, California, a través de una vía oscura, llena de humo, en la que todo ardía a los lados.
"Los estudiantes fueron unos valientes soldados", comentó ante la prensa local.
Para graficar el escenario de escape, el chofer trazó un paralelismo con “El señor de los Anillos”. “Parecía que nos dirigíamos a Mordor", le dijo McKay a CNN.
“El hecho de que se estuviera cayendo en mil lugares era algo inaudito", agregó el nuevo héroe de la ciudad.
Con su familia evacuada y a salvo, el conductor salió a buscar a los alumnos. Casi dos docenas de estudiantes quedaron varados porque sus padres no habían llegado a la escuela, explican los medios locales.
"Mantuvieron a los estudiantes tranquilos", dijo McKay. "Los estudiantes fueron unos valientes soldados", agregó.
Del heroico acto también participaron dos maestras, una de jardín y otra de primario.
Durante el viaje, McKay y los maestros idearon su propio plan de emergencia: acompañar a los niños pequeños con los niños grandes, conseguir los números de teléfono de sus padres; revisar las salidas de emergencia, el botiquín de primeros auxilios y el extintor de incendios.
En el trayecto quedaron atrapados en el atasco de vehículos que intentaban salir del lugar a como diera lugar. Ludwig recuerda que "el cielo era realmente amenazador". "Fue muy aterrador. Se sentía como el Armagedón", dijo una de las maestras.
El humo empezó a llenar el autobús. Un estudiante dijo que se sentían cansados. Una de las maestras vio a otros niños dormitando. No lo pensó dos veces y se quitó una camisa. Él y las dos maestras la hicieron pedazos y rociaron los trozos con el agua de la única botella que había disponible en el el vehículo. Los niños se llevaron los retazos de tela húmedos a la boca y respiraron a través de ellos.
Como si fuese poco, en el camino recogieron a otra maestra cuyo vehículo quedó averiado. Los profesores estuvieron vigilando constantemente a los estudiantes y tomando fotos para documentar el viaje.
Estudiantes nerviosos
Mientras escapaban, el fuego se estaba acercando al costado de la carretera, se veía un edificio completamente envuelto en llamas y los estudiantes empezaban a ponerse nerviosos, dijo McKay. El autobús pasaba por locales de comida totalmente incendiados y despertaba el asombro de los ocupantes del vehículo.
Concretada la hazaña el chofer McKay habló con los medios locales y dijo: "Fue bastante caótico. Muchos de los padres habían venido. Ni un solo conductor se desvió del plan de evacuación obligatorio. Todos hicieron exactamente lo que se les pidió que hicieran”.
Fueron las maestras que lo acompañaron quienes le encontraron un valorable apodo: “Teníamos al conductor del cielo", cerraron.
Con informacion de CNN y Univision